Ancelotti: ¡°Bellingham tiene 20 a?os y parece que tiene 30. Nos sorprende a todos¡±
El ingl¨¦s, que lleva ocho goles y tres asistencias, suma otra aportaci¨®n decisiva, tambi¨¦n en la creaci¨®n, en un Real Madrid lastrado de nuevo atr¨¢s por desgracias individuales
Cinco horas antes, una riada de coches salidos de la ratonera del centro de N¨¢poles ya se encaminaba al estadio mientras en las moles de los cruceros tomaban el sol. Quiz¨¢ all¨ª, mirando al mar, hubieran agradecido la sesi¨®n de m¨²sica electr¨®nica que la estrella Joseph Capriati se solt¨® en los proleg¨®menos. A la gente del estadio le dio bastante igual. Solo les import¨® la megafon¨ªa cuando empez¨® a sonar una canci¨®n sobre Maradona, el dios pagano de la ciudad.
Un d¨ªa antes y conocien...
Cinco horas antes, una riada de coches salidos de la ratonera del centro de N¨¢poles ya se encaminaba al estadio mientras en las moles de los cruceros tomaban el sol. Quiz¨¢ all¨ª, mirando al mar, hubieran agradecido la sesi¨®n de m¨²sica electr¨®nica que la estrella Joseph Capriati se solt¨® en los proleg¨®menos. A la gente del estadio le dio bastante igual. Solo les import¨® la megafon¨ªa cuando empez¨® a sonar una canci¨®n sobre Maradona, el dios pagano de la ciudad.
Un d¨ªa antes y conociendo la llegada a este lugar tan ¨²nico como ca¨®tico del Madrid, a m¨¢s de uno se le escuch¨® que ¨¦l ya hab¨ªa visto en directo en el viejo San Paolo a Jude Bellingham. Como quien se quiere colgar una medalla ante el forastero. Se refer¨ªan al duelo de su selecci¨®n contra Italia: 1-2 para los pross y ning¨²n gol del cinco blanco. Aquello fue en marzo, lo que vuelve a recordar lo r¨¢pido que va el f¨²tbol para algunos. En medio a?o, su nombre ha pasado de las libretas de los cafeteros a las calles empedradas de la capital de Campania.
En la contabilidad de Bellingham no hay maquillaje: si saca el cuchillo, es para reba?ar algo. De sus ocho goles y tres asistencias en los nueve partidos del curso, solo el tercero al Girona podr¨ªa entrar en la categor¨ªa de prescindible. El resto tuvieron valor de victoria. Al Athletic lo sentenci¨®, y al Almer¨ªa, Celta, Getafe y Uni¨®n Berl¨ªn los tumb¨® directamente.
Este martes, en el San Paolo, dej¨® otra actuaci¨®n decisiva y, a diferencia de otras jornadas, su despliegue trascendi¨® a los goles. Cre¨®, rob¨®, asisti¨®, anot¨® y, al final, hasta tapon¨® en la frontal un tiro amenazante del N¨¢poles. ?l suaviz¨® el cante de Kepa en el 1-0 con un tanto y una asistencia previos del descanso, y antes de la pedrada final de Valverde, se le escap¨® el 2-3 con un cabezazo a bocajarro.
¡°Lo que sorprende de ¨¦l es que tiene 20 a?os y parece que tiene 30 por su car¨¢cter y personalidad. Siempre est¨¢ focalizado en el partido. Esto es raro en un jugador de 20. Y luego est¨¢ su fuerza y habilidad. Obviamente, sorprende un poco a todos¡±, admiti¨® Carlo Ancelotti.
M¨¢s en la creaci¨®n
El ex del Dortmund se apunt¨® una primera parte de enorme impacto en un escaparate de tanto lustre. Por lo que dice la estad¨ªstica (gol y asistencia) y, sobre todo, por lo que dej¨® en el juego. Hasta ahora, muchas jornadas de esta temporada su mayor aportaci¨®n hab¨ªa sido con dianas. Como si fuera poco. Pero en el Diego Armando Maradona su partido fue m¨¢s all¨¢. El ingl¨¦s baj¨® m¨¢s a la zona de creaci¨®n, como un cinco de verdad (su dorsal), reparti¨® cartas y se las rob¨® a los locales. Como un todocampista, la palabra que utiliz¨® para autodefinirse el d¨ªa de su presentaci¨®n.
¡°El ¨¦xito de la primera parte fue su posici¨®n, y la de Valverde y Rodrygo. Les cre¨® dificultades al N¨¢poles, su presi¨®n no siempre era efectiva¡±, apunt¨® el t¨¦cnico italiano sobre el mayor peso que hab¨ªa tenido el ingl¨¦s en la cocina del f¨²tbol blanco. En plena crecida personal, le birl¨® un bal¨®n a los muchachos de Rudi Garc¨ªa y le cedi¨® la igualada a Vinicius, con quien empast¨® bien durante ratos. Y luego logr¨® una gran diana rompiendo l¨ªneas ante una defensa que se fue aculando. ?Un gol maradoniano?, le preguntaron al joven. ¡°Es un poco demasiado¡±, replic¨®.
La noche, sin embargo, volvi¨® a mostrar las dos almas del Madrid. La que depende de Bellingham, solucionador de entuertos, y lo que ocurre del medio del campo hacia atr¨¢s. De una forma u otra, las goteras siguen apareciendo con peligrosa frecuencia para los intereses blancos. A Kepa, que cumpl¨ªa 29 a?os, todav¨ªa no se le pod¨ªa imputar ninguna desgracia, pero en N¨¢poles, a los 20 minutos, dej¨® un gatillazo de los que levantan sospechas. Caz¨® moscas en un c¨®rner y Ostigard se lo hizo pagar. Luego s¨ª dej¨® dos intervenciones de su cat¨¢logo, de un gato bajo palos. ¡°Nadie es perfecto. Tampoco yo, que soy muy guapo¡±, brome¨® Carletto. ¡°Es formidable entre palos y sufre en el bal¨®n a¨¦reo. No mide dos metros [1,88]¡±, acept¨® el entrenador blanco despu¨¦s de ganar.
La segunda desgracia, a¨²n con el aroma de la primera parte de Bellingham, ocurri¨® con Nacho. Esta vez, el VAR le castig¨® una mano fuera de sitio. Ancelotti, que se quej¨® de la pena m¨¢xima, no termina de echar el candado en su puerta. Muchas veces, por falta de tensi¨®n atr¨¢s en los arranques; este martes, por errores y desgracias individuales.
En esta ocasi¨®n, estas fallas no arruinaron la actuaci¨®n de Bellingham. El latigazo de Valverde la hizo buena. ¡°Me daba un poco de pena porque mir¨¦ y no pon¨ªa Valverde [en el marcador]. Me hizo una broma un rival, de que no era m¨ªo el gol¡±, coment¨® el uruguayo todav¨ªa sobre el c¨¦sped.
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