Bellingham y ¡®The Wire¡¯
El morro y el talento, a veces, se rozan. El f¨²tbol cae a menudo en el rid¨ªculo cuando intenta ponerse demasiado serio
Mientras la Espa?a madridista y la antimadridista declinaban el verbo ¡°fuck¡±, en estos d¨ªas raros donde muchos desempolvaron el diccionario Collins para tratar de cargarse de excusas o de razones a prop¨®sito de la expulsi¨®n de Jude Bellingham en el Osasuna-Real Madrid, me acord¨¦ de una de las mejores escenas de una de las mejores series de todos los tiempos, que ya es decir. Sucede en la primera temporada de The Wire, cuando los detectives Bunk y McNulty visitan el escenario de un crimen y, comunic¨¢ndose solo con dicha palabra y sus derivados (¡±fuck¡±; ¡°fuck me¡±; ¡°...
Mientras la Espa?a madridista y la antimadridista declinaban el verbo ¡°fuck¡±, en estos d¨ªas raros donde muchos desempolvaron el diccionario Collins para tratar de cargarse de excusas o de razones a prop¨®sito de la expulsi¨®n de Jude Bellingham en el Osasuna-Real Madrid, me acord¨¦ de una de las mejores escenas de una de las mejores series de todos los tiempos, que ya es decir. Sucede en la primera temporada de The Wire, cuando los detectives Bunk y McNulty visitan el escenario de un crimen y, comunic¨¢ndose solo con dicha palabra y sus derivados (¡±fuck¡±; ¡°fuck me¡±; ¡°mother fucker...¡±) consiguen en cinco minutos que el espectador comprenda lo que est¨¢n haciendo, es decir, descubrir, paso a paso, que los investigadores que los hab¨ªan precedido no hab¨ªan dado ni una en su an¨¢lisis. Se la conoce, naturalmente, como ¡°the fuck scene¡± y demuestra no solo la genialidad del guionista y los actores que la interpretan, sino la riqueza polis¨¦mica de la palabrota en ingl¨¦s por excelencia. Lo dejo por aqu¨ª para a?adir salseo a la moviola y despu¨¦s de saber que Jude Bellingham se quedar¨¢ sin actuar durante dos cap¨ªtulos por usarla cuando no deb¨ªa. Viendo las explicaciones del jugador, tambi¨¦n me acord¨¦ de otro d¨ªa en el que, patrullando con la Guardia Civil de tr¨¢fico para un reportaje, paramos a un camionero que iba hablando por el m¨®vil. Indignado, intent¨® convencer a los agentes de que lo que hab¨ªa hecho era ¡°rascarse la oreja¡±. Lo dijo con tal aplomo que a m¨ª, que hab¨ªa visto el tel¨¦fono con mis propios ojos por la ventanilla, casi me convence. El morro y el talento, a veces, se rozan.
A prop¨®sito de la pol¨¦mica, algunos medios rescataron la que parece ser la expulsi¨®n m¨¢s r¨¢pida de la historia, precisamente por un ¡°fuck me¡± al ¨¢rbitro en el primer minuto de partido, un encuentro amateur entre el Cross Farm y el Taunton East Reach Wanderers en el a?o 2000. Tirando, yo tambi¨¦n, de hemeroteca, record¨¦ que Ilustres Ignorantes, el programa m¨¢s veterano de Movistar, y por tanto, fuente ya de jurisprudencia, dedic¨® hace unos meses su cap¨ªtulo semanal a analizar un tema de rabiosa actualidad: los ¨¢rbitros. All¨ª dejamos nuestras humildes aportaciones, que acaso puedan servir estos d¨ªas. Me pregunt¨® el capit¨¢n del equipo, Javier Coronas, antes de regalarme un paraguas ¡°para la lluvia de cr¨ªticas¡±, qu¨¦ cre¨ªa yo que necesitaba un buen colegiado, y le contest¨¦, tan inocente, que, adem¨¢s de ser buenas personas, manejar un poco la psicolog¨ªa forense para detectar a los piscineros, tener unas nociones de Derecho para aplicar bien la ley de la ventaja, buena vista y buen o¨ªdo para cuando le pidi¨¦ramos la hora, era conveniente que supieran idiomas porque les iban a insultar en varios. Pepe Colubi, que es un hombre sabio pese a su querencia por el Sporting, opin¨®, a su vez, que lo ¨²nico que necesitaban hacer bien era ¡°correr hacia atr¨¢s con las piernas muy estiradas, como una grulla haciendo moon walk¡± y subray¨® ¡°lo dificil¨ªsimo¡± que era, en esa tesitura, ¡°imponer respeto¡±. Humildemente, creo que resumimos muy bien, y por adelantado, las pol¨¦micas del Osasuna-Real Madrid del pasado 15 de febrero.
El f¨²tbol, ese espect¨¢culo responsable de muchos minutos de felicidad e infelicidad en nuestras vidas, cae a menudo en el rid¨ªculo cuando se pone demasiado serio, trata de defender lo indefendible o ser lo que no es. Era imposible no sonrojarse viendo al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, justificar que el Mundial de f¨²tbol de 2022 se celebrara en un pa¨ªs, Qatar, que no respeta los derechos humanos ¡ª¡°Yo me siento catar¨ª, trabajador inmigrante, gay y discapacitado¡±¡ª o al entonces presidente de la Federaci¨®n, Luis Rubiales, decir, a prop¨®sito de la Supercopa en Arabia Saud¨ª: ¡°Antes de ir nosotros no hab¨ªa ni ba?os para ellas en los campos. Con nosotros las mujeres entraron en igualdad¡±.
En todo caso, para errores arbitrales, paseen alguna jornada por Segunda, donde no se pitan goles que traspasan la l¨ªnea de porter¨ªa o se escucha a un colegiado decirle a un portero, tan pichi: ¡°No era falta. Chocas con tu compi, pero te la pito¡±. No hubo cartas, ni corrieron r¨ªos de tinta. Siempre ha habido equipos a los que hacen sudar m¨¢s la camiseta. Si nos termina costando el ascenso, me har¨¢ menos gracia, pero de momento, hay problemas m¨¢s serios y el f¨²tbol ha de servir, sobre todo, para distraerse y olvidar.