Lamine Yamal dignifica al Barcelona ante el Celta
Dos goles de Lewandowski, uno de penalti repetido en el tiempo a?adido, dan el triunfo a un equipo dependiente de su extremo en un mal partido en Vigo
Hace ya tiempo que se mira al marcador y no al campo cuando juega el Bar?a. Los partidos son muy aburridos futbol¨ªsticamente y en cambio resultan emocionantes por los resultados que se dan, por los momentos en que se cuentan los goles y por las circunstancias en las que se cantan victorias como la de Vigo. El equipo de Xavi...
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Hace ya tiempo que se mira al marcador y no al campo cuando juega el Bar?a. Los partidos son muy aburridos futbol¨ªsticamente y en cambio resultan emocionantes por los resultados que se dan, por los momentos en que se cuentan los goles y por las circunstancias en las que se cantan victorias como la de Vigo. El equipo de Xavi gan¨® en el tiempo a?adido con un penalti que el ¨¢rbitro mand¨® repetir y permiti¨® la rehabilitaci¨®n de Lewandowski. El polaco remat¨® dos jugadas de Lamine Yamal, el jugador barcelonista diferencial, siempre decisivo en las ¨²ltimas jornadas de Liga. Aunque parezca mentira, el Barcelona no solo no ha perdido un partido en campo ajeno sino que sali¨® vencedor de un escenario maldito como Bala¨ªdos.
Al Celta no le sirvi¨® de nada el tanto de rigor de Aspas, al que Ben¨ªtez recurri¨® en un momento muy delicado en Vigo. El delantero de Moa?a, habituado a la suplencia a sus 36 a?os, le tiene tomada la medida al Bar?a y a Ter Stegen. El portero ha encajado 10 tantos de Aspas. Marc¨® el atacante gallego de rebote y, sin embargo, perdi¨® el Celta, que solo hab¨ªa cedido en uno de los ¨²ltimos nueve encuentros contra el Barcelona, que es el equipo m¨¢s goleado de las mejores ligas de Europa.
El Celta se despleg¨® siempre que pudo a partir de Aspas. Las pocas transiciones celestes fueron tan r¨¢pidas como lentos los repliegues del Bar?a. El plan era acabar la jugada con Larsen, siempre atento a la espalda de Cancelo. Y el ariete solo pudo chutar una vez ante Ter Stegen. Los azulgrana tampoco lograban dar continuidad al juego en un partido muy abierto y cuando por fin sal¨ªan con la pelota y alcanzaban la cancha contraria la cadena de pases se estropeaba por los malos controles de Vitor Roque, que estren¨® titularidad mientras descansaba G¨¹ndogan.
La presencia de un tercer delantero a cambio de un cuarto centrocampista no mejor¨® la mec¨¢nica de juego del Bar?a. Aunque limit¨® las concesiones defensivas y las llegadas del Celta eran escasas, se repet¨ªan las p¨¦rdidas de bal¨®n en el bando barcelonista y no se generaban ocasiones ante Guaita. A falta de fluidez y de movilidad, el Bar?a viv¨ªa de la presi¨®n colectiva, de los detalles de Pedri y de las apariciones de Yamal. Al equipo le costaba encontrar al extremo, seguramente por las vigilancias defensivas del Celta. Yamal fue decisivo en cuanto pudo armar la jugada y contactar con Lewandowski.
El joven delantero tom¨® el cuero en el costado derecho, super¨® la marca de Ristic y tir¨® la diagonal con la zurda para conectar con Lewandowski. El control del ariete result¨® igual de efectivo que el tiro para firmar el 0-1. Ni siquiera con el marcador a favor consigui¨® el Bar?a controlar el partido porque acto seguido concedi¨® un disparo franco a Mingueza que detuvo Ter Stegen. La falta de concentraci¨®n barcelonista result¨® tan alarmante como su lentitud ante un adversario muy tenso y parado en su campo, sin capacidad de sorpresa, m¨¢s pendiente del ¨¢rea de Guaita. La desconexi¨®n barcelonista pes¨® m¨¢s que la par¨¢lisis del Celta.
Los azulgrana tardaron mucho tiempo en comparecer en la cancha despu¨¦s del descanso por unas molestias de Araujo. Todav¨ªa no se hab¨ªa asentado I?igo Mart¨ªnez en el sitio del uruguayo cuando apareci¨® el exazulgrana Mingueza como Pedro por su casa en la espaciosa ¨¢rea y con un taconazo puso el esf¨¦rico a pies de Aspas. El remate del delantero dio en Kound¨¦ y super¨® a Ter Stegen. No hay equipo m¨¢s generoso que el Bar?a en el entretiempo e inicio de los partidos, tambi¨¦n a la hora de sacar de centro, como si viviera un tiempo muerto, la mejor invitaci¨®n para cualquier rival y especialmente para el necesitado Celta. El empate provoc¨® que el partido se convirtiera en un correcalles que envalenton¨® m¨¢s al Celta que al Barcelona.
Nadie escap¨® en cualquier caso al juego de desprop¨®sitos, ni celestes ni azulgrana, igual de negados los titulares que los suplentes en el mejorado c¨¦sped de Vigo. El final confirm¨® el desatino de Bala¨ªdos. La patada de Fran Beltran sobre Yamal ejemplific¨® el juego de imprecisiones porque el jugador celeste peg¨® al delantero sin querer, cuando pretend¨ªa rechazar el bal¨®n, sin darse cuenta de que se cruzaba Yamal, que cay¨® derribado ante Guaita. El meta, sin embargo, par¨® el penalti de Lewandwoski. No le sirvi¨® de nada porque el colegiado mand¨® repetir el tiro despu¨¦s que Guaita se moviera antes de tiempo para suerte de Lewandowski, que no perdon¨® el segundo y puso el 1-2. Una victoria agradecida, porque el resultado muy bien pudo ser un empate o una derrota, que permite al Bar?a permanecer en la zona Champions camino de N¨¢poles. La inercia de la Liga dif¨ªcilmente valdr¨¢ para sobrevivir en Europa.
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