Kroos y m¨¢s Bellingham en el Madrid para abatir al Getafe

Despu¨¦s de un buen rato con dolor de barriga ante el plato de tornillos que acostumbra a poner en la mesa el Getafe del coronel Bordal¨¢s, solo Jude Bellingham pudo comerse en el descuento al indigesto y muy meritorio equipo azul¨®n. Qui¨¦n iba a ser... Lo sufri¨® el Barcelona hace tres semanas y lo padeci¨® hasta el 95 el Madrid, rescatado sobre la campana por otro momento oportunista de su chico de oro. Quinto tanto en cuatro jornadas. Se cerr¨® el mercado, no vino nadie en lugar de Ben...

Despu¨¦s de un buen rato con dolor de barriga ante el plato de tornillos que acostumbra a poner en la mesa el Getafe del coronel Bordal¨¢s, solo Jude Bellingham pudo comerse en el descuento al indigesto y muy meritorio equipo azul¨®n. Qui¨¦n iba a ser... Lo sufri¨® el Barcelona hace tres semanas y lo padeci¨® hasta el 95 el Madrid, rescatado sobre la campana por otro momento oportunista de su chico de oro. Quinto tanto en cuatro jornadas. Se cerr¨® el mercado, no vino nadie en lugar de Benzema, se aplaz¨® la murga de Mbapp¨¦, Vinicius cay¨® en la enfermer¨ªa, y ¨¦l sigue tapando la ausencia de un nueve puro de primer nivel mundial.

Kroos, a escena tras la pausa, hab¨ªa dado carrete a un conjunto blanco obtuso durante la primera mitad, y Joselu hab¨ªa empatado nada m¨¢s regresar del descanso el tanto inicial de Mayoral, que aprovech¨® una pifia de Fran Garc¨ªa en un pase a Alaba. Les cost¨® una enormidad a los locales encender el fuego. Lo hizo el medio alem¨¢n, que todav¨ªa tiene dictado de sobra para cambiar encuentros pese a su rol actual de suplente. De paso, se activ¨® un insistente Rodrygo y al Madrid no le faltaron ocasiones para voltear antes la tarde. Tres palos, las paradas de David Soria, la falta de tino... Pero el muro solo lo pudo derribar Bellingham, de nuevo ejerciendo de puro delantero centro. Agarr¨® un bal¨®n que no atrap¨® Soria en un tiro a la desesperada de Lucas V¨¢zquez y cerr¨® la cuarta victoria merengue. Todas llevan su firma.

La tarde en el Bernab¨¦u empez¨® con el personal mirando para todos los lados dentro del estadio. El techo cerrado, el marcador led del primer anfiteatro, el gigante de la parte superior que a¨²n est¨¢ incompleto¡­ La gente comentaba hasta la nueva siller¨ªa. Todo era un oh en un recinto, o un parque de atracciones, que ya se parece bastante a la obra proyectada (la inauguraci¨®n oficial ser¨¢ a finales de a?o) y que este s¨¢bado ofrec¨ªa una ac¨²stica de pabell¨®n cerrado con 70.000 personas dentro. El chispeo de fuera a primera hora de la tarde vino de maravilla para mostrar que ah¨ª nadie se iba a mojar. Abajo estaban Modric por primera vez de entrada este curso, en lugar de Valverde, y Joselu tratando de aliviar el boquete del lesionado Vinicius.

Sin embargo, la sesi¨®n vespertina contemplando las maravillas del nuevo Chamart¨ªn deriv¨® pronto en una visita al potro del dentista. El r¨¢pido 0-1 y la presencia enfrente del ej¨¦rcito de Bordal¨¢s no dej¨® dudas de que la fiesta local se hab¨ªa acabado en la previa, con el homenaje a cuatro madridistas campeonas del mundo (Ivana Andr¨¦s, Olga Carmona, Misa Rodr¨ªguez y Teresa Abelleira). Nadie mejor que Carvajal mostr¨® que la tarde se hab¨ªa torcido para los anfitriones. El lateral protestaba a los 20 minutos al ¨¢rbitro como si solo quedaran cinco de la final de la Champions. El colegiado anul¨® tras visitar el VAR un penalti de Ale?¨¢ a Bellingham que no pareci¨® y mand¨® seguir en una salida de Soria fuera del ¨¢rea en la que los locales reclamaron mano.

El Getafe hac¨ªa del Getafe, y adem¨¢s recogi¨® el guante con el fallo en la defensa merengue. Tres centrales (Duarte, Alderete y Mitrovic), y Djen¨¦ por delante de ellos. Un triple forro que a nadie sorprendi¨®. Meti¨® su gol y ya no se volvi¨® a saber nada de ¨¦l en ataque hasta pasado mucho tiempo. Fran Garc¨ªa estaba en todas. Antes de su error, casi remata un centro por la derecha de Bellingham, y luego apareci¨® en la cocina de las dos mejores ocasiones del Madrid hasta el descanso. Su primer env¨ªo al ¨¢rea dej¨® una escena bastante singular: Modric cabeceando en plancha. Y el segundo, tras una gran acci¨®n personal, puso el foco sobre Joselu, que remat¨® al centro y mal un gol que el estadio dio por cantado. El Madrid encimaba, pero sin excesivas oportunidades y con nulo acierto.

El camino se hab¨ªa vuelto pedregoso para el Madrid y Ancelotti, que no acostumbra a grandes revoluciones a las primeras de cambio, movi¨® el ¨¢rbol a la vuelta de la pausa para recuperar la vieja f¨®rmula del Kroos-Modric, con Alaba en el lateral zurdo. Camavinga y Fran Garc¨ªa, a la caseta. Nacho, a escena. No dio tiempo a comprobar los efectos cuando Joselu no malgast¨® la segunda a bocajarro. Despu¨¦s de dos centros seguidos del Madrid, v¨ªa que us¨® a menudo, el ex del Espanyol agarr¨® un mal despeje de Djen¨¦ y remat¨® a placer. Todav¨ªa hizo falta consultar a los matem¨¢ticos del VAR para que lo validaran.

El empate desabroch¨® el partido, con m¨¢s volumen, m¨¢s ida y vuelta. Todo bajo el impacto de Kroos para mover los hilos. Tuvo el segundo el alem¨¢n en dos acciones seguidas (palo y parada de Soria), y a Ale?¨¢ le falt¨® punch para apuntar mejor dentro del ¨¢rea y solo. Despej¨® Kepa. Un partido m¨¢s abierto y un Madrid m¨¢s reconocible. La mand¨® tambi¨¦n al palo Carvajal en un centro muy cerrado y Soria dej¨® una parada categ¨®rica a un zurdazo de Joselu.

Rodrygo no dejaba de percutir (nueve tiros y solo uno a puerta), y a falta de un cuarto de hora Carletto tir¨® de Brahim y luego de Valverde. A todo recurri¨® el Madrid que mov¨ªa Kroos, pero solo le salv¨® el de siempre en estos tiempos: Jude Bellingham.

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