La carga del PSG rinde a un valiente Bar?a
Una pol¨¦mica expulsi¨®n de Araujo a la media hora condiciona un partido presidido por la presi¨®n francesa y los fallos defensivos azulgrana en los goles
Aunque el Bar?a se reconcili¨® con la Champions, Montju?c no es el Camp Nou y el Bar?a de la vuelta tampoco fue el mismo que el de la ida en el Parque de los Pr¨ªncipes. Las diferentes circunstancias que giraron en favor de los azulgrana en Par¨ªs se tornaron en su contra en Barcelona. Una pol¨¦mica expulsi¨®n de Araujo (m.30) marc¨® un punto de inflexi¨®n an¨ªmico y futbol¨ªstico en e...
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Aunque el Bar?a se reconcili¨® con la Champions, Montju?c no es el Camp Nou y el Bar?a de la vuelta tampoco fue el mismo que el de la ida en el Parque de los Pr¨ªncipes. Las diferentes circunstancias que giraron en favor de los azulgrana en Par¨ªs se tornaron en su contra en Barcelona. Una pol¨¦mica expulsi¨®n de Araujo (m.30) marc¨® un punto de inflexi¨®n an¨ªmico y futbol¨ªstico en el barcelonismo y subray¨® la afrenta del PSG. Todo les sali¨® bien a los franceses, que solo concedieron un momento de gloria a Lamine Yamal, asistente de un gol de Raphinha que encendi¨® Montju?c. Los futbolistas de Luis Enrique respondieron con cuatro tantos, dos de Mbapp¨¦, tras un ejercicio muy bien planteado y mejor resuelto para llegar a la semifinal ante el Borussia Dortmund. A su inferioridad, respondi¨® el Bar?a con valent¨ªa y competitividad, excusado siempre en el ¨¢rbitro y el lance de Araujo.
No era f¨¢cil mantener el control emocional en la cancha tras la agresiva carga ambiental protagonizada a la entrada del estadio por radicales azulgrana, especialmente desagradables por sus insultos a Demb¨¦l¨¦ y Vinicius y tan impacientes que confundieron el bus del Bar?a ¡ªy lo apedrearon¡ª con el del PSG. Aunque el olor a p¨®lvora se apag¨® r¨¢pido, la grada temblaba por la excitaci¨®n de la hinchada, nerviosa y expectante, optimista y prudente, como si no las tuviera todas consigo tras recuperar los viejos h¨¢bitos y las rutinas olvidadas de cuando su equipo mandaba en Europa. No hab¨ªa ni euforia ni miedo, sino una tensi¨®n competitiva que los futbolistas necesitaban absorber y administrar en un partido de v¨¦rtigo por la pulsi¨®n del PSG, un equipo que no especula, y menos con el marcador en contra de la ida: 2-3. El estr¨¦s pudo con Araujo.
El Bar?a defend¨ªa m¨¢s que jugaba y hab¨ªa sobrevivido tan bien hasta la media hora que ganaba por 1-0 despu¨¦s de una jugada monumental de Lamine Yamal que remat¨® Raphinha. El extremo profundiz¨® por el costado derecho, recort¨® a Nuno Mendes, aceler¨® y centr¨® para la llegada del brasile?o, que atac¨® el primer palo para batir a Donnarumma. La efectividad azulgrana fue por un momento tan disuasoria como el desequilibrio de Lamine Yamal. Una transici¨®n y un gol que pudieron ser dos poco despu¨¦s por un remate de Lewandowski tras diez minutos de solidaridad azulgrana y empacho de bal¨®n del PSG. La acometida francesa empez¨® nada m¨¢s sacar de centro Mbapp¨¦. Aunque el delantero se fue al suelo despu¨¦s de cuerpear con Cubars¨ª, tan autoritario como exquisito en el corte y en el pase, el PSG arrambl¨® al Bar?a muy cerca del ¨¢rea de Ter Stegen.
Los muchachos de Luis Enrique, m¨¢s voraces que intensos, flotaban a Araujo, reduc¨ªan a Lewandowski con la marca de Lucas Hern¨¢ndez y aislaban a Raphinha. Los barcelonistas tardaron 11 minutos en tener la pelota y marcar el 1-0. Los franceses necesitaron 40 para empatar despu¨¦s de que Demb¨¦l¨¦ se anticipara a Cancelo. Los extremos franceses volaban para desespero de los laterales del Barcelona. Demb¨¦l¨¦ pudo marcar el 1-2 antes del descanso y Barcola provoc¨® la expulsi¨®n de Araujo tras negar Ter Stegen un doble remate a Mbapp¨¦. El central uruguayo perdi¨® la pelota y acto seguido derrib¨® en el l¨ªmite del ¨¢rea a Barcola. El ¨¢rbitro expuls¨® al charr¨²a y Xavi retir¨® a Lamine Yamal para dar entrada a I?igo Mart¨ªnez. El cambio, justificable t¨¢cticamente, desanim¨® a la afici¨®n.
La inferioridad num¨¦rica de los barcelonistas agrand¨® la superioridad del PSG. Los franceses tardaron menos de una hora en firmar el remonte con un disparo cruzado desde la frontal del ¨¢rea de Vitinha que no tuvo r¨¦plica por parte de ning¨²n zaguero del Barcelona. Los goleadores de Par¨ªs repet¨ªan en Montju?c. El 1-2 atemper¨® al equipo de PSG hasta el punto de conceder un tiro muy franco a G¨¹ndogan. La jugada, sin embargo, no envalenton¨® a los barcelonistas, sino que desquici¨® a Xavi, que fue expulsado por tercera vez durante la temporada, y descoloc¨® a Cancelo. El portugu¨¦s volvi¨® a entrar a destiempo a Demb¨¦l¨¦. Mbapp¨¦ marc¨® el penalti para desesperaci¨®n del Bar?a. Hasta Pedri, titular por delante de Ferm¨ªn, echaba el h¨ªgado por la boca mientras no paraba de achicar la grada de Montju?c y se impon¨ªa la calma del PSG.
El equipo de Luis Enrique, tan valiente como expuesto al ataque, no sabe cerrar los partidos, le cuesta descansar con la pelota, m¨¢s reconocible con Achraf, Zaire-Emery y Barcola que con los cambios que meti¨® el asturiano con el marcador a favor y el Bar?a al ataque. A punto estuvieron de forzar la pr¨®rroga un latigazo de Lewandowski que provoc¨® la estirada de Donnarumma y un tiro cruzado de Raphinha. Ante la duda, apareci¨® a ¨²ltima hora Mbapp¨¦ para resolver un excelente contragolpe y firmar la clasificaci¨®n del PSG de Luis Enrique ante la ira de Xavi. La actuaci¨®n arbitral servir¨¢ de argumento para excusar la eliminaci¨®n de un Barcelona que se qued¨® a medio camino en su regreso cuatro a?os despu¨¦s a los cuartos de final de la Champions. No alcanza con dejarse la piel y la vida para volver al cuadro de honor de Europa.
La eliminaci¨®n acaba con la racha azulgrana ?¡ª13 partidos sin perder¡ª y obliga a retomar el anuncio de la dimisi¨®n de Xavi. La decisi¨®n del entrenador resulta ahora mismo tan controvertida como la falta y expulsi¨®n que provoc¨® la roja de Araujo.
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