Los viejos rockeros siguen de gira
Gracias a mejores entrenamientos, cuidados f¨ªsicos y mentales, alimentaci¨®n y tratamiento de las lesiones, las carreras se est¨¢n alargando en casi todas las especialidades
Ya nos avis¨® Miguel R¨ªos hace d¨¦cadas. Los viejos rockeros nunca mueren y ah¨ª est¨¢ ¨¦l mismo y su impecable estado actual para corroborarlo. En estos Juegos hay unos cuantos, y cada vez ser¨¢n m¨¢s, pues gracias a mejores entrenamientos, cuidados f¨ªsicos y mentales, alimentaci¨®n y tratamiento de las lesiones, las carreras se est¨¢n alargando en casi todas las especialidades. Seguir siendo competitivo cuando est¨¢s muy cerca de alcanzar el cuarto piso de la vida ha dejado de ser una novedad. Los y las hay en casi todas las disciplinas y pa¨ªses, y si est¨¢n aqu¨ª no es de propina, pues ning¨²n billete c...
Ya nos avis¨® Miguel R¨ªos hace d¨¦cadas. Los viejos rockeros nunca mueren y ah¨ª est¨¢ ¨¦l mismo y su impecable estado actual para corroborarlo. En estos Juegos hay unos cuantos, y cada vez ser¨¢n m¨¢s, pues gracias a mejores entrenamientos, cuidados f¨ªsicos y mentales, alimentaci¨®n y tratamiento de las lesiones, las carreras se est¨¢n alargando en casi todas las especialidades. Seguir siendo competitivo cuando est¨¢s muy cerca de alcanzar el cuarto piso de la vida ha dejado de ser una novedad. Los y las hay en casi todas las disciplinas y pa¨ªses, y si est¨¢n aqu¨ª no es de propina, pues ning¨²n billete clasificatorio te lo regalan.
Esta especie no est¨¢ en peligro de extinci¨®n, sino en fase de reproducci¨®n y suelen ser malos adversarios. Que se lo pregunten a Alcaraz. Las han visto de todos los colores lo que les permite la siempre necesaria relativizaci¨®n del ¨¦xito y del fracaso. Si permanecen en activo es porque no han perdido su instinto competitivo, raz¨®n principal que les permite seguir sacrific¨¢ndose todo lo que exige la alta competici¨®n. Entienden que tarde o temprano se ver¨¢n superados, pero ese duelo se deber¨¢ dilucidar en la pista, no comparando carnets de identidad.
Si hay un deporte donde las medallas de oro est¨¢n adjudicadas de antemano, ese es el baloncesto para Estados Unidos. Ellas no pierden ni jugando cuatro, pero lo de los hombres no es tan sencillo. Tras el descalabro que sufrieron en Atenas 2004, EE UU decidi¨® dejarse de tonter¨ªas y llevar lo mejor que ten¨ªan, sabedores que en cuanto bajasen talento, corr¨ªan peligro. La Espa?a de Gasol les record¨® en dos ocasiones el peque?o margen que contaban en comparaci¨®n con el abismo que les separaba hace un par de d¨¦cadas. Para esta edici¨®n eligieron lo m¨¢s granado de lo disponible. Leyendas, all stars, figuras emergentes ya consolidadas, no se han dejado pr¨¢cticamente nada en casa. Hasta la semifinal, traves¨ªa tranquila. Y entonces, casi de repente como ocurre en el mar, se levant¨® un vendaval serbio que durante treinta y siete minutos pareci¨® ser capaz de hacer naufragar el lujoso transatl¨¢ntico de la NBA.
Serbia hizo todo lo necesario para ganar. Su cantera parece inagotable. Alrededor de dos talentazos como Jokic y Bogdanovic y con un grupo de desinhibidos tiradores de triples, lleg¨® a llevar hasta diecisiete puntos de ventaja. EE UU estaba colapsada, aturdida, incapaz de encontrar soluciones ni defensivas ni ofensivas, asustada ante la evidencia de un posible desastre nacional. Nunca antes ha sido m¨¢s palpable la posibilidad de haza?a europea. Hasta que Stephen Curry (36 a?os), LeBron James (39) y Kevin Durant (35) se pusieron a tocar rock and roll (con Embid a la bater¨ªa). Estamos hablando de tres jugadores may¨²sculos. Curry con sus triples ha cambiado el baloncesto, LeBron es el m¨¢ximo anotador de la historia de la NBA y su carrera parece eterna, Durant es probablemente el anotador m¨¢s letal que se ha visto en una pista. Primero se activ¨® el base, imperial desde el minuto uno. Se sum¨® LeBron haciendo de LeBron, o sea, anotando, reboteando y asistiendo (complet¨® un triple doble) y por ¨²ltimo el cierre del partido corri¨® a cargo de Durant con dos tiros indefendibles marca de la casa.
Reconozco que mis simpat¨ªas iban con Serbia. Su atrevimiento con una plantilla muy inferior a la de sus rivales merec¨ªa premio. Tambi¨¦n puede que acuse cierto cansancio de ver ganar siempre a los mismos. Y tambi¨¦n creo que los arbitrajes no suelen ser del todo equitativos en sus criterios, lo que termina irrit¨¢ndome un poco. Pero de la misma manera, he de confesar que una vez terminado el partido, los abrazos euf¨®ricos que se dieron LeBron, Curry y Durant me tocaron el corazoncito. Y es que han sido muchos a?os y cientos de partidos disfrutando de su talento, rivalidad y heroicidades. Ahora que lo pienso, Curry podr¨ªa ser como Mick Jagger, magn¨¦tico, siempre dirigiendo el cotarro, LeBron se parece a Bruce Springsteen, d¨¢ndolo todo en cada concierto, y Durant es Van Morrison, espera sus genialidades, no su sonrisa. Pues eso, adorables viejos rockeros que se resisten a terminar la gira y como volvieron a demostrar, todav¨ªa capaces de dar otro gran concierto.
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