Espa?a recobra el mando ante Escocia y avista la Eurocopa

La Espa?a que sali¨® tiritando de Glasgow en marzo ha dado el estir¨®n. De Escocia a Escocia. De un seleccionador se?alado despu¨¦s de sus primeros pasos, a un t¨¦cnico que ha armado un bloque s¨®lido en el que funciona cualquier jugador que caiga. En La Cartuja debutaron Bryan Zaragoza, Fran Garc¨ªa y Oihan Sancet, y la maquinaria fluy¨® como si las piezas fueran las mismas de la Liga de las Naciones, o las de las goleadas a Georgia y Chipre. Tambi¨¦n Morata sigue igual, y cabece¨® para desatascar el partido y colocarse, co...

La Espa?a que sali¨® tiritando de Glasgow en marzo ha dado el estir¨®n. De Escocia a Escocia. De un seleccionador se?alado despu¨¦s de sus primeros pasos, a un t¨¦cnico que ha armado un bloque s¨®lido en el que funciona cualquier jugador que caiga. En La Cartuja debutaron Bryan Zaragoza, Fran Garc¨ªa y Oihan Sancet, y la maquinaria fluy¨® como si las piezas fueran las mismas de la Liga de las Naciones, o las de las goleadas a Georgia y Chipre. Tambi¨¦n Morata sigue igual, y cabece¨® para desatascar el partido y colocarse, con 34, a solo un tanto de David Silva como cuarto goleador hist¨®rico de la selecci¨®n. Espa?a recuper¨® pie en Sevilla, y vuelve a estar en disposici¨®n de terminar primera la fase de clasificaci¨®n para la Eurocopa del pr¨®ximo verano en Alemania.

El partido en La Cartuja se pareci¨® mucho al de Hampden Park, y tambi¨¦n tuvo rasgos muy distintos. Como en Glasgow, Escocia jug¨® a lo que sab¨ªa que pod¨ªa jugar, el plan que les hab¨ªa tra¨ªdo hasta este punto del calendario, con cinco victorias en cinco partidos. Les bastaba un punto para clasificarse para la Eurocopa. Suficiente con aguantar. Pero a diferencia de lo que sucedi¨® en Glasgow, Espa?a conserv¨® el control de la escena.

Se lanz¨® sobre la pelota desde que empez¨® a rodar. En cuanto llegaba a pies escoceses, ah¨ª aparec¨ªan Morata, Gavi, Oyarzabal, Rodri y Merino. De nuevo la versi¨®n voraz de La Roja, que no dejaba ocasi¨®n a que se estirara Escocia. Lo m¨¢s llamativo que mostraron fueron los saques de banda de Dykes, y luego de Porteus. Se trataba de env¨ªos largu¨ªsimos, a la altura del punto de penalti, pero all¨ª faltaba el ¨²nico delantero del equipo, precisamente Dykes, casi 1,90 metros estacionados en la banda en su ritual de secar el bal¨®n con la camiseta y hacerlo volar hacia una zona en la que no inquiet¨® a Le Normand y Laporte.

Los centrales empleaban m¨¢s tiempo mirando hacia delante que hacia atr¨¢s. Escocia viv¨ªa estacionada en su campo, y Laporte avanzaba y avanzaba buscando pasillos para filtrar pases. Esa tarea de exploraci¨®n era, en realidad, la de todos, bajo la direcci¨®n de Rodri, que parece jugar sobre un mont¨ªculo, como si observara el juego desde lo alto. Llevaba el juego de un costado a otro, pero Escocia no se desordenaba lo suficiente. O Espa?a se conduc¨ªa de manera demasiado previsible.

Escocia aguantaba bien esas aproximaciones por el per¨ªmetro. No parec¨ªa inquietarles esa vida a la espera. Espa?a solo ve¨ªa algo de luz cuando abandonaba esa rutina y se lanzaba efectiva a romper la l¨ªnea defensiva. Cuando asum¨ªa un punto m¨¢s de riesgo. As¨ª dio el primer susto, con un pase filtrado de Morata por el centro a Ferran Torres. Pero el remate se le fue a cent¨ªmetros del palo.

Tambi¨¦n se acerc¨® con una carrera de Gavi, que dej¨® la pelota atr¨¢s para un tiro de Oyarzabal que bloque¨® la defensa. El rechace lo envi¨® Merino al palo.

El camino del riesgo parec¨ªa el ¨²nico capaz de inquietar a un equipo que defend¨ªa el empate. Y despu¨¦s del descanso, De la Fuente puso sobre la hierba el riesgo m¨¢ximo, Bryan Zaragoza, un tipo que lleva solo nueve partidos de Primera y que el domingo por la noche, despu¨¦s de marcarle dos goles al Bar?a con el Granada, se enter¨® de que al d¨ªa siguiente deb¨ªa presentarse en Las Rozas. Con 22 a?os, no se hab¨ªa visto ni en una prelista. Le abrazaron muchos antes de salir del t¨²nel, sobre todo Unai Sim¨®n. Y Zaragoza se estren¨® como si siguiera jugando el partido de Los C¨¢rmenes: dos regates y un tiro en la primera que toc¨®, una falta provocada en la segunda, un centro con veneno en la tercera... Puro v¨¦rtigo.

Pero en medio del asalto, el p¨¢nico se traslad¨® a la otra ¨¢rea. McTominay, que marc¨® dos a Espa?a en Glasgow, emboc¨® una falta directa desde el lateral del ¨¢rea, un bingo tan inesperado que a los escoceses les entraba la risa. Pero el VAR se la hel¨® al encontrar un futbolista en fuera de juego. Espa?a pudo seguir a lo suyo en el otro lado, donde comenzaba a deshacerse la resistencia.

El castillo termin¨® de derrumbarlo Morata, que cabece¨® a la red llegando desde atr¨¢s un centro de Navas. El delantero del Atl¨¦tico sigue iluminado: este curso lleva 11 goles en 12 partidos entre su club y la selecci¨®n. El tanto supuso un alivio enorme para De la Fuente en la banda, y la puntilla del aguante escoc¨¦s. Se escurri¨® Hickey, le birl¨® la pelota Joselu, la puso en el ¨¢rea y Sancet, que tambi¨¦n debutaba, acab¨® marcando a medias con un defensa. En la Espa?a de De la Fuente funciona ya todo, entre quien entre.

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