?Son los Juegos!
Esta edici¨®n contar¨¢ con 33 deportes. Si no encuentras algo que te anime las 17 pr¨®ximas ma?anas es porque no quieres
No creo en eso de que cualquier tiempo pasado fue mejor. La memoria es muy pu?etera, y tiende a presentarnos al ayer falsamente aseado. Como un Eduardo Manostijeras cualquiera, poda nuestros malos recuerdos y aquel viaje infernal se convierte, diez a?os despu¨¦s, en una aventura apasionante. O esa reuni¨®n familiar que casi acab¨® a tortazos, con el milagroso transcurrir del tiempo termina siendo un maravilloso d¨ªa de paz y amor. Hasta yo mismo, si me preguntas por los Juegos de Mosc¨², en 1980, te contar¨¦ que lo pasamos bomba, cuando la realidad es que, entre partido y partido, nos aburrim...
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No creo en eso de que cualquier tiempo pasado fue mejor. La memoria es muy pu?etera, y tiende a presentarnos al ayer falsamente aseado. Como un Eduardo Manostijeras cualquiera, poda nuestros malos recuerdos y aquel viaje infernal se convierte, diez a?os despu¨¦s, en una aventura apasionante. O esa reuni¨®n familiar que casi acab¨® a tortazos, con el milagroso transcurrir del tiempo termina siendo un maravilloso d¨ªa de paz y amor. Hasta yo mismo, si me preguntas por los Juegos de Mosc¨², en 1980, te contar¨¦ que lo pasamos bomba, cuando la realidad es que, entre partido y partido, nos aburrimos como ostras al no haber nada que hacer.
A priori todo parece indicar que, en esta ocasi¨®n, este soniquete nost¨¢lgico tiene fundamento. La maldita pandemia ha hecho que la ¨²nica cosa que en los ¨²ltimos meses ha llegado en buena hora han sido las vacunas. Lo dem¨¢s parece metido con calzador, forzado por cuestiones de todo tipo, especialmente econ¨®micas. Esto tiene un reflejo en el ¨¢nimo de todos, y solo hace falta leer alg¨²n titular tipo Los Juegos del silencio, Juegos sin alma o Paren los Juegos para que te entre definitivamente la bajona. Por no hablar del conteo uno a uno de los positivos, que son cantados casi como goles en un carrusel deportivo, los infinitos controles a los que se someten deportistas y medios de comunicaci¨®n o que a Ona Carbonell no le dejan llevar a su hijo en edad de lactancia materna. Pero hagamos un esfuerzo y busquemos elementos que nos den esperanza, que los hay.
El primero, y traduciendo libremente las palabras del presidente del COI, es que podemos darnos con un canto en los dientes por que, finalmente, haya Juegos Ol¨ªmpicos. Porque, por unas cosas o por otras, ll¨¢mese pandemia, ll¨¢mese japoneses, no muy por la labor, se ha estado en m¨¢s de una ocasi¨®n a punto de bajar la persiana definitivamente.
Segundo. Queda ya muy poco para que comiencen las competiciones en los 33 deportes con los que contar¨¢ esta XXXII edici¨®n. ?33 deportes! Eso es mucho donde elegir. Y encima, para los amantes de las novedades, habr¨¢ nuevas especialidades como b¨¦isbol, escalada (esta no me la pierdo), k¨¢rate, skateboarding y surf. Vamos, que si no encuentras algo que te anime las 17 pr¨®ximas ma?anas es porque no quieres.
Y tercero. Cierto que van a ser raros, raros. Es verdad que nos pillan subidos a la en¨¦sima ola de las que tanto nos cuesta bajar y tan poco subirnos a la siguiente. Pero lo que no va a faltar es lo m¨¢s importante. Los deportistas, los equipos, la emoci¨®n competitiva entre los mejores, las grandes marcas, los momentos para la historia, la victoria conviviendo con el drama y por supuesto, los lloros en el podio, donde ning¨²n segundo se va a quitar la medalla del cuello. Durante 17 d¨ªas se ver¨¢n las caras en estadios, pabellones, piscinas, playas, r¨ªos o carreteras. En muchos casos estas chicas y chicos han sufrido de lo lindo para llegar hasta aqu¨ª sorteando todo tipo de obst¨¢culos, teniendo que prepararse sumidos en la incertidumbre, variando planes y soportando la continua sombra de un virus traicionero. Pero, por fin, su tit¨¢nico esfuerzo tiene la recompensa al haber llegado hasta aqu¨ª. Vienen para cumplir sus sue?os y de paso, hacernos part¨ªcipes de ellos.
Cualquier deportista sabe que no puedes perder ni un solo minuto pensando que las cosas podr¨ªan ser de otra forma. La realidad no siempre resulta f¨¢cil de digerir, los escenarios no siempre son los so?ados, pero si algo entiende el deportista es que se juega con lo que hay. Y lo que hay, con o sin p¨²blico, con o sin pandemia, resulta lo suficientemente estimulante como para no darle muchas vueltas a lo que podr¨ªa haber sido.
Parafraseando a ese genio de las finanzas, trilero mayor del reino: Amigos, ?son los Juegos!
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