El Atl¨¦tico se sube al primer vag¨®n de la Champions

Con rotundidad, apoyado en un arranque de partido marcado por la voracidad y la velocidad de Giuliano Simeone, el Atl¨¦tico pas¨® por encima del fr¨¢gil Salzburgo y asegur¨® la quinta plaza en la liguilla de la primera fase de este atractivo nuevo formato de Champions. El hijo del Cholo, Griezmann por dos veces y Marcos Llorente sellaron el triunfo de un equipo que se ha colado en el primer vag¨®n de la competici¨®n. Un logro de m¨¦rito, cimentado en la secuencia de cinco victorias consecutivas que le han colocado entre los ocho mejores de equipos de Europa en esta ronda. La racha puso fin a dos derrotas consecutivas (Benfica y Lille) que llegaron a poner en peligro incluso la clasificaci¨®n entre los 24 primeros. Se rehizo el Atl¨¦tico y hoy puede presumir de haberse colocado en la primera l¨ªnea del escaparate continental. Le val¨ªa el empate para acabar entre los ocho primeros e incluso hasta una derrota pod¨ªa servirle, pero sali¨® a por un partido que demostr¨® poder ganarlo cu¨¢ndo y c¨®mo quisiera.

No se guard¨® Simeone una migaja, consciente de que hab¨ªa en juego tanto prestigio por acabar entre los ocho primeros como por la posibilidad de oxigenar a sus futbolistas evitando la ronda de dieciseisavos. As¨ª que form¨® con Griezmann y Juli¨¢n Alvarez en punta, por el sancionado Barrios meti¨® a Koke junto a De Paul y por el lesionado Javi Gal¨¢n a Azpilicueta. Un once de futbolistas hechos contra una tropa de meritorios en fase de cocci¨®n la mayor¨ªa. El peligro para el Atl¨¦tico estaba en si los novatos jugadores del Salzburgo ten¨ªan el d¨ªa a la hora de interpretar el f¨²tbol de rock and roll que sigue la toda la factor¨ªa de Red Bull tanto para el estilo como para el reclutamiento del talento fresco. Jugadores dise?ados con el molde de la presi¨®n y las transiciones vertiginosas. Futbolistas a temer si tienen uno de esos d¨ªas en los que les sale todo y se envalentonan. Incluso la desinhibici¨®n de no jugarse m¨¢s que la honrilla pod¨ªa ser un arma en contra de los rojiblancos.

Nada de eso se dio. Desde la primera jugada el Atl¨¦tico se puso mand¨®n. Y se apreci¨® la ternura de los pipiolos del Salzburgo a la primera carrera de Lino, que transit¨® de ¨¢rea a ¨¢rea sin que ning¨²n jugador local le enganchara. Y a la primera circulaci¨®n afilada, Giuliano grab¨® su primera muesca como goleador en Europa. La fragilidad defensiva del Salzburgo le permiti¨® armar la pierna para cruzar su derechazo raso. Llevaba tiempo el hijo de Simeone buscando goles que le terminen consolidando como un centrocampista de banda que aporte m¨¢s que su raza y su endiablada velocidad. Esta es sin duda su mejor virtud y no es poca cosa porque marca diferencias. Lo comprob¨® Dedic, al que sonroj¨® en una galopada mete¨®rica al espacio para despu¨¦s hacer un sombrero sobre la salida tard¨ªa de Schlager y regalarle el gol a Griezmann. La estocada definitiva hab¨ªa estado precedida de la ocasi¨®n m¨¢s clara que tuvo el Salzburgo tras una mala entrega de Koke. Salvo ese error, el capit¨¢n firm¨® un buen partido en la direcci¨®n del juego haciendo correr la pelota. Yeo dispar¨® manso ante Oblak. Del posible empate al segundo gol del Atl¨¦tico en menos de un minuto. Otra se?al m¨¢s de la falta de cuajo del Salzburgo y de futbolistas que corren bien y animosos hacia delante, pero que a¨²n no han interiorizado que en el f¨²tbol tambi¨¦n hay que retornar a la misma velocidad cuando pretendes proponer partidos de v¨¦rtigo.

Con una ventaja ya c¨®moda, el Atl¨¦tico baj¨® las revoluciones y se acost¨® m¨¢s cerca de su ¨¢rea. De alguna manera favoreci¨® que el Salzburgo creciera porque este tipo de jugadores se sienten c¨®modos con el bal¨®n. Alguno ense?¨® maneras como Nene o Capaldo, pero les falt¨® colmillo. De nuevo, el tercer gol, al borde del descanso, mostr¨® que los rojiblancos pod¨ªan propinar otro mandoble a su tierno rival cuando quisieran. Fue Griezmann el que culmin¨® una contra en la que volvi¨® a destaparse la falta de oficio para los retornos de centrocampistas y defensores del Salzburgo. Con 0-3 ya no hab¨ªa partido. Solo la duda de la dimensi¨®n de la tunda. Llorente la cerr¨® y el Cholo tuvo margen hasta para darle aire a su sant¨ªsima trinidad: De Paul, Griezmann y Juli¨¢n Alvarez. Daghim salv¨® el honor local.