El 4-3-3 de Montse Tom¨¦ para mujeres saud¨ªes a la defensiva

¡°?Por qu¨¦ la gente en Europa piensa que las mujeres en Arabia Saud¨ª no podemos hacer nada? Solo habl¨¢is de nosotras y hay sitios peores, como Pakist¨¢n o Bangladesh. Aqu¨ª no estamos mal ahora¡±, se queja Teif, una joven saud¨ª de 25 a?os, con sonrisa de vivaracha, que vivi¨® entre los 13 y los 18 en Madrid, y que sigue pasando temporadas en la capital de Espa?a, cerca de Las Ventas, donde reside un hermano. Pese a las denuncias habituales de las organizaciones internacionales sobre la vulneraci¨®n de derechos humanos y la apertura insuficiente, ella insiste en que no tiene queja. ¡°En 2016, cuando v...

¡°?Por qu¨¦ la gente en Europa piensa que las mujeres en Arabia Saud¨ª no podemos hacer nada? Solo habl¨¢is de nosotras y hay sitios peores, como Pakist¨¢n o Bangladesh. Aqu¨ª no estamos mal ahora¡±, se queja Teif, una joven saud¨ª de 25 a?os, con sonrisa de vivaracha, que vivi¨® entre los 13 y los 18 en Madrid, y que sigue pasando temporadas en la capital de Espa?a, cerca de Las Ventas, donde reside un hermano. Pese a las denuncias habituales de las organizaciones internacionales sobre la vulneraci¨®n de derechos humanos y la apertura insuficiente, ella insiste en que no tiene queja. ¡°En 2016, cuando volv¨ª de Espa?a, s¨ª not¨¦ la diferencia. Fue dif¨ªcil para m¨ª. En este momento, no echo nada en falta, puedo hacer lo que quiera¡±, asegura.

Ella es una de las 22 mujeres que acudieron el viernes al imponente campus de la Universidad Princess Nourah Bint Adul Rahman de Riad, trasladadas por la federaci¨®n saud¨ª para acudir a una charla de formaci¨®n para entrenadoras y jugadoras locales que ofreci¨® la seleccionadora espa?ola, Montse Tom¨¦. Ya hab¨ªa dado otra d¨ªas antes en Yeda. En el programa oficial, f¨²tbol y solo f¨²tbol. ¡°?En un 4-3-3, se presiona con laterales o con centrocampistas?¡±, le pregunt¨® una joven. ¡°Con todas¡±, respondi¨® la entrenadora, que se apoyaba en un traductor mientras hablaba de posesi¨®n, presi¨®n y posicionamiento. ¡°El f¨²tbol es espacio y tiempo¡±, les instru¨ªa.

El f¨²tbol femenino, y el deporte en general, forma parte del plan de las autoridades saud¨ªes en los ¨²ltimos a?os para abrir la mano en algunas libertades y en cuestiones de entretenimiento, pero sin tocar las cuestiones troncales. Hasta 2018, ellas no pod¨ªan entrar en los estadios, y en 2021 se cre¨® la selecci¨®n femenina y empez¨® a andar la primera Liga de mujeres.

Yeba, de 39 a?os, de padre saud¨ª y madre kuwait¨ª, insiste como Teif en que el pa¨ªs ¡°ahora es muy diferente¡±. ¡°En los dos ¨²ltimos a?os, muchas cosas han cambiado para la mujer en el deporte. Las chicas pueden ir al gimnasio, por ejemplo¡±, subraya esta residente en Dammam, una ciudad de unos 750.000 habitantes situada en el Golfo P¨¦rsico. Todo bien, desde su prisma. O casi. ¡°Lo que me gustar¨ªa es que todos en Arabia Saud¨ª vean que es normal que una mujer juegue al f¨²tbol¡±, reclama.

Ella cuenta que lo hizo desde ni?a, pese a la extra?eza de los chicos y las pocas que lo practicaban, porque su familia le dejaba cuando en otros hogares no era habitual. Ahora ejerce de entrenadora y tambi¨¦n se encuentra con situaciones que lidiar. ¡°Cuando los chicos ven que soy una mujer, me preguntan: ¡®?qu¨¦ haces aqu¨ª?¡¯ Lo ven raro. Y luego hay ni?os que no quieren entrenar con ni?as. En esos casos, pongo una chica con cinco chicos, para que se acostumbren¡±, explica Yeba durante un receso.

¡°No nos falta de nada¡±

Es viernes, d¨ªa sagrado en el Islam, y la gigantesca universidad est¨¢ vac¨ªa de estudiantes. Las pocas mujeres que pasean por el recinto van completamente tapadas, como mayoritariamente en Riad. Solo dejan a la vista los ojos. En la expedici¨®n que ha acudido a escuchar la charla de Montse Tom¨¦, sin embargo, nadie cubre su rostro y muchas ni siquiera se tapan el pelo.

Una de las que s¨ª lo hace es Nura, de 25 a?os, tez p¨¢lida y vestido negro, que no pone trabas en hablar, pero s¨ª exige no salir en las fotos de la federaci¨®n espa?ola. Igual que otras cinco mujeres que se sientan juntas. Su discurso sobre la situaci¨®n de la mujer en el pa¨ªs mantiene la l¨ªnea de Teif y Yeba. ¡°A las mujeres no nos falta de nada. Antes, s¨ª. En Europa creen que nosotras no podemos hacer nada por la familia y la cultura. Ahora, no¡±, destaca sin levantar apenas la voz y con respuestas cortas esta profesora de f¨²tbol que dice que de peque?a tambi¨¦n jugaba, aunque sus hermanos no le dejaban al principio ¡°porque era mala¡±. Nunca ha estado en Europa, afirma, y tampoco muestra excesivo inter¨¦s. Si acaso, para estudiar unos a?os y regresar a casa.

El velo

Nadie niega la apertura de Arabia Saud¨ª dentro de su programa marco Visi¨®n 2030 para mejorar la imagen en el mundo, pero siempre de forma controlada. Abre la mano, pero no camina de momento hacia una democracia con par¨¢metros occidentales. Seg¨²n Amnist¨ªa, en marzo de 2022 se aprob¨® la Ley sobre el Estatuto Personal que perpet¨²a para la mujer el sistema de tutela masculina.

¡°La gente de aqu¨ª se sorprende de que viaje sola. Me pregunta si no tengo miedo y por qu¨¦ me deja mi familia¡±, admite Teif sobre sus desplazamientos a Madrid. All¨ª, durante los a?os que vivi¨® de forma permanente, estudi¨® en un colegio de Arabia Saud¨ª del barrio de Arturo Soria. ¡°Mis amigas de all¨ª me preguntan si las chicas aqu¨ª podemos salir y si nos podemos quitar el velo. Yo lo llevo solo por comodidad y cuando visito el pueblo de mi abuela me cubro por completo antes de entrar en su casa, pero para que nadie hable. No me importa¡±, indica esta joven en un buen castellano. Ahora ejerce de entrenadora de f¨²tbol y trabaja como profesora en un gimnasio de Abha, al suroeste del pa¨ªs, ¡°un sitio m¨¢s cerrado que Riad¡±.

Se acaba la hora de la pausa de la comida y vuelta al aula para una charla sobre el modelo y la metodolog¨ªa del juego espa?ol. Otra vez, el 4-3-3.

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