El Madrid recupera el fuego antes de ir a Anfield
Golea al Legan¨¦s, impulsado por Bellingham y Vinicius, que dej¨® la izquierda a Mbapp¨¦ en un partido en el que volvi¨® a marcar el franc¨¦s
Aunque sigue angustiado por la monta?a de lesiones, la corriente del Real Madrid ha cambiado en paralelo al retroceso del Barcelona, al que ha recuperado cinco puntos en las dos ¨²ltimas jornadas. En la escasez extrema, el batall¨®n de Ancelotti ha despertado, m¨¢s unido con menos efectivos, y con goles de quienes m¨¢s en falta los echaban, Mbapp¨¦ y Bellingham, que marcaron en la victoria contra un Legan¨¦s que no se deshizo en ning¨²n tramo, pero al que no permitieron encontrar el modo de inquietar a Courtois. Pese a las estrecheces de personal, el Madrid contempla con algo m¨¢s de alegr¨ªa la comprometida visita al Liverpool en Anfield del mi¨¦rcoles.
Necesitar¨¢ ajustes poco acad¨¦micos, pero ya le funcionan m¨¢s engranajes que antes. Est¨¢ pelado en defensa, pero no fue solo ah¨ª donde intervino Ancelotti. Poco margen le quedaba en esa l¨ªnea: coloc¨® a Valverde de lateral derecho y, como pareja de R¨¹diger, al canterano Asencio, de nuevo seguro y acertado. El italiano sigui¨® agitando la organizaci¨®n m¨¢s arriba, donde ha influido la llegada de Mbapp¨¦. Despu¨¦s de 18 partidos no se ha aclimatado al centro. En el ¨²ltimo compromiso, ese peque?o resurgir general contra Osasuna, ya se asom¨® por la izquierda hacia el final.
Y por all¨ª empez¨® en Butarque, lo que desplaz¨® a Vinicius al centro. El brasile?o pis¨® bastante la zona central el a?o pasado, despu¨¦s de la marcha de Benzema, de quien parece haber retenido algo de su talento de conector. Se mueve ah¨ª con m¨¢s soltura que Mbapp¨¦, enriquece m¨¢s el juego. Pero desparece de la izquierda, donde todav¨ªa resulta m¨¢s da?ino que el franc¨¦s. Pero de momento hay otras necesidades. El traslado le sent¨® bien a Mbapp¨¦, liberado en su carril. Entraba en contacto con el bal¨®n m¨¢s a menudo y arrancaba hacia delante, aunque desde muy lejos y con poca amenaza. Lo mejor que tuvo se lo sirvi¨® Vinicius desde su localizaci¨®n de pivote: dos pases filtrados para un mano a mano y una asistencia.
La jugada del primer gol contuvo mucho de lo que hab¨ªa echado de menos Ancelotti hasta hace unos d¨ªas. Vinicius perdi¨® una pelota y la p¨¦rdida desat¨® una reacci¨®n furiosa. Se lanz¨® a robar Camavinga, se tir¨® Bellingham a seguir apretando y termin¨® recuperando el brasile?o con un toque que ya le meti¨® en el ¨¢rea. Al verse ante Dmitrevski, le regal¨® el tanto a Mbapp¨¦, a quien por delante solo le quedaba la red.
La mudanza de Mbapp¨¦ coincidi¨® con una mayor presencia de Bellingham, eje de todo desde la mediapunta. El mundo bailaba a su alrededor. Lo hac¨ªa girar. Dominaba el espacio, el tiempo, ordenaba y desordenaba marcando el paso de la funci¨®n, y en su funci¨®n todas las interpretaciones destilaban armon¨ªa. Las piezas encajaban. G¨¹ler, otra vez titular, amenazaba con el regate y el pese desde la derecha, una regi¨®n despoblada de la que extra¨ªa algo en cada intento. Camavinga sosten¨ªa el sistema como pivote, y aceleraba la distribuci¨®n con mucho acierto.
El Legan¨¦s aguantaba con orden, y en los tramos de frescura encontr¨® alguna v¨ªa con Juan Cruz y Brasanac bajo la direcci¨®n de Tapia. El Madrid aplac¨® los primeros episodios, y para el siguiente asalto local hubo que aguardar a que Borja Jim¨¦nez moviera el banquillo y metiera a Raba y Chicco. Ah¨ª volvi¨® a agitarse el Legan¨¦s, siempre bajo la vigilancia del general R¨¹diger.
Valverde no solo cumpli¨® con la vigilancia de su banda derecha. A medida que avanzaba el encuentro, se fue animando a explorar m¨¢s adelante. Y complet¨® su sesi¨®n de pruebas para Anfield marcando de un modo que empieza a constituir costumbre. Ceballos toc¨® suave una falta cerca de la frontal, G¨¹ler par¨® la pelota y el uruguayo la revent¨®: un rayo que pas¨® como un zumbido cerca de la cepa del poste. A partir de ah¨ª el Legan¨¦s apenas encontr¨® m¨¢s aire, y Vinicius sigui¨® abriendo caminos desde el centro. Como repartidor. Dej¨® solo a Mbapp¨¦ en carrera contra Dmitrevski, pero el franc¨¦s a¨²n no ha recuperado su punto y la ech¨® a las manos del portero.
Entre lo que vuelve a funcionar tambi¨¦n hay que colocar a Brahim, que llegaba de marcar cinco goles con Marruecos. En el cuarto de hora largo que tuvo en Butarque mostr¨® su voracidad acostumbrada. Un tiro suyo a la media vuelta termin¨® desviado en el larguero, y ah¨ª caz¨® Bellingham el tercero. El Madrid ha perdido a mucha gente, pero enfila Anfield en ese despertar que le suele provocar la desesperaci¨®n.
Clasificaci¨®n | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
12
|
18 | 14 | 5 | 3 | 6 |
13
|
16 | 13 | 4 | 4 | 5 |
14
|
14 | 14 | 3 | 5 | 6 |
15
|
13 | 14 | 2 | 7 | 5 |
16
|
13 | 14 | 4 | 1 | 9 |
Clasificaci¨®n | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
1
|
34 | 14 | 11 | 1 | 2 |
2
|
30 | 13 | 9 | 3 | 1 |
3
|
29 | 14 | 8 | 5 | 1 |
4
|
25 | 13 | 7 | 4 | 2 |
5
|
23 | 14 | 6 | 5 | 3 |