Espa?a se libera: triunfo en el campo y en la lucha contra el machismo
Un gol de penalti de Mariona en el 96 da el triunfo a la Roja en Suecia, donde las futbolistas recuperan la sonrisa tras el ¡®caso Rubiales¡¯ y mandan un mensaje al mundo: ¡°Esta es una lucha global¡±
Se liber¨® con goles y juego Espa?a. Se sacudi¨® la tensi¨®n y se lo pas¨® en grande jugando al f¨²tbol. Este viernes, sin embargo, lo m¨¢s importante no fue el resultado. Fue el mensaje. Tras las fotos de equipo y los respectivos himnos, suecas y espa?olas se juntaron frente a la tribuna central y sujetaron una pancarta: ¡°Se acab¨®. Nuestra lucha es la lucha global¡±. Protestaban as¨ª contra la violencia sexual, el acoso, las co...
Se liber¨® con goles y juego Espa?a. Se sacudi¨® la tensi¨®n y se lo pas¨® en grande jugando al f¨²tbol. Este viernes, sin embargo, lo m¨¢s importante no fue el resultado. Fue el mensaje. Tras las fotos de equipo y los respectivos himnos, suecas y espa?olas se juntaron frente a la tribuna central y sujetaron una pancarta: ¡°Se acab¨®. Nuestra lucha es la lucha global¡±. Protestaban as¨ª contra la violencia sexual, el acoso, las coacciones y la discriminaci¨®n que han afectado durante d¨¦cadas a las mujeres futbolistas y cuya denuncia prendi¨® en Espa?a despu¨¦s de que el ya expresidente de la Real Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol (RFEF), Luis Rubiales, besara en la boca y sin consentimiento a la delantera Jenni Hermoso en plena entrega de medallas tras ganar a Inglaterra en la final del Mundial. La suya, aunque personificada en Hermoso, es una denuncia planetaria contra el patriarcado que afecta a mujeres de todo el mundo. Que sus exigencias se hayan asumido por parte de la federaci¨®n y el Gobierno espa?oles, que hayan empezado a caer aquellos que durante a?os las ningunearon, les permiti¨® ponerse a pegar patadas al bal¨®n en una magn¨ªfica tarde de oto?o, ante un p¨²blico entregado al f¨²tbol en un estadio casi lleno, con 16.114 espectadores en las gradas.
Este viernes lo relevante era ver jugar a un equipo que se ha expuesto como nunca por pensar m¨¢s en los derechos sociales que en el f¨²tbol, m¨¢s en la denuncia que en la celebraci¨®n. Un equipo que desde que gan¨® la Copa del Mundo en S¨ªdney hace un mes ya ha pasado m¨¢s tiempo peleando por limpiar el honor de una compa?era y por un futuro mejor para las futbolistas espa?olas que en saborear el ¨¦xito may¨²sculo de aquella victoria. La selecci¨®n lleg¨® a Gotemburgo con el morro todav¨ªa torcido, agotadas sus jugadoras. Pero algo m¨¢s tranquilas.
Para las espa?olas, las del semblante serio y r¨ªgido de los ¨²ltimos d¨ªas, las primeras sonrisas volvieron cuando empezaron a tocar el bal¨®n, ya en los entrenos de estos ¨²ltimos dos d¨ªas. Las risas empezaron a escucharse en los rondos del calentamiento previo al partido, cuando fueron ovacionadas por la afici¨®n local, pancartas incluidas con el ya famoso ¡°Se acab¨®¡±. Y la felicidad, aunque fuera ef¨ªmera, asom¨® con la consecuci¨®n del primer gol. Sali¨® de las botas de Athenea del Castillo, que recibi¨® de una omnipresente Mariona. Era el tanto del empate. Y la celebraci¨®n, corta, la culmin¨® un abrazo colectivo. As¨ª, igual de discretas celebraron los tres goles con los que vencieron a Suecia, la mejor selecci¨®n del mundo, seg¨²n el ranking de la FIFA.
Espa?a se fue de Gotemburgo con una victoria liberadora y vital, que la pone en la senda de Par¨ªs 2024. Lo logr¨® desde los once metros y en el tiempo de descuento (m. 96). Inmune a la presi¨®n de todo un estadio, Mariona Caldentey, nervios de acero. No ser¨¢ f¨¢cil ganarse una plaza para estar en los Juegos del verano pr¨®ximo. No se regala nada aqu¨ª. Ni siquiera a la campeona del mundo. Pero los tres puntos de este primer partido de la Nations League ante Suecia le permiten emprender el camino con argumentos futbol¨ªsticos y la convicci¨®n de que se pueden hacer las cosas bien.
Se hab¨ªa adelantado Suecia con un primer gol, obra de Magdalena Eriksson, cuando las futbolistas de la Roja trataban todav¨ªa de ubicarse. El control del juego, sin embargo, siempre lo tuvo Espa?a. La posesi¨®n es cosa suya (69%), y la precisi¨®n en el pase (85%), que sigue siendo la esencia de su f¨²tbol. Toque, mucho toque. Y goles de a¨²pa. Como el que meti¨® Eva Navarro, apenas unos minutos despu¨¦s de entrar al campo. Un zurdazo tremendo. Recibi¨® en la esquina derecha del ¨¢rea, recort¨® y se perfil¨® hacia dentro. Con un golpeo potent¨ªsimo desde la frontal, la meti¨® al palo largo. La alegr¨ªa dur¨® el tiempo justo que tard¨® en despertar Suecia, una m¨¢quina bien engrasada al contragolpe. Meti¨® el segundo Lina Hurtig y dej¨® a Espa?a tiesa. Cabeza, cabeza, les ped¨ªa Bonmat¨ª. Y la tuvieron. Nunca renunciaron al bal¨®n.
Gracias a Bonmat¨ª y a Putellas. A pesar de que a Alexia le falta a¨²n un puntito de velocidad. Pero la clase no se pierde. No se ve afectada ni por las lesiones, por largas que estas sean, ni por las noches sin dormir, por duros que sean los disgustos. Un ca?o, una dejada. La 11 es el punto de referencia de Espa?a. Tambi¨¦n en el c¨¦sped. Con ellas dos batuta en mano, con Mariona omnipresente por su banda, con Carmona haciendo las coberturas y buscando las cosquillas a la defensa sueca, con Athenea llegando siempre a la l¨ªnea de fondo, persiguiendo el gol, y la polvorilla Eva Navarro ara?ando ocasiones en los minutos finales, lleg¨® Espa?a al punto de penalti. Donde sell¨® el triunfo.
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