As¨ª se celebr¨® el pase a la final de la Eurocopa en el autob¨²s de Espa?a: visita de Griezmann, cerveza y ¡®Potra salvaje¡¯
La selecci¨®n festej¨® en el estacionamiento del estadio, a escasos metros del veh¨ªculo de Francia
Pasada la medianoche, por las puertas abiertas del autob¨²s de la selecci¨®n espa?ola aparcado en los bajos del Allianz Arena se escapaba las notas de Potra salvaje, la canci¨®n fetiche de los futbolistas en la Eurocopa, la banda sonora tambi¨¦n de la alegr¨ªa del pase a la final de Berl¨ªn del pr¨®ximo domingo (21.00, La1). La m¨²sica llevaba unos minutos retumbando en los soportales, hasta el veh¨ªculo de Francia, estacionado apenas diez metros a su izquierda, en el mismo silencio en el que sus futbolistas abandonaron la zona mixta. Entonces el tema de Isabel Aai¨²n alcanz¨® el estribillo y los jugadores espa?oles elevaron un punto las voces y marcaron el ritmo de los versos aporreando las lunas: ¡°Soy una potra salvaje / que va de viaje / a lo desconocido¡±.
Fue poco despu¨¦s de que salieran del estadio Kylian Mbapp¨¦, que desapareci¨® lejos de la zona de aparcamiento, y Antoine Griezmann, que se subi¨® durante unos minutos al autob¨²s de Espa?a, donde tiene muchos conocidos. Hab¨ªan sido tambi¨¦n los ¨²nicos futbolistas franceses que se hab¨ªan detenido a atender a los periodistas. Cuando el jugador del Atl¨¦tico de Madrid baj¨® la escalerilla y enfil¨® al fin el camino hacia el suyo, comenz¨® la sesi¨®n musical a todo volumen en el transporte de Espa?a, con las puertas abiertas al lado del que abord¨® Griezmann.
Se hab¨ªa ido llenando con el goteo de futbolistas y miembros del cuerpo t¨¦cnico que se escurr¨ªan tras los bastidores de la zona mixta y eran recibidos a la puerta del recinto por los abrazos del presidente de la federaci¨®n, Pedro Rocha; el presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Futbolistas Internacionales, Fernando Giner; y Paco Noguera.
¡°Como una potra salvaje / que en el oleaje / no pierde el sentido¡±, retumbaba, mientras miembros del equipo de seguridad de la selecci¨®n ped¨ªan a los empleados del estadio que cerraran las puertas del recinto para dificultar el seguimiento del festejo desde la zona de prensa.
Salieron charlando tranquilamente Ferran Torres y Ousmane Demb¨¦l¨¦, excompa?eros en el Barcelona, que se entretuvieron juntos unos segundos entre los dos veh¨ªculos antes de abrazarse e ir uno rumbo a la fiesta, y el otro, al velatorio. Detr¨¢s avanzaba Pedri renqueante, con la rodilla izquierda que le lesion¨® Kroos inmovilizada. Se abraz¨® brevemente con Demb¨¦l¨¦ y subi¨® la escalerilla con cierta dificultad.
Hasta que por fin apareci¨® Unai Sim¨®n, el m¨¢s rezagado, cuya habitual seriedad resaltaba m¨¢s al contraste con la peque?a discoteca que se filtraba al aparcamiento. Qu¨¦date, de Quevedo, se escapaba hacia el autob¨²s franc¨¦s. Atraves¨® tambi¨¦n Mbapp¨¦ de vuelta al suyo, y se cerraron ya las puertas del veh¨ªculo espa?ol, que a¨²n no se mov¨ªa. Tampoco el de Francia, que finalmente fue el primero en arrancar, a las 0.35. El del equipo de Luis de la Fuente le dio un minuto y medio de ventaja y ya entonces se puso en marcha rumbo a su hotel en Unterschleissheim, una peque?a localidad de unos 25.000 habitantes al norte de M¨²nich, adonde se llega desde el estadio en un c¨®modo trayecto de 15 minutos sin necesidad de atravesar la ciudad. A por la cena, el resto de la fiesta, y el descanso y la recuperaci¨®n necesarios para la final del domingo. ¡°Soy una potra salvaje / que va de viaje / a lo desconocido¡±.
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