El enga?o del segundo equipo
Podemos tener amantes, tontear con otros, pero la afici¨®n verdadera se debe solo a unos colores
Abro aqu¨ª un debate acalorado, del nivel del con o sin cebolla, Dylan o Brandon, Messi o Maradona: ?Existe eso que llaman el segundo equipo? Es decir, ?puede la afici¨®n repartirse, dividirse entre un favorito y un secundario? Personalmente, creo que no; que quien dice apoyar a un segundo, en realidad, tampoco tiene un primero. Los equipos son como las madres: no hay m¨¢s que una.
N¨®tese que quienes afirman tener un segundo equipo a menu...
Abro aqu¨ª un debate acalorado, del nivel del con o sin cebolla, Dylan o Brandon, Messi o Maradona: ?Existe eso que llaman el segundo equipo? Es decir, ?puede la afici¨®n repartirse, dividirse entre un favorito y un secundario? Personalmente, creo que no; que quien dice apoyar a un segundo, en realidad, tampoco tiene un primero. Los equipos son como las madres: no hay m¨¢s que una.
N¨®tese que quienes afirman tener un segundo equipo a menudo se?alan al Madrid o al Bar?a, es decir, a los grandes. En muchos casos, dicen que ¡°el primero¡± es el de su ciudad, y que luego ya son del 15 veces campe¨®n de Champions o del que se ha llevado en 27 ocasiones el t¨ªtulo de Liga. Bien, esto puede ser un autoenga?o: en realidad, son merengues o cul¨¦s, pero se niegan a reconocer esa peque?a traici¨®n a lo aut¨®ctono. Ojo, no juzgo. Entiendo sus motivos, aunque no los comparta. El Bernab¨¦u o el Camp Nou suelen dar m¨¢s alegr¨ªas que estadios m¨¢s modestos. Es como la loter¨ªa: comprar m¨¢s d¨¦cimos aumenta tus posibilidades de ganar, y apoyar a cualquiera de esos dos gigantes dispara la probabilidad de irse a casa con una Copa. Investiguen en su entorno, seguro que detectan a alguno. Y, si dudan, sometan al familiar o amigo con el coraz¨®n dividido a la prueba de fuego: el duelo entre el equipo local y un Vinicius o un Yamal. Si se levantan del sof¨¢ cuando marca alguno de estos dos genios, ya saben a qu¨¦ madre obedecen. Si, por el contrario, esa tarde los ven rezar para que se produzca el milagro y David venza a Goliat, tienen delante a un aficionado fiel y de verdad. Por cierto, siguiendo el s¨ªmil lotero, eso equivaldr¨ªa a ganar el Gordo con un solo boleto, el n¨²mero al que llevan abonados toda la vida. Yo lo he visto (Real Madrid 2- Real Oviedo 3 en 1995) y en el f¨²tbol no hay nada m¨¢s bonito que eso y las remontadas.
Por supuesto, podemos tener amantes, simpat¨ªas... si se quiere, unos jugadores, digamos, favoritos, a los que seguimos y admiramos en la distancia, de un modo parecido a esas listas que algunas parejas pactan de famosos con los que estar¨ªa permitida la infidelidad. Est¨¢ autorizado, tambi¨¦n, el tonteo, aunque ya explic¨® magistralmente Manuel Jabois en una columna que, a veces, ¡°hay m¨¢s cuernos en un buenas noches¡± por WhatsApp que en una debilidad coyuntural y aislada en cualquier cama. Pero el amor es otra cosa. Un asunto endiablado que absorbe y produce energ¨ªa de un modo muy particular y espec¨ªfico. Para que se entienda mejor: hay una persona, solo una, a la que quieren llamar en primer lugar cuando les ocurre algo muy bueno o muy malo. No hay dos primeras llamadas; no se puede estar enamorado de dos a la vez; no hay dos equipos.
Tambi¨¦n es posible, c¨®mo no, la empat¨ªa. Sufrir cuando otro sufre, re¨ªr cuando otro r¨ªe, como esos hermanos gemelos que caen cuando el otro cae. En el ¨²ltimo cl¨¢sico, por ejemplo, me alegr¨¦ por dos amigos del alma, Rafa Cabeleira y Jos¨¦ Precedo, y lo sent¨ª por mis querid¨ªsimos y admirados Jabois y Jorge Valdano, del mismo modo que brind¨¦ por ellos cuando se llevaron a casa su decimoquinta copa de Champions. Tampoco fue dif¨ªcil compartir con Nacho Carretero y Arturo Lezcano la felicidad por el ascenso del D¨¦por a Segunda el pasado mayo, lo que no quita para que disfrutase como una enana en la primera victoria del Oviedo en liga este a?o, precisamente en Riazor. Osasuna tendr¨¢ para siempre un rinconcito en mi coraz¨®n porque lo ¨²ltimo que ven los rojillos antes de salir al campo, al atravesar el t¨²nel de vestuarios, son frases de mi mejor amigo, David Beriain. Se me cayeron algunas l¨¢grimas la primera vez que las vi, igual que me emocionaron las im¨¢genes de la retirada de Joaqu¨ªn en el Benito Villamar¨ªn en junio de 2023 o las del ¨²ltimo partido de Navas en el S¨¢nchez Pizju¨¢n hace unos d¨ªas. Tambi¨¦n puedo compartir con una ciudad entera, Bilbao, la ilusi¨®n de ver salir a la Gabarra tras conseguir un t¨ªtulo que se les resist¨ªa desde hac¨ªa 40 a?os, pero no alteran mi semana como los tres, uno o cero puntos de mis azules en la Hypermotion. Solo ellos, y, especialmente, el mago Cazorla, pueden abrir el tarro de mis endorfinas futbol¨ªsticas.
Finalmente, para completar este an¨¢lisis psicol¨®gico al vuelo, estar¨ªan los que no aman, en realidad, a ning¨²n equipo, solo odian a su rival, v¨¦ase los antimadridistas o anticul¨¦s. Son, a mi parecer, los m¨¢s desgraciados de todos, porque la animadversi¨®n les impide disfrutar del espect¨¢culo, de la pasi¨®n m¨¢s puntual ¡ªm¨ªnimo una vez a la semana¡ª e irracional de todas: el f¨²tbol.