Ca¨ªda de tensi¨®n y susto del Madrid ante el Alav¨¦s

El Real Madrid jug¨® el partido al rev¨¦s que otras noches. Empez¨® golpeando, con todo bajo control, y cuando la noche ya parec¨ªa muerta, la revivi¨® en su contra con una vertiginosa ca¨ªda de tensi¨®n. Despu¨¦s de verse 3-0, termin¨® sin saber qu¨¦ hacer con la pelota y con el Alav¨¦s, que nunca se dej¨® ir pese al marcador, empujando con el empate a la vista. Un sinsentido en el que casi se evapora todo lo que hab¨ªa avanzado el Real.

Se lo hab¨ªan planteado muy en serio. Pese a la cercan¨ªa del derbi en el Metropolitano, el ¨²ltimo estadio donde ha perdido en la Liga, hace ya m¨¢s de un a?o, Ancelotti no se guard¨® nada para recibir al Alav¨¦s. El italiano ha emprendido la b¨²squeda de la armon¨ªa en el funcionamiento, y eso se encuentra sobre el campo, sobre todo en tiempos de calendarios apretados y escasez de sesiones de entrenamiento. Adem¨¢s, su equipo ten¨ªa una tarea pendiente. El s¨¢bado, antes de jugar contra el Espanyol, les hab¨ªa retado a marcar antes del descanso, algo que solo hab¨ªan logrado una vez en los seis partidos anteriores. El empe?o fue notable. Tiraron 14 veces. Aunque sin premio, algo as¨ª no les hab¨ªa sucedido nunca en casa en cinco a?os.

Contra el Alav¨¦s, el Real pareci¨® retomar el hilo de la historia donde lo hab¨ªa dejado el s¨¢bado, con Vinicius inalcanzable. El reto les dur¨® 54 segundos. Valverde cruz¨® un centro largu¨ªsimo de derecha a izquierda, el brasile?o se lanz¨® por la l¨ªnea de fondo, dribl¨® y ech¨® atr¨¢s una pelota que emboc¨® Lucas V¨¢zquez. Ese movimiento de Vinicius, aunque lo repita mil veces, aunque se conozca de memoria, sigue resultando letal. Su capacidad para producir veneno desde la izquierda es formidable.

Cumplido el reto de anotar en el primer acto, el Madrid se aplic¨® a engrasar las conexiones entre sus atacantes, en particular por la izquierda, donde se juntaban Vinicius, Bellingham y Mbapp¨¦. El Alav¨¦s resist¨ªa con orden, una entrega atenta y generosa, y pierna firme. En ese paisaje superpoblado fueron afinando sus movimientos. La m¨²sica a la que baila cada uno cada vez se parece m¨¢s. Bellingham, el conector de los tres de arriba, va encontrando al franc¨¦s. Y Mbapp¨¦ va afinando con el instante en el que aparecer al encuentro de sus balones filtrados. As¨ª lleg¨® su gol: entr¨® por el centro, se cruz¨® con el pase del ingl¨¦s, recort¨® y marc¨®. El tanto tambi¨¦n fue el tramo m¨¢s sinf¨®nico de un equipo que persigue la afinaci¨®n. Lleg¨® tras 26 pases, el gol m¨¢s elaborado de cualquier equipo en lo que va de Liga.

40 minutos, dos tiros y dos goles. Todo lo contrario del asedio infructuoso de la ¨²ltima noche en el Bernab¨¦u. Entre los dos tantos, otra colecci¨®n de arranques agitados de Vinicius, quejoso con las entradas. El ¨¢rbitro no ve¨ªa lo mismo y acab¨® mostr¨¢ndole la amarilla. Eso s¨ª fue como el s¨¢bado.

El partido iba en una sola direcci¨®n. El Alav¨¦s disfrutaba de escasos tramos fugaces con la pelota manejados por Antonio Blanco. Sin descomponerse. Pero el Real viv¨ªa muy alerta, en particular Valverde, rapid¨ªsimo en el corte, omnipresente, due?o de la franja central con Tchouameni.

La funci¨®n del Madrid se desarrollaba con la fluidez de la maquinaria que se va ajustando. A la vuelta del descanso, otro zarpazo. No hab¨ªan transcurrido tres minutos cuando Lucas V¨¢zquez lanz¨® a Rodrygo por esa banda derecha tan poco explotada pero de la que el brasile?o cada vez extrae m¨¢s. Una carrera, un regate, unas pisadas en el ¨¢rea y un gol entre las piernas de Sivera.

Calma chicha en el Bernab¨¦u. Tanto, que Endrick tuvo algo m¨¢s que migajas. Sali¨® con m¨¢s de 20 minutos por delante, aunque con la excitaci¨®n de siempre. Apenas hab¨ªa pisado el campo cuando caz¨® un bal¨®n perdido y lo estrell¨® en el palo. Hubo incluso espacio para peticiones del p¨²blico. Vallejo asom¨® por primera vez en mucho tiempo a calentar en la banda y la grada lo celebr¨®. Y luego lo solicit¨®: ¡°Carletto, saca a Vallejo¡±, coreaba el fondo sur. El italiano ten¨ªa preparado a su lado para salir a G¨¹ler y termin¨® rindi¨¦ndose: hizo una se?a al banquillo y Vallejo entr¨® con el turco.

La placidez se demostr¨® excesiva. Protesoni acert¨® con un tirazo desde fuera del ¨¢rea poco despu¨¦s de que Rebbach hubiera dado al palo, y Kike Garc¨ªa anot¨® el segundo del Alav¨¦s al aprovechar un bal¨®n a la espalda. El susto frustr¨® el debut del canterano Jacobo Ram¨®n, que ya se hab¨ªa asomado al campo desde la banda, pero al que Ancelotti devolvi¨® a toriles. De repente, se vio cerca de perder lo que hab¨ªa acumulado. Tras el desarrollo del choque, el final dej¨® un alivio extra?¨ªsimo en el Bernab¨¦u.