F¨²tbol heroico y de oro: Espa?a vuelve a la cima ol¨ªmpica 32 a?os despu¨¦s

De Kiko Narv¨¢ez a Sergio Camello. As¨ª quedar¨¢ en la historia. Un viaje de 32 a?os devolvi¨® a la selecci¨®n masculina de f¨²tbol a la cumbre ol¨ªmpica en un partido colosal bajo el fuego del Parque de los Pr¨ªncipes, un estadio que estuvo a punto de tragarse viva a la Rojita, que ganaba 1-3 en el minuto 78. Lo impidi¨® la aparici¨®n mariana de este jugador venido del Valle del Kas madrile?o para apuntillar con dos picaditas de oro a los anfitriones, inflamados por el fervor patri¨®tico de su hinchada.

El recinto ovalado se puso en carne viva para rescatar a los suyos del fango al que los hab¨ªa empujado el doblete de Ferm¨ªn, lo consigui¨® y, ante el chasco general, asisti¨® a la coronaci¨®n de Espa?a de la mano de un invitado al que nadie esperaba. Camello, jugador reserva en la lista inicial, apenas hab¨ªa disputado un partido en el torneo, el ¨²ltimo e intrascendente de la fase de grupos contra Egipto, cuando compareci¨® en la hoguera de Par¨ªs para ayudar a la resistencia espa?ola.

Y en medio del fragor, con la selecci¨®n malviviendo y maldiciendo por qu¨¦ hab¨ªa llegado hasta ah¨ª cuando la obra parec¨ªa terminada, el delantero recibi¨® un pase del intr¨¦pido Adri¨¢n Bernab¨¦ y se impuls¨® al cielo ol¨ªmpico. En el 121, su remate con otra picadita a Guillaume Restes cerr¨® su d¨ªa de gloria. En medio de la locura, con 3-5 en el minuto 122, a Santi Denia todav¨ªa se le ocurri¨® pedir calma a su gente.

¡°Yo, a priori, era uno de los cuatro descartes. Si he metido estos goles es gracias a mis compa?eros, por creer en m¨ª. Me dijo el entrenador de porteros que ¨¦l hab¨ªa so?ado con que met¨ªa el gol de la final¡±, afirm¨® el h¨¦roe.

El encuentro culmin¨® el verano perfecto para el f¨²tbol masculino, con Eurocopa y Juegos en un mes. Los mayores y los j¨®venes marcando el paso sin estrellas de rompe y rasga. Tampoco la Francia de Thierry Henry contaba con ellas. Y, de postre, el resultado sirvi¨® para que un equipo espa?ol volviera a ganar un oro ol¨ªmpico tras el logrado por el waterpolo masculino en Atlanta 96. Un agujero sorprendente teniendo en cuenta la potencia del pa¨ªs en las modalidades colectivas.

El Parque de los Pr¨ªncipes, con La Marsellesa en la boca del est¨®mago, le record¨® a Espa?a que ese nunca hab¨ªa sido un estadio para ella. Jam¨¢s en su historia hab¨ªa ganado all¨ª. Y de tanto recordar el pasado, el fantasma del fallo de Arconada en la final de la Eurocopa del 84 se le cay¨® encima a la selecci¨®n en el minuto 11. Fall¨® en el despeje Baena, tir¨® Enzo Millot y Arnau Tenas sufri¨® un movimiento disl¨¦xico incomprensible si no es con el peso del pasado. Se fue a su izquierda cuando el tiro iba a su derecha. No ser¨ªa porque ¨¦l, jugador del PSG, se sintiera un extranjero en el c¨¦sped.

Ese fue su primer viaje al pasado. Un mal viaje, pero no definitivo.

Nada hay m¨¢s fuerte que un iluminado para desmentir a la fatalidad. Ferm¨ªn remont¨® solo en cuanto la Rojita pudo hilar dos jugadas de toque. Primero atac¨® de maravilla el descampado que se abri¨® en el centro de la defensa anfitriona para golpear de primeras y cruzado un pase de Baena. El de siempre levantando a Espa?a. Decisivo en cuartos, el que abri¨® la semifinal y el que tuvo la final ganada hasta el 78. El azulgrana ten¨ªa de todo y para todos. Golpeo de calidad para ajustar al palo y aparici¨®n de killer. Remat¨® Abel Ruiz a bocajarro un centro de Miranda, la rechaz¨® el portero y el andaluz la empuj¨® a la cazuela: 1-2. Sexta diana suya en el torneo. Un tipo incontenible en su momento de ¨¦xtasis.

La crecida de Espa?a encontr¨® respuesta y alivio para todos. El 1-0 franc¨¦s hab¨ªa apuntado tambi¨¦n a Baena y replic¨® con un derechazo de algod¨®n en una falta: 1-3. Francia solo hab¨ªa encajado un gol en cinco encuentros y en 10 minutos llevaba tres directos al ment¨®n. El triplete desat¨® un tornado de f¨²tbol de la escuela cl¨¢sica de Espa?a. Al frente, Baena, un pelotero de nivel que dirigi¨® un tramo de juego sinf¨®nico. Fueron los mejores minutos de la selecci¨®n en el torneo. Toque y circulaci¨®n r¨¢pida frente a una Francia a la virul¨¦.

La tarde la cambi¨® su gente. Bajo el fuego del estadio, Francia comenz¨® una arremetida a las bravas. A Espa?a todav¨ªa le daba para tocar y progresar, pero la fiebre local ya no dej¨® de subir. Kone la mand¨® al larguero y tambi¨¦n lo fren¨® Tenas, que pas¨® de la quiebra inicial a la crecida. Entre ese empuje y la inevitable tendencia de la selecci¨®n a gestionar el bot¨ªn, el partido se aboc¨® a un callej¨®n estrecho.

Akliouche acert¨® a embocar una falta lateral y, a partir de ah¨ª, la temperatura result¨® abrasiva. La resistencia pend¨ªa de un fino hilo y Miranda tens¨® demasiado la cuerda con un agarr¨®n que el VAR se lo hizo pagar. Mateta acert¨®, par¨® de llover en Par¨ªs y la obra levantada por Espa?a durante 80 minutos qued¨® a la intemperie. Todav¨ªa la mand¨® Turrientes al larguero, pero el h¨¦roe surgi¨® del fondo del banquillo. Sergio Camello, 32 a?os despu¨¦s.

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