Carles Rexach: ¡°Si Cruyff era Dios, yo era San Pedro¡±
Cincuenta a?os despu¨¦s del 0-5 en el Bernab¨¦u, Charly compara el f¨²tbol de entonces y hoy
Con excepci¨®n de su temporada en Jap¨®n (1997-1998), cuando entren¨® al Yokohama Fl¨¹gels, la vida de Carles Rexach (Barcelona, 77 a?os) ha transcurrido en 20 kil¨®metros a la redonda. Desde Pedralbes al Camp Nou, de paso por Sant Joan Desp¨ª. Futbolista exquisito, como t¨¦cnico salt¨® de La Masia a ser recordado como el ayudante de Johan Cruyff. Es, sin dudas, un referente total del barcelonismo. Hay un d¨ªa, sin embargo, que la hinchada del Barcelona le recuerda insistentemente a Charly: el 17 de febrero de 1974. ¡°No s¨¦ si porque todav¨ªa estaba Franco. No s¨¦ si por los a?os que hab¨ªan pasado desde la ¨²ltima vez que hab¨ªamos ganado algo. No s¨¦ si por todo el globo que se hizo. Pero todo el mundo me recuerda el 0-5 al Madrid¡±. Tan futbolero como divertido, Rexach saca de paseo todo su carisma cuando se cumplen 50 a?os de la hist¨®rica goleada del Barcelona en el Santiago Bernab¨¦u.
Pregunta. ?Se lo recuerdan por el resultado o por el juego?
Respuesta. Por el partido. Fue un d¨ªa duro, de guerras individuales. Pero en ese Bar?a, los cinco delanteros [Rexach, Asensi, Cruyff, Sotil y Marcial] ten¨ªamos la capacidad de generar superioridad, que es, b¨¢sicamente, de lo que se trata el f¨²tbol. Lo mismo pasaba en el Bar?a de Messi, Neymar, Su¨¢rez e Iniesta. En nuestra ¨¦poca, era todo marca al hombre. Cruyff ten¨ªa siempre un plomo pegado. Y ahora se est¨¢ volviendo un poco a eso. Presi¨®n alta, bloque para aqu¨ª y para all¨¢. Se lo digo as¨ª porque es la manera en la que la gente habla ahora¡
P. ?Le molestan los nuevos eufemismos?
R. El otro d¨ªa un periodista me pregunta: ¡°?Qu¨¦ es el tercer hombre?¡±. ¡°Una pel¨ªcula¡±, le respond¨ª. ?El tercer hombre? Yo te la paso a ti y no vale repetir. Hay que buscar a otro compa?ero. Ahora todo parece floreado. Un gol, por ejemplo. Antes se gritaba y punto. Ahora, uno hace un coraz¨®n; otro, se pone el bal¨®n en la barriga. Todo es de cara a la galer¨ªa. No hay espontaneidad. Tambi¨¦n se ha perdido el f¨²tbol de la calle. Antes cog¨ªas el bal¨®n y no se lo pasabas ni a tu padre. Ahora ense?an al rev¨¦s. Al ni?o le piden que juegue f¨¢cil, que no se complique. Y lo que hay que explicar es cu¨¢ndo hay que hacer una cosa y cu¨¢ndo la otra.
P. ?El ADN del Bar?a es entonces una milonga?
R. No quiero decir eso, pero a menudo el Dream Team se parece a otros equipos del Barcelona como un huevo a una casta?a. Y se lo voy a explicar: Cruyff y yo ¨¦ramos delanteros. El partido siempre era 5-3, 6-4. Defensivamente, no ¨¦ramos muy fuertes. Pero los pases del Dream Team eran verticales o diagonales.
P. ?Y en el de Guardiola?
R. Pep era centrocampista. Le gusta tocar, sobar, tener la pelota. Pep defensivamente es mucho mejor que nosotros, pero ofensivamente creo que nosotros en ocasiones ¨¦ramos mejores.
P. ?El equipo de Luis Enrique era m¨¢s parecido al Dream Team?
R. Es un problema de mentalidad. Luis Enrique era delantero. Cruyff y yo ¨¦ramos delanteros. Siempre quer¨ªamos acabar la jugada. Un entrenador que fue delantero, piensa como delantero. El que fue centrocampista, como centrocampista. Y el defensa, como defensa.
P. ?El que fue portero?
R. No, no hay ninguno bueno [se r¨ªe]. Ahora, en serio. Antes de un entrenamiento, el Flaco me dec¨ªa: ¡°?Tienes ganas de jugar? Vamos a montar el entrenamiento para ti y para m¨ª¡±. Alguna vez, alguno que no jugaba nos pegaba un poco. Nosotros, Johan y yo, siempre fuimos jugadores, eso de entrenar fue suced¨¢neo. Puede sonar a fantasmada, pero nos hicimos entrenadores para ense?ar un poco lo que sab¨ªamos.
P. Habla de nosotros cuando se refiere a usted y Cruyff, ?se siente reconocido?
R. S¨ª. Como jugadores, est¨¢bamos Marcial y yo, ¨¦ramos los admirados. Pero la presencia de Cruyff inclin¨® la balanza. Era el mejor del mundo. Y despu¨¦s, sigui¨® como entrenador. Un d¨ªa vino Johan a un entrenamiento, sac¨® un bal¨®n de rugby e hizo un partido. Cuando acab¨® el periodista m¨¢s osado le pregunt¨® el porqu¨¦. ¡°Hombre¡±, le respondi¨®; ¡°por los cambios de ritmo¡±. Toda la gente se qued¨®: ¡°Guau¡±. Si eso lo llego a hacer yo me mandan a observaci¨®n, pero si lo hace otro lo mandan al manicomio. Si Cruyff era Dios, yo era San Pedro.
P. Entonces, no se siente reconocido.
R. No, s¨ª que me siento. Pero Cruyff es otra dimensi¨®n. Fue el primero que trajo la t¨¢ctica. Cuando tuve a Kubala de entrenador las instrucciones eran pelear, luchar y agallas. ¡°No te jode¡±, pensaba. Cruyff daba soluciones. Pero yo ten¨ªa m¨¢s paciencia. A Stoichkov, por ejemplo, cuando no quer¨ªa jugar de extremo, se lo expliqu¨¦ yo. Soy un t¨ªo l¨®gico. Busco soluciones.
P. ?Le sabe mal c¨®mo termin¨® todo con Johan?
R. Cruyff y yo nos ve¨ªamos a menudo. Y lo bien que me pas¨¦ la vida con Johan. La gente puede hablar lo que quiera.
P. ?Entiende que Xavi diga que este es el club m¨¢s dif¨ªcil del mundo?
R. S¨ª. Para estar en el Bar?a hay que ser especial. Aqu¨ª han pasado grandes jugadores y los han puteado. A Luis Su¨¢rez, el Bal¨®n de Oro, por ejemplo. Le pegaban cada pitada que lo dejaban tieso. Aqu¨ª antes gustaban los jugadores que andaban por el suelo y se tiraban contra la valla.
P. ?Qui¨¦n cambi¨® eso?
R. Cruyff y yo, cuando empezamos de entrenadores.
P. ?Qu¨¦ le ha faltado a Xavi?
R. Primer punto: vino en un momento dif¨ªcil, tuvo un par de cojones. Segundo, se encontr¨® con jugadores que hab¨ªan jugado con ¨¦l, como Piqu¨¦, Alba, Busi, Ter Stegen. Todo eso cuesta. Lo ¨²nico que le encuentro a Xavi, a toro pasado, es que quiz¨¢s estuvo un poco solo. Voy a poner de ejemplo el caso de Romario. Cruyff, a veces, le dec¨ªa: ¡°Yo, en mi ¨¦poca¡¡±. Y el brasile?o le contestaba: ¡°Tu ¨¦poca ya ha pasado¡±. Entonces, interven¨ªa yo: ¡°Calla, un poco de respeto¡±.
P. ?Qu¨¦ equipo le gusta ver?
R. El City, sin duda. Pep, t¨¢cticamente, es muy bueno. Adem¨¢s, pierde mucho tiempo en darle la vuelta a las cosas. Nosotros pod¨ªamos hacer tres movimientos para cubrir la subida de un defensa. Pep puede tener mil.
P. ?Es el que m¨¢s sabe?
R. Le voy a dar la ¨²ltima sentencia para acabar ?Sabe qui¨¦nes son los que m¨¢s saben de f¨²tbol? Los ni?os. Usted va a un colegio y el m¨¢s bueno para un lado, el segundo para el otro. Y el m¨¢s tronco se queda fuera. Eligen bien cuando montan los equipos, nunca se equivocan.
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