Simone Biles, lo que los hombres solo pueden so?ar
La gimnasta estadounidense, m¨¢s fuerte que nunca a los 24 a?os, es la gran candidata a reina de los Juegos
Simone Biles es la mujer perfecta, la persona que todos quer¨ªan ser. Deportista y ciudadana. Una revoluci¨®n de 1,45 metros de altura de m¨²sculos esculpidos en piedra, tan duros, tan perfectos. Alegre, combativa, valiente, comprometida, velocidad, glamour, encanto, potencia y capacidad kinest¨¦sica ¨²nica: un sentido que le permite saber, a ciegas, en el aire, d¨®nde est¨¢ el suelo, d¨®nde est¨¢ el techo, que hasta los gatos, si pudieran, envidiar¨ªan. Pero la envidian los hombres.
¡°Imagina a una mujer que bajara de...
Simone Biles es la mujer perfecta, la persona que todos quer¨ªan ser. Deportista y ciudadana. Una revoluci¨®n de 1,45 metros de altura de m¨²sculos esculpidos en piedra, tan duros, tan perfectos. Alegre, combativa, valiente, comprometida, velocidad, glamour, encanto, potencia y capacidad kinest¨¦sica ¨²nica: un sentido que le permite saber, a ciegas, en el aire, d¨®nde est¨¢ el suelo, d¨®nde est¨¢ el techo, que hasta los gatos, si pudieran, envidiar¨ªan. Pero la envidian los hombres.
¡°Imagina a una mujer que bajara de los 10s en los 100 metros, una marca solo al alcance de los mejores velocistas del mundo. El mundo se parar¨ªa¡±, dice Pablo Carriles, antes que entrenador y juez internacional con experiencia en varios Juegos Ol¨ªmpicos, un apasionado de la gimnasia. ¡°Pues esa mujer, en la gimnasia, es Simone Biles¡±.
Pocos gimnastas de pelo en pecho son capaces siquiera de intentar hacer lo que ella hace con una facilidad que desmaya. Portada de modelo glamour en la revista Glamour, donde le canta a la vida. En Instagram pone fotos de pizzas, alimento que da escalofr¨ªos a los nutricionistas, de sus novios, y posa en ba?ador y con unos leotardos con unas cabritas brillantes en la costura. Goat (cabra) es la palabra que se usa en ingl¨¦s para designar a la m¨¢s grande, ¡®the greatest of all time¡¯, y una cabra haciendo una cabriola con un conjunto de gimnasia rojo y una medalla de oro al cuello es el emoticono que le ha dedicado Twitter a ella, a la m¨¢s grande.
Desaf¨ªa a Nike y derrota al gigante del armamento deportivo; desaf¨ªa a la federaci¨®n estadounidense de gimnasia, que, culpable siempre de cobard¨ªa, se retira de la pelea pidiendo disculpas. Dej¨® Nike para fichar por Athleta, la marca de ropa de actividad f¨ªsica para mujeres del emporio Gap, siguiendo la v¨ªa de la pionera Allyson Felix, la atleta de California que denunci¨® a la marca de zapatillas m¨¢gicas de Oreg¨®n por dejarle de pagar los meses en los que no compiti¨® por ser madre, y se fue a Athleta, que financiar¨¢ la gira del espect¨¢culo de gimnasia que organizar¨¢ Biles por medio Estados Unidos despu¨¦s de los Juegos, una gira que antes supon¨ªa una importante fuente de ingresos para una federaci¨®n sin cr¨¦dito. Las dos mujeres negras m¨¢s admiradas del deporte estadounidense, las representantes del nuevo poder de la mujer, sin miedo.
En 2016, cuando ten¨ªa 19 a?os, Biles fue la reina de R¨ªo, con cuatro medallas de oro y una de bronce. Equipos, concurso completo, salto y suelo. Solo fall¨® en la barra de equilibrio, tercera.
Al volver a su casa de Texas, donde la entrena el matrimonio franc¨¦s de Laurent Landi y Cecile Canqueteau, estall¨® el esc¨¢ndalo Nassar, el m¨¦dico del equipo ol¨ªmpico de gimnasia condenado a m¨¢s de 200 a?os de c¨¢rcel por abusar de decenas de gimnastas menores durante a?os. Biles fue una de ellas. La reacci¨®n tibia de la federaci¨®n, que protegi¨® a Nassar aun sospechando lo que hac¨ªa, provoc¨® m¨¢s que nada la reacci¨®n rebelde de Biles.
Cinco a?os m¨¢s tarde, la gimnasta est¨¢ tan bien, tan fuerte, que se podr¨ªa decir que est¨¢ m¨¢s fuerte que nunca, m¨¢s due?a del mundo. Tiene 24 a?os, una edad a la que las gimnastas de entonces, mu?equitas fr¨¢giles, maltratadas por entrenadores que convert¨ªan el dolor en bien necesario y obligatorio, y, pese a todo, sonrientes, ni?as siempre, ya hac¨ªa a?os que se hab¨ªan retirado: Nadia Comaneci fue la diosa de Montreal 1976, a los 14 a?os; a los 18, en los Juegos de Mosc¨² 80, ya era una veterana. Si gana de nuevo en Tokio el concurso completo, al menos, igualar¨¢ a la checa Vera Caslavska, campeona ol¨ªmpica en Tokio 64 y M¨¦xico 68, la ¨²nica que en la historia ha repetido t¨ªtulo y, a su manera, una Biles. Caslavska gan¨® su primer t¨ªtulo ol¨ªmpico a los 22 a?os, y el segundo lleg¨® cuando su Checoslovaquia viv¨ªa la represi¨®n de la Primavera de Praga y la invasi¨®n sovi¨¦tica en agosto del 68. Caslavska, una de las firmantes de la Carta de los 2.000 que denunciaba la injerencia sovi¨¦tica, debi¨® esconderse en el bosque. Durante tres semanas se entren¨® en las ramas de los ¨¢rboles y haciendo ejercicios de suelo en las praderas. Despu¨¦s, le permitieron ir a M¨¦xico, donde fue la reina. Gan¨® y se cas¨® de blanco en la embajada checa en Ciudad de M¨¦xico, la gran boda ol¨ªmpica, con el atleta de 1.500m Josef Odiozil.
Biles no habla de matrimonio, sino de poder. A la gimnasia femenina de potencia y fuerza que se desarroll¨® desde los 90, Biles le ha a?adido unas acrobacias que solo ella es capaz de ejecutar. As¨ª el Yurchenko con doble salto hacia atr¨¢s en carpa (doblada por la cintura en ¨¢ngulo recto, las piernas rectas sujetadas por las manos en los muslos) despu¨¦s de elevarse en el aire propulsada por sus brazos hasta 2,62m, se dir¨ªa que buscando el techo, con el que salt¨® el potro en los recientes campeonatos de Estados Unidos y que quiere estrenar internacionalmente en Tokio. Los jueces le dieron un valor bajo intencionadamente, pero no por su baja dificultad, antes al contrario. ¡°Si le das mucho valor, Biles se sale. Nadie puede hacerlo, y es tan arriesgado y peligroso que muchas gimnastas intentar¨ªan hacerlo, porque aunque se cayeran tendr¨ªan una puntuaci¨®n alta, les compensar¨ªa. Y ser¨ªa un peligro¡±, explica Carriles. ¡°La diferencia es tan grande con las dem¨¢s¡ Es casi humillante. Ella est¨¢ sola, en otro mundo¡±.
Las consideraciones chocan con el sentido de la justicia de la gimnasta, con la consciencia de su poder. ¡°Lo seguir¨¦ haciendo aunque no punt¨²e mucho¡±, dice. ¡°?Por qu¨¦? Porque puedo¡±.
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