Sara Sorribes y Cristina Bucsa ganan el bronce en dobles
La pareja espa?ola, que empez¨® a competir junta hace poco, bate al d¨²o checo y sube al tercer escal¨®n del podio
Vaya descubrimiento el de Sara Sorribes y Cristina Bucsa, la pareja que se encuentra en el dobles por una carambola y que poco despu¨¦s conquista el bronce ol¨ªmpico en Par¨ªs, vencedoras ante las checas Karolina Muchova y Linda Noskova por 6-2 y 6-2 en 1h 13m. Es primavera y la socia habitual de Sorribes, la tambi¨¦n checa Marie Bouzkova, es baja en el torneo de Madrid. La castellonense, de 27 a?os, propone la alianza a la c¨¢ntabra, de 26, y sin saberlo surge ah¨ª una qu¨ªmica fant¨¢stica que desemboca primero en el triunfo en la capital y ahora en el podio de los Juegos. El tenis espa?ol suma en ese momento su 14? medalla ol¨ªmpica, la mitad en la modalidad de dobles, y cinco de esas siete conquistadas por mujeres en una especie de relevo generacional: el baile lo abrieron con una plata Arantxa S¨¢nchez-Vicario y Conchita Mart¨ªnez en Barcelona 92, el mismo d¨²o mordi¨® el bronce en Atlanta 96, Conchita prolong¨® los ¨¦xitos junto a Vivi Ruano con un segundo puesto en 2004, y Ruano y Anabel Medina continuaron con la tradici¨®n con la plata de 2008.
La pareja espa?ola se planta fuerte en la pista y ara?a el primer juego al resto, peleonas y agresivas, bien sincronizadas y r¨¢pidas en la red, y despu¨¦s de defender su saque vuelven a tener un 15-40 para dar un bocado importante, aunque dejan pasar ese tren. A¨²n as¨ª han arrancado llenas de confianza ante la oportunidad que han construido a base de fe, casi desde la nada. Sorribes defiende el fondo de la pista y Bucsa ataca de cerca para proteger el servicio y conservar el mando, y luego intercambian los papeles y es la c¨¢ntabra nacida en Moldavia quien muerde en la red para dar otro bocado al set cuando sacan las checas. Manda Espa?a sin muchos sudores, y ata el primer set por 6-2 en 31 minutos.
¡°?Llego!¡±, grita Bucsa en posiciones adelantadas para avisar a su compa?era de que esa bola alta es suya, y as¨ª remata sin piedad, y Espa?a comienza el segundo set como el primero, rompiendo el servicio, agarrando el volante. Sorribes aprieta para proteger su saque, inteligente para jugar un par de golpes paralelos que desmontan el mecano checo. Intercambian luego roturas los dos equipos, m¨¢s relajados cuando no llevan la iniciativa de poner en marcha el juego, hasta que la ruleta vuelve a Sorribes y la castellonense ya no suelta la presa. Es el golpe encima de la mesa que necesita la pareja espa?ola para dejar claro qui¨¦n manda en el encuentro y agarrar la medalla en la primera ocasi¨®n, el remate a un descubrimiento de bronce.
¡°Yo solo quer¨ªa ser tenista¡±, r¨ªe por fin despu¨¦s Sorribes, que acab¨® entre l¨¢grimas cuando perdi¨® su duelo individual ante otra checa, Barbora Krejcikova, despu¨¦s de acariciar la victoria, el d¨ªa que su familia le hab¨ªa dado una sorpresa viajando a Par¨ªs para verla; ¡°recuerdo que en 2014 dec¨ªa que solo quer¨ªa eso, vivir del tenis, disfrutar de mi pasi¨®n, y lo he conseguido. Mi carrera es mejor de lo que hubiera so?ado. Esta medalla es el sue?o de toda una vida¡±.
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