La libreta de Conchita impulsa la precocidad de Mirra Andreeva

A la joven Mirra Andreeva le tiembla la voz. L¨®gico. Tiene 17 a?os, acaba de derribar a la n¨²mero dos del mundo (6-7(5), 6-4 y 6-4 a Aryna Sabalenka) y se expresa ya como la semifinalista m¨¢s joven de un gran torneo desde que una tal Martina Hingis, cinco grandes y cima para la maravilla suiza, alcanzase la pen¨²ltima ronda del US Open en 1997. As¨ª que de repente, a la advenediza rusa se le ha olvidado todo, porque al fin y al cabo, pisar¨¢ por primera v...

A la joven Mirra Andreeva le tiembla la voz. L¨®gico. Tiene 17 a?os, acaba de derribar a la n¨²mero dos del mundo (6-7(5), 6-4 y 6-4 a Aryna Sabalenka) y se expresa ya como la semifinalista m¨¢s joven de un gran torneo desde que una tal Martina Hingis, cinco grandes y cima para la maravilla suiza, alcanzase la pen¨²ltima ronda del US Open en 1997. As¨ª que de repente, a la advenediza rusa se le ha olvidado todo, porque al fin y al cabo, pisar¨¢ por primera vez una cota tan alta en un escenario de semejantes caracter¨ªsticas. Impone siempre la Chatrier, pero entre bola y bola, ni se inmuta. Frente a la fogosidad frustrada de la rival, mermada por una indisposici¨®n estomacal y que hasta ahora no hab¨ªa concedido un solo set, una pelota m¨¢s dentro.

¡°No ten¨ªa muy claro a veces c¨®mo iba el marcador, porque trat¨¦ de no concentrarme en eso. Y en el segundo punto de partido, intent¨¦ imaginarme que ten¨ªa que salvar una bola de break. Mi entrenadora y yo ten¨ªamos un plan, pero no me acord¨¦ de nada¡±, se sincera. Y sonr¨ªe y aprueba y observa con ternura desde el banquillo Conchita Mart¨ªnez, que algo sabe de esto y algo tiene que decir sobre el golpe de ri?¨®n que ha dado la rusa. El a?o pasado ya insinu¨®, destapando el potencial de su tenis en la Caja M¨¢gica (cuartos) y volviendo a hacerse notar despu¨¦s en Wimbledon (octavos), y brilla ahora en Par¨ªs, marco de un retroceso hist¨®rico en el tiempo.

El tenis, deporte abonado a la precocidad, exhibe orgulloso a la ¨²ltima joya: diestra, rev¨¦s a dos manos, 1,75 de estatura y movilidad. Ante todo, naturalidad y espontaneidad. Ten¨ªa que suceder. ¡°Simplemente, salgo y juego, aunque siempre se pueden hacer ajustes¡±, se?ala, mientras Conchita apunta una y otra vez en la libreta. ¡°Tiene muchos textos, y despu¨¦s nos reunimos y hablamos sobre todo ello. Me pide mi opini¨®n, con qu¨¦ patr¨®n de juego me siento m¨¢s c¨®moda. Sabe insuflarme energ¨ªa y hacer que sea m¨¢s optimista. Nos re¨ªmos mucho y todo eso hace que no tenga tanta tensi¨®n durante los partidos¡±, conced¨ªa estos d¨ªas en los que ha dejado atr¨¢s a Bektas (98?), Azarenka (21?), Stearns (62?), Gracheva (88?) y ahora, a Sabalenka.

Sin haber alcanzado siquiera la mayor¨ªa de edad, ya es la 38? del circuito y la campanada contra la bielorrusa, desdibujada de principio a fin, le catapultar¨¢ hasta el puesto 23?. Cuando se le pregunta, Conchita la describe como trabajadora y competidora, una ¡°esponja¡±, y aprecia por encima de todo su capacidad de escucha. En abril, coincidiendo con el torneo de Madrid, empezaron un proceso de prueba abierto, sin plazos marcados, que se extendi¨® a Roma y ahora al Bois de Boulogne. El v¨ªnculo no solo prospera, sino que gana cuerpo y podr¨ªa cristalizar si el rendimiento contin¨²a por los mismos derroteros.

Dos v¨ªas: Raducanu o Gauff

¡°No dir¨ªa que soy una persona negativa, pero me cuesta ser feliz cuando veo que no todo va bien. Ella me ha ense?ado a encontrar felicidad en las peque?as cosas que hago bien dentro de la pista. Ojal¨¢ que tengamos un gran futuro juntas¡±, se pronuncia la siberiana, cincelada en la escuela de Cannes ¡ªacompa?ada de su hermana Erika, 18 a?os, derrotada por Sabalenka en la primera ronda¡ª y que disfruta de la quinta experiencia en un Grand Slam. No le ha hecho falta apenas recorrido para dejar las primeras huellas y decir que est¨¢ aqu¨ª: desde el 99, cuando Jelena Dokic pudo con Martina Hingis en Wimbledon, no hab¨ªa nadie tan joven que fuera capaz de tumbar a una n¨²mero dos; y se rebobina hasta el 90, Seles a Graf, para aplicar el dato a Roland Garros.

Queda por ver ahora qu¨¦ rumbo toma ahora, la doble posibilidad de la bifurcaci¨®n: la de una simple explosi¨®n a lo grande y una temprana desaparici¨®n, caso de la brit¨¢nica Emma Raducanu, por ejemplo, o la ruta de la constancia y de la determinaci¨®n escogida por la estadounidense Coco Gauff, finalista aqu¨ª hace dos a?os (con 18) y que el pasado verano triunf¨® en Nueva York, ya con 20. Inspirada por el esp¨ªritu guerrillero del escoc¨¦s Andy Murray y representada por la multinacional IMG , que rara vez deja escapar ya a cualquier joven talento, encara ahora un cruce inesperado con Jasmine Paolini, primeriza tambi¨¦n en una semifinal de tanta envergadura.

Contra todo pron¨®stico, la italiana, de 28 a?os y 15? del mundo, una jornalera del circuito, apea a Elena Rybakina (6-2, 4-6 y 6-4) y el panorama que te¨®ricamente se vislumbraba salta en mil pedazos. Caen la kazaja y Sabalenka, a priori las favoritas en estos dos cruces del mi¨¦rcoles, y por el otro lado cobran m¨¢s fuerza las candidaturas de Iga Swiatek y Gauff, citadas en la primera semifinal de este jueves (15.00, Eurosport; a continuaci¨®n, la siguiente). El desnivel es evidente, pues. Tras la coronaci¨®n de Jannik Sinner, nuevo rey de la ATP, Paolini subraya el feliz momento del tenis de su pa¨ªs y sigue los pasos de Francesca Schiavone, campeona en 2010 y finalista en 2011; Sara Errani, subcampeona en 2012; y Martina Trevisan, semifinalista en 2022.

Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.