El baloncesto masculino espa?ol dice adi¨®s a los Juegos y adi¨®s a Rudy

Era todo o nada. As¨ª de cruda era la realidad para la selecci¨®n masculina de baloncesto, enfrentada de repente a jugarse la vida a una sola carta y frente al rival m¨¢s fuerte de su grupo. La victoria anterior de Grecia contra Australia (71-77) obligaba al conjunto de Scariolo a vencer a Canad¨¢. Las consecuencias de un triunfo o una derrota no pod¨ªan ser m¨¢s extremas. Si ganaba, Espa?a ser¨ªa primera y viajar¨ªa a los cuartos en Par¨ªs en una posici¨®n de ventaja ante el sorteo. Si ca¨ªa, a casa. El examen era el m¨¢s complejo de sortear por el despliegue f¨ªsico y t¨¦cnico de Canad¨¢, un grupo dirigido por Jordi Fern¨¢ndez y forrado con 10 hombres de la NBA. Espa?a nunca dej¨® de creer, de intentarlo, y plant¨® cara hasta el ¨²ltimo segundo, hasta la ¨²ltima acci¨®n, pero no le dio para m¨¢s que para esa dign¨ªsima derrota (88-85). El triple empate con Australia y Grecia, los tres con una victoria en el grupo, jug¨® en contra de Espa?a por la diferencia de puntos entre ellos (-5 para la selecci¨®n, -1 para Grecia y +6 de Australia). Y puso el cierre a la majestuosa carrera de Rudy Fern¨¢ndez, que a los 39 a?os jug¨® su ¨²ltimo partido oficial (266 con la selecci¨®n) antes de retirarse, due?o de los seis oros del baloncesto espa?ol, cuatro europeos y dos mundiales, en su historia, y el ¨²nico baloncestista en seis Juegos Ol¨ªmpicos.

Dillon Brooks fue el primero en lucir corpach¨®n, un armario en movimiento cuando encaraba el aro para castigo de Abrines. Los hombres de Jordi Fern¨¢ndez mostraban juego de manos y piernas para decidir las jugadas en el uno contra uno, superiores en el careo individual por m¨²sculo y rapidez de movimientos. Igual que sufr¨ªa Espa?a atr¨¢s para protegerse de esos pinchazos lo hac¨ªa adelante para encontrar posiciones c¨®modas de tiro. Un par de triples no tocaron aro (12-6). Lorenzo pinchaba hueso frente a Dort, Shai Gilgeous mareaba a L¨®pez-Arostegui, Willy chocaba con Olynk... Scariolo meti¨® m¨¢s madera con Alberto D¨ªaz, Rudy (pese al golpe en el cuello sufrido ante Grecia) y Garuba, y el baile de cambios le sent¨® bien al equipo. Un triple de Llull, adornado con una falta ara?ada en el lanzamiento, impuls¨® a la selecci¨®n en un rato en que los estadounidenses hac¨ªan la guerra por su cuenta, no siempre acertados en el tiro. Espa?a deb¨ªa masticar cada canasta. Canad¨¢ pod¨ªa encargar comida r¨¢pida. Dos maneras de jugar y un empate para cerrar el primer cuarto: 19-19.

La defensa mosquetera de Espa?a, todos a una, pod¨ªa saltar por los aires con un golpe de genio de los atletas de Canad¨¢. Los norteamericanos no necesitaban un gran despliegue colectivo para ir sumando puntos al cesto. Los hombres de Scariolo, todo lo contrario. Nembhard y Juancho Hern¨¢ngomez estiraron el brazo desde el per¨ªmetro (27-26). El pabell¨®n de Lille silbaba al conjunto espa?ol, seguramente recordando afrentas como los 40 puntos de Pau Gasol a Francia en las semifinales del Eurobasket 2015. Espa?a se aferraba al partido sostenida por el poder¨ªo de Willy, pr¨¢cticamente el ¨²nico que pod¨ªa competir en carrocer¨ªa con los rivales. Y echaba de menos la producci¨®n ofensiva de Aldama, lastimado, un baluarte en las anteriores citas. Brooks y Shai Gilgeous no bajaban el ritmo anotador y Canad¨¢ dio otro pellizco importante antes del descanso (49-38). La carretera comenzaba a empinarse mucho para la selecci¨®n por la dificultad de remar contra corriente frente a un enemigo tan atl¨¦tico.

Conservar un intercambio de canastas no le serv¨ªa a la selecci¨®n, por mucho que eso ya fuera una tarea complicada. Clasificarse para los cuartos requer¨ªa m¨¢s que nunca una gesta por la inferioridad f¨ªsica e incluso t¨¦cnica de los muchachos de Scariolo. Al equipo de Jordi Fern¨¢ndez, en cambio, les serv¨ªa con mantener ese peloteo una vez que hab¨ªa amasado una renta que giraba en torno a los 10 puntos. No les resultaba muy dif¨ªcil moviendo r¨¢pido el bal¨®n y acelerando mientras el tiempo corr¨ªa a su favor. A Espa?a le faltaban recursos en la caja de herramientas para igualar el tonelaje en la defensa y la velocidad de cuerpo y mente en el ataque. Llull y Abrines puntuaron desde el per¨ªmetro, pero al mismo tiempo Willy cargaba con cuatro faltas mediado el tercer cuarto (58-50). Era el peaje de torear con semejantes torres. Rudy y Garuba regresaron a la arena. Y Jamal Murray mostr¨® su calidad individual para anotar tras un reverso. En una baldosita bailaban un vals (64-56).

Dos p¨¦rdidas de Lorenzo Brown enredaron el camino. Nueve puntos seguidos de Brizuela, en un arranque de furia y confianza, dieron otra vez ox¨ªgeno a la selecci¨®n (68-65), y Scariolo alist¨® a Llull de base en busca de otro aire en la direcci¨®n del juego. Espa?a cumpl¨ªa a la hora de atacar el aro, pero padec¨ªa demasiado en lo m¨¢s dif¨ªcil, detener a hombres como Shai y Brooks cuando esprintaban y her¨ªan por el centro. La fe, el esfuerzo, el compromiso, todo eso estaba encima de la mesa (11 rebotes m¨¢s sum¨® Espa?a en el partido, 29-40, reflejo de esa entrega). Y los puntos de Brizuela, inspirad¨ªsimo en ese tramo final, la esperanza de una remontada que parec¨ªa imposible. La selecci¨®n apret¨® hasta el 82-80 a falta de 50 segundos. Canad¨¢ golpe¨® con un triple lateral de Barrett, Pradilla mantuvo la apuesta bajo el aro, Shai se gan¨® unos tiros libres y Llull encendi¨® la ¨²ltima vela con un bingo exterior para el 86-85 y 3,1 segundos por delante. Shai tampoco fall¨® desde la l¨ªnea de un punto y con el ¨²ltimo triple intentado por Llull se acab¨® la aventura ol¨ªmpica de Espa?a y la maravillosa carrera de Rudy Fern¨¢ndez.

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