El Unicaja M¨¢laga destrona al Real Madrid en la Supercopa
El conjunto andaluz conquista el t¨ªtulo (80-90) despu¨¦s de seis coronas consecutivas de los blancos en la competici¨®n
La tiran¨ªa del Madrid en la Supercopa, amo y se?or del torneo en los seis ¨²ltimos a?os, lleg¨® a su fin en Murcia. De la gesta se encarg¨® un equipo que puede llamarse grande con todas las letras, el Unicaja de M¨¢laga que entrena Ibon Navarro, un grupo que firm¨® un ejercicio colectivo sobresaliente para vencer por 80-90 y atrapar su primer t¨ªtulo en esta competici¨®n, el cuarto en poco m¨¢s de a?o y medio tras una Copa, la Liga de Campeones de la FIBA y la reciente Copa Intercontinental. Unos ¨¦xitos regados con un juego coral y atractivo en el que todos suman. Los 12 hombres de verde anotaron en la final, con el MVP Taylor al frente (22 puntos y seis asistencias), escoltado por Perry (16 puntos) y Sima (14). Contra un equipo ya hecho, el Madrid evidenci¨® que la reconstrucci¨®n de este verano a¨²n precisa kil¨®metros de rodaje.
La primera pieza del ajedrez la movi¨® Chus Mateo con la alineaci¨®n en el quinteto inicial de Garuba despu¨¦s de jugar solo cuatro segundos en la semifinal contra el Bar?a. Ante la baja por enfermedad de Hezonja, el p¨ªvot era el encargado de esposar a Osetkowski, uno de los pu?ales del Unicaja. Fueron Sima a la carrera y Taylor y Perry en el triple quienes aprovecharon la vigilancia a la estrella para encontrar el espacio libre y dar el primer bocado. Un 0-10 en 2m 20s oblig¨® al t¨¦cnico blanco a mandar a sus chicos a la silla de pensar. La bronca era inevitable. Unicaja mord¨ªa en una defensa avanzada y volaba. Los primeros puntos madridistas los escribi¨® Campazzo: dos tiros libres y un bingo exterior.
Velocidad y lanzamientos de tres. La f¨®rmula del Unicaja funcionaba de maravilla (5-21). El grupo de Ibon Navarro era un cicl¨®n, rapid¨ªsimo en las transiciones, y el Madrid intent¨® contener la marea forrado con Deck y Abalde. Navarro agit¨® el banquillo para mantener arriba las revoluciones y sus jugadores alcanzaron una renta de 17 puntos (13-30), la mayor en un primer cuarto en la historia de la Supercopa. El Madrid estaba aturdido al final de ese tramo: 19-32. Tambi¨¦n era la m¨¢xima anotaci¨®n de un equipo en los primeros 10 minutos.
Ibaka liberado en el per¨ªmetro no parec¨ªa la jugada m¨¢s ensayada en los blancos, obligados a la resurrecci¨®n frente a un enemigo muy serio. Amanec¨ªa la temporada y estaba servido un partidazo en el Palacio de los Deportes de Murcia. No aflojaba un mil¨ªmetro el Unicaja (22-38), m¨¢s hambriento que su rival y tambi¨¦n m¨¢s rodado en las semanas previas.
Llull se vali¨® de picard¨ªa para cazar tres tiros libres en una falta de Kalinoski. El escolta estadounidense se veng¨® en la jugada siguiente con una bandeja valiente ante Tavares y tambi¨¦n Perry anot¨® frente a la muralla (30-44). Y eso que Osetkowski aparec¨ªa apenas en un segundo plano, fall¨®n a media y larga distancia. Era la pieza del puzle que necesitaba encajar el Unicaja para dibujar un cuadro casi perfecto. Pero varios errores del ala-p¨ªvot y un apret¨®n del Madrid en defensa para quemar suela de zapatilla y elevarse en el rebote ofensivo dieron la vuelta a la noche. El grupo de Chus Mateo se enganch¨® a la fiebre de Deck y esprint¨® con un parcial de 13-0 para respirar camino del vestuario (45-49). En la grada, Rudy y Sergio Rodr¨ªguez asist¨ªan a un espect¨¢culo redondo.
El Madrid ¡°extremadamente blando¡± atr¨¢s, como admiti¨® el entrenador blanco en el intermedio, hab¨ªa desaparecido. El partido era otro, de poder a poder. Cada canasta se masticaba ya mucho m¨¢s, la espesura habitual en una cita de alta tensi¨®n, y m¨¢s todav¨ªa cuando el videoarbitraje interven¨ªa con frecuencia. Frente a Tavares emergi¨® Yankuba Sima en uno y otro tablero para dejar claro que el Unicaja no estaba intimidado y volver a poner las manos con fuerza en el volante. Un triple de Djedovic abr¨ªa de nuevo la herida: 47-61. El gran rebelde en el Madrid era otra vez Campazzo, ya capit¨¢n general en la semifinal ante el Barcelona y el flotador al que se aferraba su equipo en la final. Perry respond¨ªa al base argentino en un intercambio de canastas sin tregua. Garuba tapon¨® y encest¨®, Alberto D¨ªaz se multiplic¨® en el rebote y Andr¨¦s Feliz aceler¨® el ritmo y apunt¨® el 63-68 antes de la ¨²ltima pausa.
A estas alturas cualquiera sabe que el Unicaja no es un rival de plastilina. Nada de bajar los brazos ni variar el estilo. La receta les ha permitido abrir las vitrinas y lucir un baloncesto reconocible. Frente a un coloso europeo como el Madrid, el conjunto de Ibon Navarro se enfrentaba a una artiller¨ªa infinita. Garuba levant¨® a los blancos picando piedra por dentro y Llull ech¨® mano del cesto de las mandarinas (73-74). Se agigantaba el equipo blanco y se agigant¨® tambi¨¦n el malague?o con los aciertos lejanos de Kalinoski y Taylor y la brega de Sima contra Tavares, un s¨ªmbolo de personalidad (73-80). Mirar a los ojos a la monta?a es una proeza. Perry qued¨® eliminado a falta de dos minutos, pero el aspirante ya estaba entonces vestido de campe¨®n. Seis a?os despu¨¦s, la Supercopa no viajaba a Madrid, sino que estrenaba trayecto hacia M¨¢laga, en manos de un Unicaja que es un grande.
REAL MADRID, 80; UNICAJA, 90
Real Madrid: Campazzo (19), Rathan-Mayes (2), Musa (8), Garuba (6), Tavares (7) -quinteto inicial-; Abalde (3), Llull (12), Feliz (7), Ibaka (3), Deck (13), Ndiaye (0).
Unicaja: Perry (16), Kalinoski (10), Taylor (22), Osetkowski (2), Sima (14) -quinteto inicial-; Ejim (4), Barreiro (5), Díaz (2), Carter (2), Djedovic (5), Tillie (2), Kravish (6).
Parciales: 19-32, 26-17, 18-19 y 17-22.
Árbitros: Peruga, Manuel y González. Eliminaron a Perry.
Palacio de los Deportes de Murcia. Unos 7.400 espectadores.