Los pies en el suelo, la cabeza en las nubes, de Roxana Popa a Ray Zapata
La espa?ola pasa a la final del concurso completo, pero no logra plaza en el aparato que m¨¢s deseaba, donde estar¨¢ el gimnasta canario
El silencio de la sala de gimnasia. Golpes secos de m¨²sculos contra madera. Pisadas fuertes sobre la barra. Porrazos, trastabilleos. Bisbiseos que resuenan como vozarrones.
Y en el suelo brillan los p¨¢rpados amarillo sol de Roxana Popa y cruje su rodilla derecha, tres operaciones de ligamento anterior cruzado y dos de menisco, y tiene 24 a?os, y en sus primeros Juegos, al fin, porque desde juvenil ven¨ªa pidiendo paso, todos pensaban que la gimnasta de Alcorc¨®n alcanzar¨ªa la final. La sala silenciosa, ya vac¨ªa de claq...
El silencio de la sala de gimnasia. Golpes secos de m¨²sculos contra madera. Pisadas fuertes sobre la barra. Porrazos, trastabilleos. Bisbiseos que resuenan como vozarrones.
Y en el suelo brillan los p¨¢rpados amarillo sol de Roxana Popa y cruje su rodilla derecha, tres operaciones de ligamento anterior cruzado y dos de menisco, y tiene 24 a?os, y en sus primeros Juegos, al fin, porque desde juvenil ven¨ªa pidiendo paso, todos pensaban que la gimnasta de Alcorc¨®n alcanzar¨ªa la final. La sala silenciosa, ya vac¨ªa de claque de americanos que se hab¨ªan ido en tropa detr¨¢s de sus estrellas (el equipo espa?ol compiti¨® en la cuarta subdivisi¨®n, la pen¨²ltima), contempl¨® su tristeza, su pierna derecha, reforzada con musleras, rodilleras, tobilleras, de arriba abajo, y una puntuaci¨®n que la deja lejos de cualquier esperanza en el suelo, el aparato en el que conceb¨ªa esperanzas de medalla. ¡°Vengo con la pierna momificada, pero no quiero que sea una disculpa¡±, dice Popa, quien se muestra m¨¢s fuerte que su rodilla, mucho m¨¢s, con un salto de doble pirueta sobre el potro, un ejercicio cuya preparaci¨®n supone torturar las articulaciones varias horas al d¨ªa, y con un vuelo a¨¦reo magn¨ªfico en las asim¨¦tricas, el aparato de las grandes especialistas, el m¨¢s odiado por Simone Biles, y que a ella conforta. Pensaba que acabar¨ªa reserva para el concurso completo del jueves, pero la realidad mejora su esperanza: acaba 21?, de 24, y deber¨¢ seguir torturando su rodilla el d¨ªa que el mundo espera el apogeo de la estrella de Texas. ¡°Unas peque?as imperfecciones me han apartado en el suelo¡±.
El joven equipo espa?ol, cuatro debutantes ol¨ªmpicas, Popa, Alba Petisco, Marina Gonz¨¢lez y Laura Bechdeju, termina 12? y esperanzado. ¡°Despu¨¦s de calificarnos en el Mundial pasado¡±, coinciden, Tokio 2020 no es m¨¢s que un paso, un punto y seguido, hacia Par¨ªs 24¡å.
En las tarimas elevadas resuena a¨²n la alegr¨ªa de la noche del s¨¢bado de Ray Zapata, que en sus segundos Juegos, a los 28 a?os, y cuatro despu¨¦s de romperse el tend¨®n de Aquiles, se clasifica para la final de suelo. El chaval de Lanzarote, ya no tan chaval, pues ya es hasta padre, sigue los pasos de su h¨¦roe Gervi Deferr, el doble campe¨®n ol¨ªmpico de La Mina, que siempre le recuerda el anuncio de Firestone, control, Ray, control, potencia sin control es desastre, hay que clavarlo. Consigue, por primera vez pasar de 15 puntos, y aunque es cuarto en la calificaci¨®n, ya es nivel de medalla, y, encima, se ha guardado para la final el Zapata n¨²mero dos ¨Cdoble mortal en plancha con pirueta y media--, el nuevo elemento que ya ha bautizado con su nombre. ¡°Ya voy a clavar, no a sobrevivir como antes¡±, dice el gimnasta preparado por Fernando Siscar, quien contar¨¢ en su contra con el poco tiempo que ha podido en la pista de Tokio, un modelo nuevo que otros pa¨ªses instalaron en sus gimnasios para que se adaptaran sus deportistas, pero no Espa?a, que solo pudo enviar a Suiza a los hombres unos d¨ªas a probarla. Y Deferr reza para que no quede cuarto el domingo 1 en la final como qued¨® ¨¦l en el suelo de Atenas, y fue como si le clavaran un cuchillo en el coraz¨®n.
Su calificaci¨®n acalla un poco la decepci¨®n del equipo masculino, que termin¨® 12? de una clasificaci¨®n en las que los tres primeros (Jap¨®n, China y Rusia, o ROC) est¨¢n separados por un tercio de punto, tan juntitos, y no entr¨® en la final, que era el objetivo. La ca¨ªda en la salida de barras de N¨¦stor Abad, justamente el team leader, el m¨¢s profesional de todos, lastr¨® a un equipo muy joven en el que destacaron los debutantes Joel Plata, de 23 a?os y primer reserva para la final de concurso completo, y Nicol¨¢s Mir, el m¨¢s joven (20 a?os) y tercer reserva para la final de suelo. Sus Juegos ser¨¢n los de Par¨ªs 24, tan cerca ya.
Y en todo el globo gimnasta se escucha a¨²n el ?pumba! de la noche anterior del rey Kohei Uchimura, que cae de culo --su mano izquierda no ha alcanzado la barra tras un acrob¨¢tico y complicado giro en el aire¡ªy de una manera tan poco graciosa se marcha para siempre de los Juegos, en su pa¨ªs, a los 32 a?os, el para muchos mejor gimnasta de la historia, doble campe¨®n ol¨ªmpico del concurso completo (Londres 12 y R¨ªo 16, y plata en Pek¨ªn 08), 161 cent¨ªmetros de potencia que en su ¨²ltimo a?o competitivo, un a?o demasiado tarde por la pandemia, con la espalda machacada, intenta agarrarse a la barra, el ¨²nico aparato en el que logra colarse, para despedirse comme il faut. Pero la barra le traiciona. ?l, perplejo, se levanta. ¡°No me hab¨ªa pasado nunca¡±, dice. ¡°Ya llegar aqu¨ª fue complicado¡±. Se despide en silencio, sin nadie que le llore alrededor. El joven Daiki Hashimoto, 19 a?os, primero en la calificaci¨®n, le promete agarrar la barra con fuerza en su honor.
Suscr¨ªbete aqu¨ª a nuestra newsletter especial sobre los Juegos de Tokio