El Liverpool descabalga al Girona
El equipo catal¨¢n, tan brioso en el c¨¦sped como nulo en el remate, pierde por un penalti y se evapora en Europa
Era un partido al todo o nada, al rojo o negro, rien ne va plus. Era la ocasi¨®n de levantar la mano en la Champions, de no descabalgarse a las primeras de cambio por m¨¢s que fuera una participaci¨®n hist¨®rica y nunca conseguida. Pero era, tambi¨¦n, el peor de los rivales, la pareja de baile m¨¢s fea. Era el Liverpool de Slot, el equipo espejo en el planeta f¨²tbol. Y al Girona le volvi¨® a salir cruz en una competici¨®n que no se le ha dado, abofeteado por una cantada de Gazzaniga ante el PSG, noqueado por el Feyenoord despu¨¦s de autoflagelarse con dos autogoles, atropellado por el PSV en Holanda, reanimado con el triunfo sobre el Slovan de Bratislava y hundido ante el Sturm Graz. Frente al Liverpool, aunque cosi¨® un encuentro mod¨¦lico, aunque disfrut¨® de las mejores ocasiones y lleg¨® a hacer tiritar a un contrario tot¨¦mico, se llev¨® la patada definitiva, la que le dice que por mucho que gane los dos ¨²ltimos envites (Milan y Arsenal), su presencia en Europa parece tener fecha de caducidad.
Se dio en Girona el partido m¨¢s grande nunca visto porque enfrente estaba el Liverpool y porque era bajo el marco de la Champions. Un sue?o que parec¨ªa ut¨®pico all¨¢ en 1930, cuando se fund¨® el club en el afamado caf¨¦ Norat de la Rambla de la Llibertat, donde ahora apenas queda una placa en el paseo que lo acredite. Pero la realidad dec¨ªa que los reds estaban en Montilivi. Y, aunque la ilusi¨®n quedaba desequilibrada, algo que se apreci¨® tras el soniquete europeo, pues los del Girona aplaudieron todos mientras los del Liverpool apenas chocaron las palmas, el f¨²tbol se equipar¨®.
Sucedi¨® que el Liverpool se defini¨®, por delirante que parezca, desde el saque del centro del campo; bal¨®n al portero y los diez futbolistas por delante de la medular en busca de un pase largo y vertical para expresarse despu¨¦s con la segunda jugada. Aqu¨ª estamos los reds, los que miran hacia delante, los que acogotan a los rivales. Agu¨¢ntalo si puedes. Aunque este equipo tambi¨¦n es como Groucho Marx y su c¨¦lebre frase: ¡°Estos son mis principios y, si no le gustan, tengo otros¡±. Porque, aunque el Liverpool de Slot tiene el molde de Klopp porque hace del v¨¦rtigo su modus operandi, tiene m¨¢s registros que una navaja suiza. Y frente al Girona decidi¨® que la pelota ser¨ªa suya, sobre todo porque el conjunto de M¨ªchel jug¨®, por una vez y en contra de su ideario, con el bloque medio-bajo, sin preocuparse por la posesi¨®n para ocuparse de las contras. Una despersonalizaci¨®n que el t¨¦cnico entendi¨® necesaria y no aplic¨® en duelos pasados ante rivales de mayor enjundia y, m¨¢s que nada, f¨ªsicos. Como ocurri¨® no hace tanto con el PSV, cuando trat¨® de igualarle con sus armas y se fue trasquilado.
As¨ª, con esa idea de correr, de piernas para qu¨¦ os quiero, el Girona engarz¨® alguna contra de a¨²pa, ninguna como la que hizo las delicias el t¨¦cnico ¡ªmuy bielsista¡ª, cuando un centro de Danjuma casi lo alcanza Blind (lateral izquierdo) y lo remat¨® Franc¨¦s (lateral derecho). Hubo otra en la que Bryan Gil se qued¨® ante Alisson, pero un inoportuno resbal¨®n le estrope¨® el chut ¡ªsi bien era fuera de juego¡ª, como despu¨¦s el guante del guardameta escupi¨® otro disparo de Miguel Guit¨¦rrez.
Consternado por la propuesta rival, el Liverpool entendi¨® que con los pases horizontales no abrir¨ªa brecha por los pasillos interiores ni ganar¨ªa amplitud por los exteriores. As¨ª que se mud¨® de piel y acept¨® (de buen agrado) el correcalles. De arriba para abajo, tort¨ªcolis para los aficionados. Pero tambi¨¦n espect¨¢culo: el de los flashes con la parada de Alisson al chut desde el balc¨®n del ¨¢rea de Asprilla; el cabezazo de Gomez que Gazzaniga desvi¨® a c¨®rner; el mano a mano de Darwin N¨²?ez que el portero le neg¨®; el intento torcido de vaselina de Salah; la dejada para nadie de N¨²?ez cuando ten¨ªa la porter¨ªa ante sus narices... Ida y venida, todo muy british.
Del show, sin embargo, parec¨ªa desentenderse Mo Salah, que asemej¨® jugar por momentos con desidia, como si la cosa no fuera con ¨¦l, como si marcar el gol 50 en la Champions no fuera una motivaci¨®n extra, como si engrosar su racha ¡ªseis goles en los cinco duelos anteriores¡ª fuera poca cosa. Solo, claro, lo parec¨ªa porque ya tendr¨ªa tiempo para decir la suya.
Antes de eso, ya superado el entreacto, corr¨ªa el Liverpool por la izquierda, con Luis D¨ªaz encarando a Franc¨¦s, con Jones y Gravenberch filtrando pases por dentro para los inc¨®modos desmarques de Darwin N¨²?ez. Nada que abrumara al Girona, capaz de subrayarse en el ¨¢rea contraria, toda vez que Danjuma penaliz¨® una p¨¦rdida infantil de Alexander-Arnold para probar y para estrellarse ante Alisson Becker, del mismo modo que despu¨¦s sacar¨ªa de nuevo ticket de la fortuna, ocasi¨®n malograda porque le peg¨® con el tobillo y a las nubes. Y los fallos, como dicta la ley del f¨²tbol, se pagan caros. M¨¢s ante este Liverpool, que ya enlaza 18 partidos sin perder (16 triunfos y dos empates) y que su ¨²ltimo fiasco fue el 14 de septiembre, en la Premier, contra el Nottingham Forest. Ante el Girona le bast¨® con un penalti que dictamin¨® el VAR, con un empuj¨®n de Van de Beek sobre Luis D¨ªaz, con un gol, al fin, de Salah.
Se?alaba M¨ªchel en la previa que todav¨ªa hay partidos que le quedan un poco grandes al Girona. No fue este ante el Liverpool, el rival m¨¢s en forma de Europa. Pero lo que s¨ª que le queda chica es la porter¨ªa rival, una tara condenatoria, un lastre definitivo y un adi¨®s prematuro.
M¨ªchel: ¡°Estoy lejos de ser de Champions¡±
Durante el duelo, Míchel no se sentó en el banquillo, correcciones y enfados a grito pelado, señal de exigencia antes que de desaprobación. “Hemos jugado bien y hemos competido contra el mejor equipo de la Champions. Estoy tremendamente orgulloso del equipo”, señaló Míchel, que dijo estar dándole vueltas a jugar como ante el Liverpool, por si le serviría más adelante.
“El Girona se merece mucho más en esta Champions. Aunque ahora, después de jugar contra ellos, puedo ser más sincero y creo que han perdido un poco de calidad con respecto al año pasado. Y aun así pueden hacer este fútbol, es un gran cumplido para el técnico”, convino Slot. “Agradezco sus palabras. Es un espejo donde nos miramos todos. Y me consuela que diga eso porque hace ver que el equipo ha trabajado bien”. Pero, como ya es tónica en este curso, le falta gol. “Es algo que tenemos que mejorar mucho. Estar cuatro partidos sin marcar en Europa se nos ha hecho cuesta arriba”, aceptó Míchel. Aunque Slot apuntó: “Tenemos el mejor portero del mundo”.
Míchel, en cualquier caso, seguía pensativo. “Cuando te enfrentas a los grandes ves más tus problemas. Y nos han puesto en nuestro lugar”. Y, por eso, sentenció: “Estoy lejos de ser un entrenador de Champions”.
Clasificaci¨®n | PT | PJ | PG | PE | PP |
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28
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4 | 5 | 1 | 1 | 3 |
29
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3 | 5 | 1 | 0 | 4 |
30
|
3 | 6 | 1 | 0 | 5 |
31
|
3 | 5 | 1 | 0 | 4 |
32
|
3 | 6 | 1 | 0 | 5 |
Clasificaci¨®n | PT | PJ | PG | PE | PP |
---|---|---|---|---|---|
1
|
18 | 6 | 6 | 0 | 0 |
2
|
13 | 6 | 4 | 1 | 1 |
3
|
13 | 6 | 4 | 1 | 1 |
4
|
13 | 6 | 4 | 1 | 1 |
5
|
13 | 6 | 4 | 1 | 1 |