El Bar?a resucita en Par¨ªs
Los azulgrana, con una excelente actuaci¨®n de sus delanteros en un escenario complejo, derrotan a un PSG que se ahog¨® en su euforia y ech¨® de menos el desequilibrio de Mbapp¨¦
La condici¨®n de cuartofinalista agrand¨® a un Bar?a que llevaba cuatro a?os sin encontrar su sitio en la Champions. Los azulgrana se batieron con una grandeza olvidada en un partido de contrastes y alternativas que tuvo adem¨¢s a goleadores insospechados como Raphinha, Vitinha, Demb¨¦l¨¦ y Christensen. No fue precisamente la noche de Mbapp¨¦ ni de las figuras reunidas en el Parque de los Pr¨ªncipes. El pomposo y ruidoso PSG de Luis Enrique no pudo con el sereno y responsable Barcelona de Xavi. Los franceses se ahogaron en su euforia ante un equipo azulgrana liberado despu¨¦s de eliminar al N¨¢poles y dispuesto a reconquistar Europa a partir de escenarios de mal recuerdo como era Par¨ªs.
La motivaci¨®n es m¨¢xima en el Barcelona. No hay lugar para las distracciones sino que se imponen ejercicios de reivindicaci¨®n como el de Par¨ªs. La respuesta a una cita muy exigente y ante uno de los favoritos del torneo fue un luminoso 2-3. El triunfo avala a un equipo que se ha endurecido con la cr¨ªtica, el despecho y el desprecio visible en las distintas instalaciones del PSG.
Luis Enrique tom¨® la iniciativa desde la sala de prensa, tan reivindicativo e intimidatorio a t¨ªtulo personal con su curr¨ªculo azulgrana como desafiante desde el punto de vista corporativo en calidad de entrenador del PSG, un club que alimenta sus expectativas europeas a partir de una hist¨®rica rivalidad con el Bar?a. La obsesi¨®n del equipo franc¨¦s, todav¨ªa dolorido por aquella remontada del Camp Nou (6-1), contrasta con la indiferencia de los azulgrana, m¨¢s excitados por su regreso a los cuartos de final despu¨¦s de cuatro a?os de ausencia que por enfrentar al adversario que en su d¨ªa acogi¨® a Messi, fich¨® a Demb¨¦l¨¦ y pag¨® 222 millones por Neymar.
Xavi huy¨® del cuerpo a cuerpo y simplemente toc¨® una alineaci¨®n ganadora para dar entrada al recuperado De Jong por Ferm¨ªn porque se mantienen las dudas sobre la salud de Christensen. Los resultados no condicionan las formaciones del intervencionista Luis Enrique. Ausente por sanci¨®n Achraf, el t¨¦cnico asturiano agit¨® la formaci¨®n en busca de la sorpresa con la entrada de jugadores como Asensio y Kang-in Lee, viejos conocidos de la Liga, y la suplencia de Za?re-Emery. El once del PSG siempre est¨¢ pendiente en cualquier caso de la posici¨®n de Mbapp¨¦. El delantero volante¨® desde la izquierda al puesto de falso 9 mientras por la derecha atacaba Demb¨¦l¨¦.
Juega el PSG de la misma manera que habla Luis Enrique, de manera desacomplejada y tambi¨¦n expuesta, con la defensa muy adelantada y volcado en cancha del Barcelona. Muy vigilantes defensivamente, los azulgrana apenas ten¨ªan la pelota, de manera que su mejor salida eran los saques largos de porter¨ªa y especialmente la verticalidad de Raphinha. La profundidad del brasile?o, muy poderoso al espacio, denunci¨® la vulnerabilidad del PSG antes de que rematara Mbapp¨¦. Raphinha dispuso de dos ocasiones que resolvi¨® Donnarumma mientras Nuno Mendes sac¨® desde la l¨ªnea de gol un remate de Lewandowski. El equipo franc¨¦s se convirti¨® muy pronto en espectador del despliegue del Bar?a.
La actividad de Raphinha contrastaba con el aislamiento de Mbapp¨¦ en un partido cada vez m¨¢s inclinado a favor del Bar?a por la falta de continuidad del PSG, m¨¢s poderoso en las transiciones que en ataque est¨¢tico, reducido por la defensa orientada por Cubars¨ª. La perseverancia del brasile?o acab¨® por ser decisiva cuando intervino Lamine Yamal. El extremo puso el cuero con el exterior de su zurda en el ¨¢rea, no acert¨® el meta en el rechazo y Raphinha marc¨® el 0-1. La delantera azulgrana sac¨® de sitio y de quicio a la zaga del PSG. Raphinha era indetectable y nadie lograba bloquear a Lewandowski, excelente en sus movimientos en la l¨ªnea de tres cuartos, m¨¢s pasador que rematador, un 10 antes que un 9.
No funcionaba el plan de Luis Enrique, que se corrigi¨® en el descanso con el cambio de Barcola por Asensio, insustancial en el Parque de los Pr¨ªncipes. El PSG solo tard¨® cinco minutos en remontar despu¨¦s de conceder dos goles en acciones muy mal defendidas ante Ter Stegen. Demb¨¦l¨¦ no marca goles sino que los falla cantados o mete golazos como el segundo de la temporada que anot¨® frente a su exequipo: el extremo recort¨® con la derecha y chut¨® con la izquierda despu¨¦s de un despeje de Araujo. Vitinha cruz¨® acto seguido un pase filtrado por Fabi¨¢n en la despoblada ¨¢rea barcelonista y solo el larguero evit¨® el 3-1 de Barcola.
Los cambios tambi¨¦n funcionaron en el Barcelona porque Pedri, nada m¨¢s pisar el campo, habilit¨® con un toque celestial a Raphinha, certero con su zurdazo sobre la salida del torpe Donnarumma. Y Christensen cabece¨® un c¨®rner botado por G¨¹ndogan despu¨¦s que Barcola y Demb¨¦l¨¦ no atinaran ante Ter Stegen cuando el encuentro estaba m¨¢s abierto que nunca ante el desespero de la afici¨®n del Parque de los Pr¨ªncipes. No apareci¨® Mbapp¨¦ y el partido se acab¨® en el regazo del Barcelona. El sentido de equipo que durante mucho rato evidenciaron los barcelonistas fue m¨¢s importante que los momentos del PSG. A la espera de la vuelta, el Bar?a se regalar¨¢ unos d¨ªas de alegr¨ªa por un triunfo de prestigio en Par¨ªs. El Bar?a vuelve a contar en Europa.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.