Montju?c es una casa de caridad: el Bar?a empata con el Granada
Los azulgranas, especialmente desafortunados en defensa y dependientes de Lamine Yamal, ceden un empate ante un valiente equipo andaluz, m¨¢s intenso, agresivo y mejor colocado que el conjunto de Xavi
Los goles caen sin parar en las porter¨ªas de Montju?c para desgracia del Bar?a. El Granada, que solo hab¨ªa marcado uno en campo contrario y es el pen¨²ltimo de la tabla, le meti¨® anoche tres a Ter Stegen, dos menos de los que el Villarreal le endos¨® a I?aki Pe?a. No es una cuesti¨®n de portero, tampoco de defensas o delanteros, ni siquiera de que juegue o no un...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
Los goles caen sin parar en las porter¨ªas de Montju?c para desgracia del Bar?a. El Granada, que solo hab¨ªa marcado uno en campo contrario y es el pen¨²ltimo de la tabla, le meti¨® anoche tres a Ter Stegen, dos menos de los que el Villarreal le endos¨® a I?aki Pe?a. No es una cuesti¨®n de portero, tampoco de defensas o delanteros, ni siquiera de que juegue o no un mediocentro, sino que es un problema de equipo, como bien sabe la hinchada del Barcelona.
Los azulgrana concedieron un empate contra el Granada en una jornada pintada para que mejoraran su clasificaci¨®n en la Liga. No hay manera de que estabilicen su f¨²tbol, ni tampoco de que ganen al equipo nazar¨ª, que suma cuatro empates y una victoria en sus ¨²ltimos encuentros frente al Barcelona, un campe¨®n desfigurado y sin m¨¢s futbolista en la cancha que Lamine Yamal. Tanto da quien juegue y quien entrene el Granada para desdicha del Barcelona. El efecto de la dimisi¨®n anunciada por Xavi para final de temporada se acab¨® a la tercera jornada de Liga.
La visita del Granada permiti¨® insistir en el dise?o estrenado en Mendizorroza. Los azulgrana recuperaron la figura del medio centro, un puesto que defiende un central reciclado como Christensen, y han ganado un cuarto centrocampista a cambio de un tercer delantero, acotado el ataque a Lamine Yamal y Lewandowski. La novedad fue la presencia de I?igo Mart¨ªnez y Pau Cubars¨ª y la suplencia de Araujo para garantizar una buena salida de bal¨®n ya reforzada con la reaparici¨®n de Ter Stegen. La apuesta no funcion¨® porque sorprendentemente el guardameta titube¨® mucho, como si hubiera perdido sensibilidad con su juego de pies, y el partido qued¨® a merced del Granada, m¨¢s intenso y agresivo, muy bien dispuesto para presionar al Bar?a.
El equipo del Cacique Medina impuso su calidad f¨ªsica, muy superior en los duelos individuales, y empeque?eci¨® al Barcelona, que no paraba de correr en busca de la pelota, especialmente desordenado en su ¨¢rea y sin m¨¢s jugador desequilibrante en campo ajeno que Lamine Yamal. El extremo coron¨® un muy buen centro al segundo palo de Cancelo despu¨¦s de poner una pelota de gol a la que no lleg¨® Lewandowski. El tanto de Yamal, sin embargo, no cambi¨® el guion de un encuentro gobernado por el Granada, que acab¨® por empatar en una muy buena entrada de Pellistri por el costado derecho y cuyo centro fue rematado excelentemente por Ricard S¨¢nchez ante el asombro de Ter Stegen.
Aunque el 1-1 lleg¨® despu¨¦s que Hongla evitara un gol cantado de Lewandowski, habilitado por Pedri en una jugada orientada naturalmente por Yamal, el Granada era mejor equipo que el Bar?a. Los azulgrana, siempre reactivos, no encontraban su sitio en defensa y solo atacaban cuando aceleraba el extremo, el mismo que ya fue la figura contra el Alav¨¦s. El silencio en el estadio era sobrecogedor por el f¨²tbol lento y soso del Barcelona, f¨¢cil de contrarrestar para el Granada, que remiti¨® en su afrenta, cada vez m¨¢s cerca de su portero que de Ter Stegen. No sab¨ªan qu¨¦ hacer los barcelonistas con el cuero, demasiado previsibles, sin chispa ni capacidad de sorpresa y por el contrario expuestos a las transiciones del Granada.
La cara de Ter Stegen evit¨® el gol de Pellistri en un contragolpe de manual que denunci¨® el mal posicionamiento del Barcelona. No perdon¨® Pellistri un minuto m¨¢s tarde despu¨¦s de una concesi¨®n colectiva de la zaga del Barcelona. No sabe replegar ni presionar el equipo de Xavi. La ofensiva depende de la electricidad de Yamal y de las asistencias (10) de G¨¹ndogan, excelente en el toque para el remate de Lewandoski. El empate dur¨® muy poco porque volvi¨® a ceder Ter Stegen en un cabezazo de Ignasi Miquel. Al rescate acudi¨® Yamal, quien cruz¨® un tiro raso imparable desde fuera del ¨¢rea, despu¨¦s de rebanar la pelota a Callej¨®n en una acci¨®n muy protestada por el Granada. El carrusel de ocasiones en las dos porter¨ªas se sucedi¨® en Montju?c.
Ter Stegen evit¨® el cuarto y Lamine no pudo conseguir la victoria cuando en la cancha ya estaba incluso Marc Guiu. El partido no ten¨ªa remedio por la fragilidad de los azulgrana, aprovechada por un valiente Granada. A la gente de Montju?c, convertida en una casa de caridad, ya no le quedan fuerzas ni para pitar al Bar?a.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.