La marea amarilla del Gran Canaria se traga al Valencia

Una marea amarilla se trag¨® al Valencia Basket en los cuartos coperos. El Gran Canaria desnaturaliz¨® al conjunto de Pedro Mart¨ªnez como nadie lo hab¨ªa conseguido en este curso, le dej¨® en su segunda peor anotaci¨®n de la temporada y se cit¨® en la semifinal de este s¨¢bado (21.30) con el Madrid. El anfitri¨®n contra el campe¨®n.

Las defensas salieron mandonas ante los ataques, una se?al propicia para los locales frente a un rival con tanto caudal ofensivo. Cuatro triples seguidos entre Thomasson y Albicy pusieron tierra de por medio (19-10). El grupo de Lakovic tapaba las v¨ªas de ataque del Valencia, un conjunto que gusta de muchas posesiones. No esta vez. Pedro Mart¨ªnez movi¨® todas las piezas en busca de frenar la tormenta y de encontrar mejores sensaciones con el bal¨®n. El Valencia no era el Valencia (ni siquiera vest¨ªa de naranja sino de morado) porque no pod¨ªa armar el brazo con facilidad ni encontrar posiciones c¨®modas de tiro. El equipo que tantas veces esta temporada hab¨ªa alcanzado o superado los 100 puntos se estanc¨® en 15 en el primer cuarto. La alegr¨ªa se la hab¨ªa robado el fogoso Albicy.

Mov¨ªa muy suelto el bal¨®n el Gran Canaria y el Valencia confund¨ªa la rapidez con la precipitaci¨®n, como si estuviera agobiado por no reconocerse a s¨ª mismo: 27-20. Deb¨ªa fajarse el conjunto visitante en otra arena a la que est¨¢ habituado, apretar la mand¨ªbula en defensa. La vitalidad de Jean Montero le concedi¨® alguna tregua, pero el ardor era mucho m¨¢s elevado entre los hombres de Lakovic (33-25). Cuatro p¨¦rdidas seguidas del Valencia y la mu?eca de Thomasson y de un infalible Tobey (convirti¨® los nueve tiros de dos que intent¨®) abundaron en la misma direcci¨®n. Los valencianos no pasaron de los 16 puntos en esta segunda parada (40-31).

Albicy continuaba subido en la locomotora. El base volaba hasta bailar por la l¨ªnea de fondo, faro de un equipo muy rocoso y al que resultaba dif¨ªcil meterle mano. Le respondi¨® apenas Jean Montero, salvavidas del Valencia. El dominicano era la carta rebelde, pero el equipo no flu¨ªa, incapaz de recordar su estilo, lleno de p¨¦rdidas y tragado por el Gran Canaria Arena. Los amarillos ejecutaban el pase directo de canasta a canasta o encontraban al hombre libre cerca de la red: 65-51.

Una t¨¦cnica a Costello, eliminado, reflej¨® la impotencia del Valencia, fuera del partido. Nunca tuvo verdaderas opciones de meterse en la pelea. Un equipo que promedia 96 puntos en ataque en la ACB se qued¨® en 65. El Gran Canaria quiere seguir con la fiesta en su casa.