Isi Palaz¨®n: ¡°Trabajar en la huerta reforz¨® mi personalidad¡±

Es imposible ver un partido del Rayo Vallecano y no reparar en el zurdo que se revuelve en la banda derecha del ataque. Cada vez que Isaac Palaz¨®n salta a la cancha ¡ªeste domingo a las 16.15 se medir¨¢ al Atl¨¦tico en el Wanda¡ª lo hace con la desesperaci¨®n de quienes alguna vez han temido perder lo que m¨¢s quer¨ªan en la vida.

Naci¨® en Cieza, Murcia, en 1994, y ten¨ªa 13 a?os cuando el Real Madrid lo fich¨® para su equipo de cadetes. Una temporada m¨¢s tarde le despidieron. ¡°Pensaba m¨¢s en la familia que hab¨ªa dejado atr¨¢s que en el f¨²tbol¡±, dice. Entonces le fich¨® el Villarreal, y en la cantera de Castell¨®n se curti¨® durante cuatro temporadas hasta que, nuevamente, le despidieron. Regres¨® a Cieza y se temi¨® lo peor. ¡°Mis ingresos pasaron de ser mil y pico euros en el Villarreal a ser cero. Para la edad que ten¨ªa, era un salario importante. ¡®?Ahora qu¨¦ haces, Isi? ?Sigues entrenando o te vas a trabajar?¡¯ Ten¨ªa 19 a?os y decid¨ª irme a trabajar al campo. Pens¨¦ si realmente serv¨ªa para el f¨²tbol. O¨ªa lo que suele decirse en los pueblos, donde hay mucha envidia: ¡®Ya sab¨ªa que este no val¨ªa, ya sab¨ªa que no iba a llegar...¡±.

Ten¨ªa 19 a?os y decid¨ª irme a trabajar al campo. Pens¨¦ si realmente serv¨ªa para el f¨²tbol. O¨ªa lo que suele decirse en los pueblos, donde hay mucha envidia: ¡®Ya sab¨ªa que este no val¨ªa, ya sab¨ªa que no iba a llegar...

¡°Cieza es tierra de melocot¨®n¡±, advierte, antes de explicar que durante toda una temporada de cosecha aprendi¨® tantas cosas de la vida como del f¨²tbol. ¡°Hay una ¨¦poca para clarear al ¨¢rbol, cuando sale la hoja del fruto y tienes que quit¨¢rselas para que el melocot¨®n no pese tanto y parta las ramas; y otra ¨¦poca cuando le das otra pasada; y luego cuando quitas los frutos m¨¢s peque?os, que han cogido menos savia, y los que tienen se?ales de los p¨¢jaros, hasta seleccionar a los m¨¢s perfectos. La recogida va de mayo a septiembre. Albaricoques, nectarinas, paraguayas, melocotones... Depende de la variedad. Me dio mucho gusto ver crecer a los ¨¢rboles y aprender de gente que tiene que mantener a su familia, y est¨¢n currando de sol a sol y al final de mes no les alcanza ni para pagar la luz¡±.

¡°Me levantaba a las siete de la ma?ana con un fr¨ªo tremendo¡±, recuerda. ¡°Me hizo pensar: ¡®Voy a intentarlo por ¨²ltima vez¡¯. Fue cuando firm¨¦ por el Real Murcia Imperial. La mentalidad me cambi¨® much¨ªsimo. Lo que me pas¨® reforz¨® mi personalidad¡±.

La impresi¨®n de verse en el l¨ªmite tambi¨¦n defini¨® su conducta dentro del campo de juego, donde siempre suele desmarcarse hacia las zonas calientes. ¡°Me siento muy c¨®modo en situaciones de presi¨®n, cuando veo que atraigo rivales¡±, dice. ¡°Llevo mucho tiempo jugando a pierna cambiada y meti¨¦ndome por dentro, y la experiencia te hace ver el pase antes de que te venga el bal¨®n. Lo aprend¨ª de Iniesta. Antes que me llegue el bal¨®n intento situar a todos los rivales para buscar las posiciones libres. En mi puesto son muy importantes los segundos ganados. A m¨ª me filtran un pase y el primer control es fundamental. Siempre intento estar perfilado mirando a porter¨ªa y controlar con la derecha para llevarle el bal¨®n con la zurda, con la misma zancada. Cada segundo que ganas te ayuda a pensar mejor y a construir mejor la jugada¡±.

S¨¦ que existe un riesgo de que te quiten el bal¨®n. Y el riesgo en Primera es mayor que en Segunda, y en Segunda es mayor que en Segunda B. Pero en el Rayo entendemos que si quieres ganar, a la larga, cuando recibimos la pelota en zonas intermedias nos van a salir m¨¢s cosas buenas que malas

Hay jugadores que piden la pelota hacia su campo, alej¨¢ndose del n¨®dulo de presi¨®n rival. Isi la pide muchas veces donde m¨¢s f¨¢cil es que se la quiten. ¡°S¨¦ que existe un riesgo¡±, dice. ¡°Y el riesgo en Primera es mayor que en Segunda, y en Segunda es mayor que en Segunda B. Pero en el Rayo entendemos que si quieres ganar, a la larga, cuando recibimos la pelota en zonas intermedias nos van a salir m¨¢s cosas buenas que malas. Queremos que el otro equipo diga: ¡®?Ojo que estos han venido con fuerza!¡¯. Sabemos que habr¨¢ momentos en que nos podr¨¢n pillar en alg¨²n contraataque con los centrales muy abiertos y los laterales muy arriba, pero entendemos que debemos convivir con la gesti¨®n de esas situaciones¡±.

A fuerza de desmarcarse hacia el l¨ªo, Isi ha generado tantos conflictos t¨¢cticos en los contrarios como dudas jur¨ªdicas en Andoni Iraola, el t¨¦cnico del Rayo, que oficia de ¨¢rbitro en los entrenamientos. ¡°Hay situaciones en los entrenamientos¡±, dice el jugador, ¡°en las que yo conduzco mucho y eso favorece que los rivales ¡ªen este caso mis compa?eros¡ª me den alguna patada que otra. Y l¨®gicamente el entrenador no puede estar parando el entrenamiento cada dos por tres. A Andoni le gustan los entrenamientos con mucho ritmo, como los partidos, y ¨¦l me lo dice de cachondeo: ¡®Eres el jugador m¨¢s dif¨ªcil que he tenido de arbitrar¡¯. Porque yo cuando no me las pita me caliento un poco¡±.

Este domingo en las bandas del Wanda no habr¨¢ paz para los defensas del Atl¨¦tico.

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