La c¨®lera del ¡®Duque¡¯ Hummels
A sus 35 a?os, el l¨ªder del Dortmund, disgustado con Terzic y Nagelsmann, recupera su sentido de anticipaci¨®n al amparo de una estructura que le ayuda a disimular la decadencia f¨ªsica
El gesto impert¨¦rrito de Mats Hummels presidi¨® cada una de las crisis del Dortmund en el curso de esta Champions. Cuando el Atl¨¦tico ganaba 2-0 en el Metropolitano, cuando empataba 2-2 en el Westfalenstadion; o cuando Kylian Mbapp¨¦ recib¨ªa el bal¨®n y amagaba con un demarraje bestial en Par¨ªs. Ante todo, mucha calma. Como el prestidigitador, inm¨®vil hasta el momento culminante, su aplomo creci¨® con cada uno de sus zarpazos de gato. As¨ª le rob¨® balones a Griezmann y ...
El gesto impert¨¦rrito de Mats Hummels presidi¨® cada una de las crisis del Dortmund en el curso de esta Champions. Cuando el Atl¨¦tico ganaba 2-0 en el Metropolitano, cuando empataba 2-2 en el Westfalenstadion; o cuando Kylian Mbapp¨¦ recib¨ªa el bal¨®n y amagaba con un demarraje bestial en Par¨ªs. Ante todo, mucha calma. Como el prestidigitador, inm¨®vil hasta el momento culminante, su aplomo creci¨® con cada uno de sus zarpazos de gato. As¨ª le rob¨® balones a Griezmann y as¨ª se los rob¨® a Mbapp¨¦ en el Parque de los Pr¨ªncipes. No una: varias veces. Cuando un reportero impertinente le pregunt¨® si aqu¨¦l de Par¨ªs hab¨ªa sido el mejor partido de su vida, despu¨¦s de que hiciera el gol del triunfo (0-1), se detuvo tranquilamente con aire distra¨ªdo para recordar que ¨¦l ya sabe lo que es parar en seco a Messi: ¡°Mi mejor partido fue la final del Mundial de 2014¡å.
Este central condecorado en todos los conflictos, con fama de virtuoso, holgaz¨¢n y mujeriego, sonr¨ªe desde los 35 a?os de su pedestal cuando lo amenazan con Vinicius J¨²nior, su archirrival en la final de Wembley, este s¨¢bado. ¡°He estado viendo muchos partidos del Madrid¡±, advirti¨® en el Bild, ¡°y me he puesto en el lugar de los defensas rivales. Me planteo: ¡®?Qu¨¦ puedo hacer yo en esta situaci¨®n?¡¯. Al Madrid hay que quitarle la posibilidad de atacar la profundidad y esto cuenta especialmente para Vinicius. Pero esa profundidad la tienen sobre todo despu¨¦s de los pases perfectos de Toni Kroos¡±.
Un verdadero arist¨®crata solo reconoce el arte en otro arist¨®crata. Lo cierto es que hace un a?o la carrera de Hummels parec¨ªa acabada. El hombre interpreta un glorioso encore tras la trayectoria m¨¢s insospechada. B¨¢varo de nacimiento, surgi¨® de la cantera del Bayern y jug¨® en el filial hasta que en 2008 le subieron al primer equipo con cartel de gran promesa local. Ah¨ª permaneci¨® sin asomar hasta 2016, cuando fich¨® por el Dortmund. Dicen en M¨²nich que le dejaron marchar convencidos que un hedonista de su calibre no estaba hecho para el m¨¢ximo nivel. Error garrafal. En sus ocho temporadas en Dortmund gan¨® dos Bundesligas, disput¨® la final de Champions en 2013 -es el ¨²nico superviviente en la actual alineaci¨®n titular-, y fue el pilar de la defensa que levant¨® la Copa del Mundo en Brasil. Entonces los dirigentes del Bayern le fueron a buscar para convencerse, tres a?os m¨¢s tarde, de que su actitud indolente no pod¨ªa ser buena para el esp¨ªritu colectivo de superaci¨®n. Decepcionados, en 2019 le liberaron, y de nuevo recal¨® en Dortmund, en lo que parec¨ªa su jubilaci¨®n. All¨ª languideci¨® hasta que de s¨²bito, el oto?o pasado, dio muestras de recuperar la intuici¨®n perdida. Donde antes llegaba siempre tarde, comenz¨® a intervenir con puntualidad. Ya no hab¨ªa jugada que le cogiera a contramano.
Daniel R¨ªos, t¨¦cnico de la academia del Dortmund que ahora se responsabiliza del sub-19, se?ala una clave: ¡°Como a todos los centrales, a Hummels hay que analizarlo por los compa?eros que le rodean. Con Nico Schlotterbeck han formado la pareja de centrales perfecta. Los dos se complementan y se potencian con el portero, Gregor Kobel, que est¨¢ haciendo una gran temporada. Me recuerda a Mathias Sammer. Cuando el Dortmund gan¨® la Champions en 1997, el equipo creci¨® gracias a la compenetraci¨®n de los defensas: Sammer jugaba atr¨¢s de libre, con mucha incidencia en la salida del bal¨®n, y Kohler y Julio C¨¦sar cog¨ªan a los delanteros contrarios y se ocupaban m¨¢s de los duelos f¨ªsicos¡±.
Amparado en la velocidad de Schlotterbeck para las acciones defensivas directas, y en las coberturas que le prestan Sabitzer desde el mediocampo y Maatsen y Ryerson desde los laterales, el viejo capit¨¢n puede dedicarse de pleno al arte de la anticipaci¨®n, la lectura estrat¨¦gica, y el reparto de la pelota empleando todos los perfiles de sus dos pies con un aire de suficiencia que s¨®lo ¨¦l se puede permitir en este Dortmund pragm¨¢tico antes que deslumbrante. ¡°No siempre bajamos las estrellas del cielo con nuestro juego¡±, admite Hummels. ¡°Pero sentimos que estas son las armas que nos han funcionado. Defendemos m¨¢s abajo que antes, con un bloque compacto. Practicamos un f¨²tbol minimalista en el buen sentido¡±.
¡°Sent¨ª verg¨¹enza¡±
Hummels admiti¨® esta semana que tras la primera vuelta de la Bundesliga influy¨® en Edin Terzic, el entrenador, para que modificara su tendencia a encerrarse atr¨¢s. ¡°Sent¨ª verg¨¹enza ajena¡±, confes¨® en el Bild. ¡°Y le dije a Terzic que un club como el Dortmund no se pod¨ªa permitir planteamientos que no persiguieran el dominio del adversario durante 95 minutos¡±.
Su excelente final de temporada, sin embargo, no le vali¨® la convocatoria que esperaba para disputar la Eurocopa de Alemania este verano. Dicen en la federaci¨®n que el seleccionador, Julian Nagelsmann, desconf¨ªa de un futbolista que entrena tan poco. Teme el efecto narc¨®tico que podr¨ªa tener en los dem¨¢s un l¨ªder que baja las pulsaciones durante los ensayos. ¡°Yo le dije a Nagelsmann: ¡®Me siento en el banquillo, puedo ser tu quinto central¡¯. Pero ¨¦l me dijo que se planteaba otras cosas, y me habl¨® de cuestiones m¨¢s relacionadas con la preparaci¨®n f¨ªsica¡±, recuerda el jugador.
¡°Me llena de amargura no entrar en la convocatoria porque no tengo dudas de que soy uno de los cinco mejores defensas de Alemania¡±, dice. ¡°Muy pocos me pueden hacer sombra si defendemos a 30 metros de nuestra ¨¢rea. Si se trata de carreras puras, hay otros mejores que yo¡±.
Por debajo de su apariencia somnolienta el Duque est¨¢ col¨¦rico. Edin Terzic espera que todo ese resentimiento se materialice en el muro que frene al Madrid este s¨¢bado. ¡°Mi trabajo como entrenador es respaldar a mi jugador y hablar de ello para que intente demostrar que se equivocaron excluy¨¦ndolo de la selecci¨®n¡±, observa Terzic. ¡°Esto lo conseguir¨¢ ganando la Champions¡±.
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