Del control al suspense, Espa?a suda los cuartos

Llegando desde la sombra, Mikel Merino pali¨® el d¨¦ficit realizador que acompa?a a Espa?a en estos Juegos y la condujo hacia los cuartos de final, en los que se enfrentar¨¢ el s¨¢bado a Costa de Marfil (10.00, hora espa?ola) en su condici¨®n de primera de grupo y gracias al empate obtenido este mi¨¦rcoles frente a Argentina (1-1). Sobra juego, falta definici¨®n. Domin¨®, como siempre, pero de nuevo estuvo tierna en los metros finales, a la hora de ejecutar. En cualquier caso, apareci¨® el navarro en Saitama para abrir la caj...

Llegando desde la sombra, Mikel Merino pali¨® el d¨¦ficit realizador que acompa?a a Espa?a en estos Juegos y la condujo hacia los cuartos de final, en los que se enfrentar¨¢ el s¨¢bado a Costa de Marfil (10.00, hora espa?ola) en su condici¨®n de primera de grupo y gracias al empate obtenido este mi¨¦rcoles frente a Argentina (1-1). Sobra juego, falta definici¨®n. Domin¨®, como siempre, pero de nuevo estuvo tierna en los metros finales, a la hora de ejecutar. En cualquier caso, apareci¨® el navarro en Saitama para abrir la caja fuerte de los cruces y Unai Sim¨®n contuvo el arre¨®n final de la albiceleste, apeada en favor de Egipto. Dos conexiones, pues, valen el pase: Asensio-Oyarzabal hace tres d¨ªas, Olmo-Merino esta vez.

Al igual que en los dos encuentros previos, Espa?a monopoliz¨® la pelota y el guion fue pr¨¢cticamente calcado; es decir, una propon¨ªa y la otra esperaba, con la diferencia de que Argentina no es Egipto ni Australia, y gestiona de otra manera los escenarios terminales. Renunci¨® el equipo de Sergio Batista al bal¨®n y se concentr¨® en cortocircuitar la elaboraci¨®n, sembrando minas aqu¨ª y all¨¢, intentando llevar el duelo a su terreno; esto es, trabas, disputas y pierna fuerte, a la espera de robar y dar con un hueco para materializar alguna transici¨®n, vertical de tres cuartos hacia adelante.

Sin embargo, Espa?a no entr¨® al trapo y se ci?¨® al patr¨®n indiscutible que defiende el seleccionador, Luis de la Fuente: toque, toque y m¨¢s toque. Domin¨® los veinte primeros minutos abriendo el campo, con la salida aseada de los zagueros y Zubimendi oxigenando; circulaci¨®n din¨¢mica, Cucurella profundizando por el carril izquierdo y Asensio y Dani Olmo ofreci¨¦ndose en los costados del ataque. El madridista, determinante ante Australia, volvi¨® al once, en el que figur¨® de nuevo Merino tras el descanso que le concedi¨® el domingo el preparador.

El navarro recuper¨® galones y dio un paso al frente. A falta de pegada, su jerarqu¨ªa y sus incorporaciones desde la segunda l¨ªnea son un activo irrenunciable, especialmente en partidos en los que el rival se cierra y Espa?a debe buscar variables. Ante Argentina, el guion demandaba rumiar, pero sin caer en la trampa del enredo. Aunque hab¨ªa un solo due?o del bal¨®n y Dani Olmo percuti¨® primero en una falta que repeli¨® con su particular registro Ledesma, el conjunto sudamericano gan¨® metros con astucia; sali¨® del rinc¨®n, se desperez¨® y cogi¨® aire con un par de incursiones que le aliviaron.

En la m¨¢s peligrosa, una apertura de MacAllister habilit¨® a Barco desde el perfil derecho y el disparo seco del extremo choc¨® en el lateral de la red, despu¨¦s de que Unai Sim¨®n tocase con la yema de los dedos. Pero fue un simple espejismo. Pese a que Pedri no tuvo su d¨ªa m¨¢s inspirado, Espa?a continu¨® el mon¨®logo y en una incursi¨®n de Cucurella estuvo cerca de encontrar el premio poco antes del intermedio, pero su precisi¨®n en el pase desde la l¨ªnea de fondo no tuvo continuidad en el bot¨ªn izquierdo de Oyarzabal, que ech¨® el cuerpo atr¨¢s y defini¨® demasiado alto. En cualquier caso, el vasco volvi¨® a ser el elemento m¨¢s intimidatorio.

Sim¨®n entra en escena

En la reanudaci¨®n, el casillero le obligaba a Argentina a estirarse y a salir a la presi¨®n. M¨¢s expuesta, concedi¨® espacios y ah¨ª Espa?a comenz¨® a disfrutar con las punzadas de Dani Olmo y la creatividad en la zona franca. El atacante del Leipzig tambi¨¦n dispuso de una opci¨®n muy clara, pero ajust¨® la rosca en exceso y poco despu¨¦s repiti¨® Oyarzabal, otra vez con la mirilla mal ajustada, de nuevo arriba. Sin embargo, no err¨® Merino. El centrocampista de la Real hizo lo que suele hacer con frecuencia, esa virtud de aparecer, y con un golpeo sedoso con la zurda valid¨® la dejada de Olmo al primer toque, tras un centro pasado desde la derecha de Asensio. Capital el capit¨¢n.

A partir de ah¨ª, a Argentina no le qued¨® m¨¢s remedio que jug¨¢rsela a una carta y embisti¨®. Adelant¨® l¨ªneas y con muy poquito no estuvo demasiado lejos de meter en un l¨ªo a los de De la Fuente. Pero respondi¨® Unai Sim¨®n, que en este torneo estaba siendo hasta ahora un espectador privilegiado. Cuando se le requiri¨®, estuvo. El portero intervino primero a un tiro envenenado y despu¨¦s exhibi¨® reflejos en un despeje fallido de Zubimendi a bocajarro. No obstante, nada pudo hacer ante el cabezazo de Belmonte, completamente solo en el aclarado que provoc¨® el desajuste en las marcas de un c¨®rner. Y ah¨ª se qued¨® la cosa. Espa?a pisa los cuartos. Los sufri¨®, pero los pisa.

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