El City especula y el Brentford le remonta

Empat¨® el Liverpool, l¨ªder de la Premier, en campo del Forest (1-1); empat¨® el Chelsea (2-2) en Bournemouth; y no lo aprovech¨® el Manchester City, remontado en Brentford tras adelantarse 0-2. La jornada que comenz¨® a disputarse este martes profundiza en la idea de un torneo sin dominador claro ni perseguidores solventes. El camino es pesado y el conjunto que dirige Guardiola se atasca en la sexta posici¨®n, a un punto del Bournemouth de Iraola, s¨¦ptimo, y con un partido m¨¢s que el Newcastle, que le iguala en puntaje y es quinto en primera l¨ªnea de puestos europeos.

Como sucede con los equipos que no manejan todo el abanico de recursos que ofrece el juego, el City solo fue capaz de brillar al contragolpe. A la carrera. Frente a un rival modesto que lo atac¨® como si le hubiera perdido el respeto, el equipo de Guardiola jug¨® a eso que el entrenador catal¨¢n llama ¡°sobrevivir¡±. Con G¨¹ndogan sentado en el banquillo y Kovacic a duras penas encargado de ocupar el mediocentro, el City sac¨® la cabeza durante una hora gracias al derroche de generosidad de Bernardo Silva. Una vez m¨¢s, el portugu¨¦s se multiplic¨® para socorrer a sus centrales en la espantosa tarea de salir jugando y cubrir espacios en defensa. Durante la primera mitad, las ocasiones m¨¢s claras fueron de Wissa y Mbeumo, atacantes del Brentford. Ak¨¦ sac¨® un bal¨®n en la raya de gol. Cund¨ªa el descontrol.

El City vio la luz pasada la hora de penitencia. Le acababan de anular el 1-0 a Damsgaard por fuera de juego cuando Ederson sac¨® de porter¨ªa. Por el art¨ªculo primero del manual del ataque prehist¨®rico. Haaland baj¨® el mel¨®n, Savinho lo prolong¨® y Kevin de Bruyne lo centr¨® con la rosquita a lo Michel. Foden hizo el 0-1 y el banquillo lo celebr¨® con efusi¨®n sentimental.

La ventaja no cambi¨® el patr¨®n seguido por el City. Progresiones lentas, ritmo constante, pausa cuando es menester aceleraci¨®n, toques por tocar, centros a falta de imaginaci¨®n, y una presi¨®n tan indefinida como Kovacic. Por m¨¢s que Guardiola le ha mejorado a base de cursos acelerados de pivotaje, el croata ni ve las l¨ªneas de pase adversarias, ni sabe intuir la salida de los contrarios, que se le anticipan invariablemente. Entre la circulaci¨®n apelmazada y la presi¨®n indecisa, el City fue una sombra de su mejor versi¨®n. Con el 0-1 y con el 0-2. Foden marc¨® el segundo despu¨¦s de otro contragolpe conducido por Savinho.

Guardiola lament¨® despu¨¦s del partido que sus jugadores no liquidaran la faena a la contra, en las numerosas oportunidades de correr que tuvieron con Nunes, Savinho, Foden y De Bruyne. ¡°Tomamos decisiones equivocadas¡±, lament¨®. Es cierto que el City dispuso de unas cuantas jugadas en las que sus atacantes se encontraron en igualdad o en superioridad con los defensas del Brentford. Tan cierto como que el Brentford pudo ponerse 3-0 en los primeros 15 minutos de la reanudaci¨®n.

Guardiola: ¡°Nos metieron seis jugadores en el ¨¢rea¡±

Cansino en la b¨²squeda, el City fue igual de cansino en la gesti¨®n de la ventaja en los diez minutos que le restaron al partido despu¨¦s del 0-2. Hay registros que no son f¨¢ciles de alterar y al equipo de Guardiola le sienta muy mal tener un horizonte tan poco ambicioso. Le sali¨® bien contra el Leicester City ¡ªprobablemente la peor plantilla de la Premier¡ª y redobl¨® la apuesta en Brentford. Rebajando el ritmo de bal¨®n cuando lo ten¨ªa y metido atr¨¢s cuando no lo ten¨ªa, tal vez por inercia, el City se comport¨® como los equipos que especulan, a ver si con suerte evitan que les marquen. Sucede que este City nunca se supo cerrar bien en su ¨¢rea y desde hace meses tampoco tiene fortuna. ?Como para tenerla! Apostar a poner el candado sin Rodri, sin Walker y sin Dias fue una soluci¨®n poco realista. Frente al combativo equipo de Thomas Frank la trinchera fue sin¨®nimo de quimera. De Bruyne y sus compa?eros se batieron por deber profesional, no por amor a una causa que hasta hace poco los hac¨ªa sentir futbolistas extraordinarios.

¡°Ellos nos metieron muchos jugadores en el ¨¢rea, cinco o seis, y centraron balones¡±, dijo Guardiola al cabo de la jornada, ¡°y en el juego a¨¦reo son mejores que nosotros por las ausencias que tenemos. Nuestros jugadores no son especialistas en esas situaciones¡±.

En el minuto 82 Wissa empuj¨® uno de los muchos balones que sus compa?eros colaron al mogoll¨®n. La respuesta del City, golpeado, fue la previsible en este grupo de futbolistas atormentados. Norgaard, en tiempo de descuento, cabece¨® el 2-2 que cerr¨® un partido abierto, divertido para los hinchas, amargo para Guardiola. El City se atasca en la clasificaci¨®n y adem¨¢s de perder puntos ahora pierde el estilo atrevido y din¨¢mico que le confiri¨® una identidad ¨²nica.