El Atl¨¦tico se atasca en Vallecas

Ni con el tridente tan reclamado, Sorloth, Griezmann y Juli¨¢n Alvarez pudo el Atl¨¦tico ganar en Vallecas. La tripleta, puesta en liza con los cambios en el descanso, le dio para igualar el gol de ese futbolista de una pieza que es Isi. Luego, no supo resolver el Atl¨¦tico lo que supone jugar en Vallecas y cedi¨® un empate que lo aleja ya a seis puntos del Barcelona. La desventaja ya convierte cada partido casi en una final si el intimidante equipo de Hansi Flick sigue sumando de tres en tres y no encuentra equipo que lo pare. No hizo el Atl¨¦tico un partido digno de equipo que aspira a pelear el t¨ªtulo. Fue superado en bastantes tramos por un buen Rayo, atrevido para buscarle en el primer tiempo y cartesiano para mantener el empate.

No se sinti¨® nunca c¨®modo el Atl¨¦tico en el que todo era nuevo por la media docena de rotaciones que hizo Simeone respecto al encuentro del Leipzig. Una defensa in¨¦dita, con Azpilicueta, Witsel y Reinildo de centrales y Nahuel Molina y Lino a los carriles. En el medio, Llorente, Koke, y Gallagher. No funcion¨®. El Rayo no se lo permiti¨®. Por juego y por intensidad en los duelos. Si Simeone pensaba en Vigo para guardar jugadores, tambi¨¦n se los reserv¨® ??igo L¨®pez, este m¨¢s con la mirada en el segundo acto. Camello y el deseado James se quedaron en el banco. Con todo, el partido lo gobern¨® el Rayo de salida. Ciss y Unai L¨®pez contuvieron al tr¨ªo de centrocampistas colchonero e Isi, por momentos los bail¨®. Se incrustaba a sus espaldas y sus giros y conducciones hac¨ªan pupa. En la banda, Simeone, visiblemente airado, ped¨ªa m¨¢s ritmo y trabajo. En Vallecas hay que ponerse el mono, un traje que ligue con esa pancarta de working class que luce en el fondo. Si no, el Rayo te encajona y te maniata. Y eso es lo que le hizo al Atl¨¦tico en el primer tiempo, que solo pudo estirarse en un par de ocasiones. Un disparo de Lino y un derechazo de Juli¨¢n ?lvarez que revent¨® el larguero, ambas ocasiones creadas a partir de lo que supone jugar en ese estadio. En cuanto se rompe una l¨ªnea de presi¨®n, el camino a la porter¨ªa rival est¨¢ despejado.

Eso lo manej¨® mejor el equipo de I?igo L¨®pez, que pod¨ªa volar con Ratiu y De Frutos por la derecha y Chavarr¨ªa y Embarba por la izquierda. Aqu¨ª encontraron una mina con Molina, al que le sacaron la verg¨¹enza futbol¨ªstica con un t¨²nel. Fue De Frutos el que aplic¨® la ley de Vallecas cuando con una conducci¨®n desparram¨® todo el sistema defensivo del Atl¨¦tico por el medio. Abri¨® a la derecha, donde Ratiu solt¨® un disparo cruzado al que Isi sali¨® al paso en la frontal del ¨¢rea peque?a para embocarlo a placer con el interior. Hizo justicia el tanto al juego del Rayo y al partido que se estaba marcando Isi, siempre con la dinamo y la turbina a pleno rendimiento y al servicio de su buena pierna izquierda.

Se perdi¨® por la bocana de los vestuarios Simeone meneando la cabeza. Ya se vio obligado a cambiar a Azpilicueta, lesionado, por Gim¨¦nez al borde del descanso. En la caseta tambi¨¦n oper¨®. C¨®mo ser¨ªa su sensaci¨®n de que el equipo necesitaba dinamita y f¨²tbol que puso todo lo que ten¨ªa. Sent¨® a los intrascendentes Llorente y Lino y meti¨® a Correa y Griezmann. Por primera vez dispuso el tridente que se le reclama, el franc¨¦s, Juli¨¢n Alvarez y Sorloth. Aunque eso le obligara a cambiar el dibujo y pasar a una defensa de cuatro. El efecto fue inmediato. Griezmann prolong¨® con la puntera un pase y dej¨® a Sorloth mano a mano con Batalla. El noruego se ech¨® la pelota larga y se escor¨® hasta la l¨ªnea de fondo. All¨ª busc¨® perfilarse hasta que vio la llegada de Gallagher. El ingl¨¦s marc¨® con su especialidad. Un tirito de interior ajustado desde la media luna del ¨¢rea. Un buen gol que tambi¨¦n premiaba al jugador m¨¢s notable del Atl¨¦tico. El que mejor entendi¨® durante todo el partido lo que hab¨ªa que poner en cada disputa.

Con el empate y toda la artiller¨ªa en el campo, el Atl¨¦tico tuvo m¨¢s de cuarenta minutos para intentar buscar una victoria que ya no supo encontrar. Un disparo de media distancia de Juli¨¢n Alvarez que repeli¨® Batalla fue su ¨²nica mueca hasta el final. Se embot¨®, con ?lvarez demasiado escorado a la izquierda y sin el Rayo permiti¨¦ndole correr y cerrando todos los espacios. Y amenazante, por si acaso, cuando entraron James y Camello. No sufri¨® agobios finales el equipo de I?igo L¨®pez, que incluso tuvo tramos en los que se rehizo y tom¨® el control. Ten¨ªa el empate a tiro y lo defendi¨® con solvencia.