Cuando competir paraliza
Cada vez m¨¢s, j¨®venes deportistas de monta?a acuden al psic¨®logo incapaces de manejar la aprensi¨®n que sienten ante los campeonatos
J¨¦r¨¦my Pr¨¦vost ten¨ªa 21 a?os cuando irrumpi¨® como un torbellino en el Freeride World Tour del a?o 2011, una serie de citas legendarias donde los mejores esquiadores extremos del planeta desaf¨ªan laderas salvajes de nieve, roca y hielo. Tercero en la clasificaci¨®n general final y segundo en la cita de Verbier (Suiza) y su escalofriante descenso, el franc¨¦s parec¨ªa tenerlo todo para marcar una ¨¦poca. Actuaciones modestas y varios accidentes marcaron su segundo a?o en la competici¨®n. No hubo un tercero: Pr¨¦vost, deprimido, se quit¨® el dorsal y nunca m¨¢s volver¨¢ a coloc¨¢rselo. La competici¨®n, aseg...
J¨¦r¨¦my Pr¨¦vost ten¨ªa 21 a?os cuando irrumpi¨® como un torbellino en el Freeride World Tour del a?o 2011, una serie de citas legendarias donde los mejores esquiadores extremos del planeta desaf¨ªan laderas salvajes de nieve, roca y hielo. Tercero en la clasificaci¨®n general final y segundo en la cita de Verbier (Suiza) y su escalofriante descenso, el franc¨¦s parec¨ªa tenerlo todo para marcar una ¨¦poca. Actuaciones modestas y varios accidentes marcaron su segundo a?o en la competici¨®n. No hubo un tercero: Pr¨¦vost, deprimido, se quit¨® el dorsal y nunca m¨¢s volver¨¢ a coloc¨¢rselo. La competici¨®n, aseguraba, hab¨ªa matado su pasi¨®n por esquiar. Ahora, una d¨¦cada despu¨¦s, asegura que ha aprendido a mirar las monta?as y el esqu¨ª de otra manera. De hecho, ha regresado sobre los lugares de las competiciones que tanto le turbaron para recorrerlos sin la presi¨®n del resultado, solo por la pasi¨®n de deslizarse en escenarios sublimes.
Cada vez hay m¨¢s deportistas j¨®venes en la consulta del psic¨®logo, competidores que reclaman ayuda para sobrellevar su miedo al fracaso, el temor de no dar la talla a la hora se?alada. Josep Font, psic¨®logo del Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat, explica de forma sencilla en qu¨¦ consiste competir: ¡°Se nos ha ense?ado que cualquiera puede hacer cualquier cosa, que querer es poder y esto es una falsedad. Se da con frecuencia el caso de que en los deportes derivados del contacto con la naturaleza se anima a competir personas con habilidad y maestr¨ªa t¨¦cnica que se estrellan en las competiciones. Y es que competir no es solo ejecutar cosas dif¨ªciles, sino hacerlas cuando toca, el d¨ªa D a la hora H, y asumir el riesgo de que puedas fallar. Asumir que puedes hacerlo peor de lo que eres capaz se llama tolerar la frustraci¨®n, pero aceptar esto es muy dif¨ªcil, porque si soy capaz de ejecutar una actividad y no lo consigo el d¨ªa de la competici¨®n quedo retratado y eso afecta a mi ego¡±.
No se es esquiador extremo siendo cobarde. Las propias competiciones no est¨¢n exentas de peligros: malas ca¨ªdas, impactos contra la roca o la posibilidad real de morir enterrado por una avalancha no intimidan a los corredores, peligros que se extiende a sus entrenamientos cotidianos. Otra cosa, explica Josep Font, es ¡°ser capaz de asumir que puedo fallar el d¨ªa se?alado: esa es la clave para ser un buen competidor¡±. Dicho de otra manera, no solo es preciso ser valiente para esquiar a tumba abierta una vertiente escarpada de la monta?a, sino para asumir el riesgo de cometer errores y que otros lo hagan mejor que t¨². ¡°Y es este riesgo, real, de fallar el que bloquea a muchos competidores¡±, destaca Font.
Uno de los errores habituales entre los competidores es el hecho de enfocar su vida deportiva desde un prejuicio. ¡°Muchos no entienden que no se puede ganar una competici¨®n sin haber competido. Han de saber que el rendimiento se da en el instante concreto, en el aqu¨ª y el ahora y es algo arriesgado y donde uno puede fallar¡±, ilustra Font, quien pone un ejemplo. ¡°He conocido a varios corredores de monta?a que me dicen que antes eran felices corriendo por la monta?a pero que desde que compiten ya no lo son¡±.
Para aclarar la relaci¨®n con la competici¨®n de un deportista de actividades en el medio natural (escalada, esqu¨ª extremo, esqu¨ª de monta?a, esqu¨ª de fondo, escalada en hielo, marcha n¨®rdica, etc.), Josep Font propone un sencillo juego que consiste en ordenar de forma prioritaria cuatro elementos. As¨ª, por ejemplo, un snowboarder deber¨¢ decidir qu¨¦ le gusta m¨¢s hacer entre practicar snowboard, ganar, entrenar o competir. ¡°En general, los buenos competidores y los que no lo son colocan en primera posici¨®n la opci¨®n de ganar. A todo el mundo le gusta ganar. Pero aquellos que no colocan competir como primera o segunda opci¨®n, no van bien y esto es porque lo que en realidad les gusta es un deporte recreativo y no competitivo, aunque sea de alt¨ªsimo nivel. Los que colocan competir en ¨²ltimo lugar son atletas a los que les encanta el entrenamiento, mejorar, que siempre obedecen a rajatabla a su t¨¦cnico, pero que no dan lo mejor de s¨ª a la hora de la verdad. Es lo que en los pa¨ªses anglosajones se conoce como Wednesday runners versus Sunday runners. De nada sirve correr genial el mi¨¦rcoles y hacerlo fatal el domingo, d¨ªa de competici¨®n¡±, ilustra Josep Font.
Parece evidente que en el ¨¢mbito de los deportes de naturaleza falta un eslab¨®n en el tr¨¢nsito de lo recreativo a lo competitivo. ¡°Ser¨ªa preciso explicar de antemano a todos los deportistas y a sus entrenadores que la competici¨®n no es intr¨ªnsecamente mala ni buena, pero propone una motivaci¨®n externa para mejorar. La competici¨®n permite dar lo mejor de uno mismo y tambi¨¦n lo peor. Querer no es poder: es preciso asumir el riesgo de fallar. Estos argumentos son una medida preventiva ideal para evitar tanta aprensi¨®n respecto a la competici¨®n, el hecho de que tantos j¨®venes soliciten la ayuda de un psic¨®logo. El buen competidor asume que el d¨ªa D sentir¨¢ v¨¦rtigo y nervios pero ha entendido que puede errar y busca herramientas para no hacerlo. No le bloquea la idea de competir. En cambio, el que acude a la consulta porque le atenaza la idea de competir tiene un problema de base¡±, argumenta Josep Font.
Con la perspectiva del paso del tiempo, J¨¦r¨¦my Pr¨¦vost, profesional del equipo Black Diamond, reconoce que le pesaba el aislamiento al que se ve sometido el atleta de ¨¦lite, vivir por y para la competici¨®n. ¡°Vivir en una burbuja en la que cortas con casi todo y casi todos. Est¨¢ claro que la competici¨®n no funcion¨® como lo esperaba, pero al menos me permiti¨® rebotar, crecer y encontrar la fotograf¨ªa y el v¨ªdeo, otra manera de mostrar mi manera de esquiar y lo que soy capaz de hacer. Hoy, tan solo deseo esquiar tanto como pueda, mantener la pasi¨®n¡±.
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