El Bar?a se estrangula en Montju?c
Al Legan¨¦s le alcanz¨® con un gol inicial a bal¨®n parado para cantar un triunfo hist¨®rico ante el Barcelona
El Bar?a se estrangul¨® contra el Legan¨¦s al regreso de Dortmund. Nada extra?o si se recuerda la derrota contra Las Palmas despu¨¦s de golear al Brest. Ninguna sorpresa si se tiene en cuenta que solo cuenta cinco puntos sobre los ¨²ltimos 18. Los azulgrana que campan victoriosos por la Champions han perdido el hilo de la Liga en un momento de m¨¢xima pujanza del Atl¨¦tico y de dudas en el Madrid. No saben enfrentar los partidos aparentemente sencillos, se paralizan ante la adversidad y no aprenden a remontar, faltos de car¨¢cter y de f¨²tbol, tambi¨¦n de liderazgo, abandonados incluso por el fr¨ªo de Montju?c. No hay pasi¨®n sino contemplaci¨®n en el estadio Ol¨ªmpico. El barcelonismo est¨¢ confundido por el par¨®n de su equipo despu¨¦s de un arranque vertiginoso presidido por un 0-4 en el Bernab¨¦u. La frustraci¨®n social es tan manifiesta como la impotencia de la plantilla, que no aprende ni escarmienta, desconcentrada en la Liga.
Aunque la afici¨®n estaba pendiente de la porter¨ªa de Dmitrovic, el partido comenz¨® en el ¨¢rea de Pe?a, estupendo en un mano a mano con Munir y abatido acto seguido a la salida del c¨®rner por un cabezazo de Sergio Gonz¨¢lez. El salto del central fue tan limpio como efectivo result¨® el bloqueo que neutraliz¨® a Eric Garc¨ªa, la ¨²nica novedad en la alineaci¨®n firmada por Marcus Sorg, titular del banquillo por la sanci¨®n a Flick. La hinchada aguardaba la reaparici¨®n de Araujo y a escena sali¨® Eric Garc¨ªa para que descansara Cubars¨ª. El equipo estaba distra¨ªdo, como ya es costumbre cuando se siente superior, y la hinchada discut¨ªa despu¨¦s de que desde el fondo reservado a la Grada de Animaci¨®n y ahora ocupada por invitados sal¨ªan gritos de ¡°Bar?a s¨ª, Laporta no¡±. Una entrada de Neyou al tobillo lesionado de Lamine acab¨® por sacar de quicio al barcelonismo reunido en Montju?c.
El f¨²tbol f¨ªsico del Legan¨¦s y su organizaci¨®n defensiva, sustentada por una l¨ªnea de tres centrales, la acumulaci¨®n de faltas t¨¢cticas, desquiciaban a los azulgrana, que se mostraban muy inc¨®modos, a remolque en el marcador, contrariados por el arbitraje contemplativo de Quintero Gonz¨¢lez. Atacaba el Bar?a en estampida, demasiado acelerado e impreciso, poco profundo y nada claro en el ¨²ltimo pase ante un rival refugiado en su campo desde el 0-1. Los barcelonistas no daban continuidad a su juego por su poca finura y por la bravura del Legan¨¦s. El partido se consum¨ªa sin ritmo, con muchas p¨¦rdidas de tiempo y una tensi¨®n sorprendente en las localidades de Montju?c. ?nicamente Raphinha estaba l¨²cido en el apelotonamiento provocado por el Legan¨¦s. Lewandowski, tan impaciente como ofuscado, no acert¨® en hasta tres ocasiones, reducido en dos por el excelente Dmitrovic.
Ni siquiera Dani Olmo fue capaz de marcar, err¨¢tico en el toque y en un par de tiros f¨¢ciles, asistido por Lamine, el ¨²nico capaz de jugar de extremo en un equipo demasiado centrifugado, pendiente del tri¨¢ngulo Casad¨®-Pedri-Olmo. Los azulgrana no encontraban huecos y cuando pod¨ªan armar el disparo no enfocaban bien la meta o no lograban abatir al solvente Dmitrovic. La situaci¨®n era tan compleja para los azulgrana que no se permitieron dar descanso al renqueante Lamine. El Bar?a atacaba en una sola direcci¨®n, sin abrir por los costados, y el Legan¨¦s se agarraba muy bien al campo, no conced¨ªa espacios y se defend¨ªa estupendamente sin bal¨®n, bien refrescado adem¨¢s por su entrenador Borja Jim¨¦nez.
A pesar del resultado, Sorg actu¨® como Flick y quit¨® a Lewandowski y Olmo cuando se trataba de encontrar chutadores para dar la vuelta a un encuentro al que no encontraba remedio desde el tiro de Munir. Los cambios aumentaron la confusi¨®n y el equipo empeor¨® tanto que apenas gener¨® oportunidades, ni por clase ni por garra, ni individual ni colectivamente, sometido por un Legan¨¦s al que le alcanz¨® con un gol a bal¨®n parado en el inicio para cantar una victoria hist¨®rica en Montju?c.