Madrid descontado
Partido raro, oscurecido por las bajas. Sin la electricidad de Vini pero con detalles salvajes de Brahim, que abri¨® un boquete en forma de t¨²nel en la mejor jugada del partido
El Real Madrid sali¨® al derbi sin su mejor portero, sin sus tres mejores defensas, y diez minutos antes del partido, se anunci¨® que su mejor delantero se hab¨ªa lesionado en el calentamiento, luego que no, finalmente que s¨ª, y la megafon¨ªa del estadio dijo: ¡°Cambio de ¨²ltima hora. Se retira de la alineaci¨®n titular con el dorsal n¨²mero 7 Vinicius Junior y entra en su lugar con el dorsal 14 Joselu¡±, y sali¨® Brahim. No pas¨® inadv...
El Real Madrid sali¨® al derbi sin su mejor portero, sin sus tres mejores defensas, y diez minutos antes del partido, se anunci¨® que su mejor delantero se hab¨ªa lesionado en el calentamiento, luego que no, finalmente que s¨ª, y la megafon¨ªa del estadio dijo: ¡°Cambio de ¨²ltima hora. Se retira de la alineaci¨®n titular con el dorsal n¨²mero 7 Vinicius Junior y entra en su lugar con el dorsal 14 Joselu¡±, y sali¨® Brahim. No pas¨® inadvertido. Es una serpiente cascabelera, un jugador de duende que viene a reivindicar a su manera al mejor Isco: estos jugadores de ca?os, conducciones alocadas, feliz tracci¨®n trasera y colchones en las botas tienen siempre un sitio en el Madrid, tienen siempre un aplauso de tarde en el Santiago Bernab¨¦u, y desguazan partidos de la misma manera que desguazan defensas: abri¨¦ndolas como el champ¨¢n.
Brahim lo hizo pronto tras encontrarse en el ¨¢rea con un bal¨®n tan regalado que tard¨® segundos que fueron horas en saber qu¨¦ hacer con ¨¦l, en recordar qu¨¦ hab¨ªa que hacer con un bal¨®n si se tiene la porter¨ªa delante. Lo que ilumina tambi¨¦n a esos jugadores de sangre fr¨ªa en el ¨¢rea que hacen del reloj un arte, una pausa terror¨ªfica para el aficionado y para el portero que Brahim resolvi¨® tirando al c¨¦sped, de tanto que tard¨®, a Oblak. S¨®lo entonces se anim¨® a disparar. Y ocurri¨® todo en dos segundos.
Sin centrales titulares, con una pareja formada por Nacho y Carvajal que animaba a subirlos a un taburete en los c¨®rners, el Madrid se plante¨® la eterna duda con la mejor soluci¨®n: si no te f¨ªas de tu defensa, si tu defensa es antinatural, no defiendas. No hay que defender nunca si tu primer central es tu suplente y tu segundo central tu lateral derecho. ?Y qu¨¦ se hace para no tener que defender? Tener el bal¨®n. O sea, sacando a Toni Kroos al campo para que se quede con la pelota y la mueva como le salga del flequillo. Lo hizo veinte minutos antol¨®gicos en los que al Atleti s¨®lo le falt¨® sacar la acuarela y ponerse a pintar el estadio. Sin grandes ocasiones, pero con gran posesi¨®n: he aqu¨ª una utilidad del tiquitaca, la de que te d¨¦ pereza defender y tengas tambi¨¦n pocas ganas de disparar. La t¨¢ctica funcion¨® a medias hasta que en el minuto 93 Llorente salt¨® m¨¢s que nadie al lado de la porter¨ªa (hay que estar muy perdido en la vida para que un jugador rival salte sin oposici¨®n en un ¨¢rea llena de gente a un metro del portero) y empat¨® el partido irremediablemente. Simeone, con su equipo a diez puntos del l¨ªder en la Liga y tras empatarle el partido en casa, pidi¨® al ¨¢rbitro la hora.
Se hab¨ªa despertado el Atleti de la ¨²nica manera, por alto. Centros y m¨¢s centros acompa?ados de varios cabezazos terribles que merecieron alg¨²n premio si la punter¨ªa fuese buena o si en la puerta no estuviese Lunin, que solt¨® un guantazo de balonmano a un gol cantado del Atleti en la primera parte. Savic, al empezar la segunda, s¨ª conect¨® a puerta, se celebr¨® el gol mientras se buscaba a Lunin y apareci¨®, en la repetici¨®n, entorpecido por Sa¨²l en fuera de juego. Gol bien anulado y desconcierto en el f¨²tbol espa?ol, como siempre que una decisi¨®n arbitral apoyada en el reglamento favorece al Real Madrid. Est¨¢ bien: hay que pelear tambi¨¦n contra la ley. Minutos m¨¢s tarde Bellingham se desplom¨® en el ¨¢rea cuando se dirig¨ªa a un gol por querer empujar a un defensa atl¨¦tico. El f¨²tbol es rar¨ªsimo.
Partido raro, oscurecido por las bajas. Sin la electricidad de Vini pero con detalles salvajes de Brahim, que abri¨® un boquete en forma de t¨²nel en la mejor jugada del partido (resuelta con recorte y tiro desviado), y Bellingham junto a un c¨®rner bailando despacio con el bal¨®n el You never can tell. Con los a?os el Bernab¨¦u quiz¨¢ pase a llamarse durante un tiempo, en lenguaje coloquial y si la era que se avecina cumple lo que promete, Bellingham Palace. El romance lo merece. Pero hay que levantar antes mucha chatarra en primavera.
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