Van de Zandschulp, el discreto e inesperado terror de los gigantes
El tenista holand¨¦s, sin t¨ªtulo alguno, brilla cerca de la treintena y como 85? del mundo al batir en medio a?o a tres campeones como Alcaraz, Nadal y Djokovic
?Qui¨¦n lo hubiera dicho? En el circuito se le conoce como Botic, por eso de lo impronunciable del apellido, Van de Zandschulp. Y en apenas medio a?o, de septiembre aqu¨ª, ha sido capaz de reducir a Carlos Alcaraz en Nueva York, finiquitar despu¨¦s la carrera de Rafael Nadal en M¨¢laga y hacer polvo a Novak Djokovic ahora en Indian Wells, donde el murciano encara la pr¨®xima madrugada a Denis Shapovalov tras vencer a Quentin Halys (6-4 y 6-2, en 68 minutos) y donde ya es inviable ese ap...
?Qui¨¦n lo hubiera dicho? En el circuito se le conoce como Botic, por eso de lo impronunciable del apellido, Van de Zandschulp. Y en apenas medio a?o, de septiembre aqu¨ª, ha sido capaz de reducir a Carlos Alcaraz en Nueva York, finiquitar despu¨¦s la carrera de Rafael Nadal en M¨¢laga y hacer polvo a Novak Djokovic ahora en Indian Wells, donde el murciano encara la pr¨®xima madrugada a Denis Shapovalov tras vencer a Quentin Halys (6-4 y 6-2, en 68 minutos) y donde ya es inviable ese apetecible cruce con Nole en los cuartos. El serbio, de 37 a?os, se inclin¨® por 6-2, 3-6 y 6-1 en el estreno frente al soberbio holand¨¦s, un actor secundario que lleva una d¨¦cada compitiendo de manera discreta entre el grueso del pelot¨®n y que en un escaso margen de tiempo ha pasado del pseudo anonimato a recibir merecidamente los flashazos: ah¨ª est¨¢ ¨¦l, tan silencioso, tan letal. ?Y por qu¨¦ no?
Tiene 29 a?os, es el 85 del mundo y en 2022 merode¨® el top-20, aunque posteriormente se diluy¨® entre el maremagno de jugadores que intentan dar con la gloria y no lo consiguen. Esto es, la gran mayor¨ªa. Dos finales, ambas en M¨²nich, perfil menor; y ning¨²n t¨ªtulo ni escalada verdaderamente rese?able en un gran escenario. Sin embargo, todo el mundo se acordar¨¢ ya de ¨¦l, tipo discreto y aplicado, ahora muy respetado, cuyas dentelladas re¨²nen un denominador com¨²n: ni un ¨¢pice de nerviosismo. Da igual lo que suceda: ah¨ª que sigue el holand¨¦s, firme desde la l¨ªnea de fondo, poderoso con la derecha y el rev¨¦s, y atrevido si la escena demanda valent¨ªa para irse a la red. Lo comprob¨® Alcaraz, tambi¨¦n Nadal y ahora Djokovic, que cedi¨® en el estreno de Doha y ahora tambi¨¦n en el de California. Se adivina nuevo punto cr¨ªtico, pues, en la extraordinaria trayectoria del balc¨¢nico, sin premio alguno desde que lograse el oro ol¨ªmpico en Par¨ªs.
¡°Le felicito¡±, deslizaba el campe¨®n de 24 grandes, mientras todo el mundo se pregunta c¨®mo demonios lo hace el neerland¨¦s para jugar as¨ª de recto, de imperturbable, como si nada ni nadie fuera capaz de alterar esa propuesta que comienza, se desarrolla y finaliza exactamente de la misma forma. Ni pesta?ea. Pero, ?c¨®mo lo consigue? A su manera, sin atisbo alguno de grandilocuencia ni exceso de ego, puro equilibrio, trata de explicarlo: ¡°Es una buena pregunta, quiz¨¢ haya que hac¨¦rsela a ellos. S¨¦ que cuando juego contra esta clase de jugadores tengo que estar ah¨ª todo el rato, mentalmente muy estable, tranquilo. Puedo defenderme y atacar, tambi¨¦n subir a la red. Tengo variedad en el juego, y eso es lo que quiz¨¢ les haya molestado. La pelota aqu¨ª bota mucho y eso hace que sea dif¨ªcil golpearla; a Novak tal vez le ha costado un poco con la derecha, pero yo tambi¨¦n he acertado con los segundos saques¡±.
Si se echa un vistazo a su ficha biogr¨¢fica en la ATP, se detecta la misma sobriedad de sus formas. Nada de estridencias. Se sabe que le inspira Gladiator, que tiene un hermano y que le gusta Melbourne, adem¨¢s de ser hincha del Ajax de ?msterdam y de que su superficie favorita es la pista dura. Poquito m¨¢s. En 2021, antes de que las lesiones cortasen su evoluci¨®n, alcanz¨® los cuartos del US Open, pero a partir de ah¨ª no dej¨® huellas significativas hasta el cruce con Alcaraz en Flushing Meadows. ¡°Aquel partido lo cambi¨® todo¡±, aseguraba tras batir a Djokovic. ¡°Antes de eso ya hab¨ªa jugado buenos partidos contra top-10, pero definitivamente esa victoria me hizo creer que puedo ganar a ese tipo de jugadores. Sinner me pate¨® el culo un par de veces, pero contra Carlos me ayud¨® mucho. Consiste en confiar en uno mismo y en pensar que realmente tienes la oportunidad de ganar cada partido, aunque luego lo importante es ir punto a punto¡±, prorrogaba.
No se encogi¨® en la pista m¨¢s grande del mundo ante el murciano, rendido en tres sets, ni tampoco lo hizo un par de meses despu¨¦s en un ambiente bastante m¨¢s hostil, cuando abri¨® la serie de cuartos de la Copa Davis ante Nadal. Pese al componente emocional del duelo y de la responsabilidad que reca¨ªa sobre sus hombros, consciente a la vez de que pod¨ªa ser el hombre que pod¨ªa sellar la carrera del mallorqu¨ªn, redobl¨® su apuesta y dej¨® completamente helado el Mart¨ªn Carpena. Y este s¨¢bado, ante un Djokovic m¨¢s vulnerable, cierto es, se sostuvo y acentu¨® las dudas en torno al serbio, incapaz de darle la vuelta al partido. Pese a la reacci¨®n del gigante en el segundo parcial, aceler¨® y logr¨® otro triunfo de m¨¢ximo prestigio que pone de relieve a un profesional que hasta el episodio reun¨ªa tantas victorias (96) como derrotas en su trazado en la ¨¦lite.
¡°?La mejor? Son todas diferentes. Jugar con Nadal el ¨²ltimo de su carrera fue mentalmente bastante dif¨ªcil, porque adem¨¢s jug¨¢bamos en Espa?a, as¨ª que nunca es sencillo. Pero la de Carlos [Alcaraz] en el US Open fue la m¨¢s dura de todas, porque en aquel momento todav¨ªa no estaba totalmente convencido de que pod¨ªa vencer a este tipo de jugadores que dirigen el vestuario. Fue una especie de primer paso para todo lo que vino despu¨¦s¡±, concede Van de Zandschulp, que en la pr¨®xima estaci¨®n del torneo se enfrentar¨¢ al argentino Francisco Cer¨²ndolo. Con tres tarascadas hist¨®ricas en el curr¨ªculo, el holand¨¦s obligar¨¢ de aqu¨ª en adelante a reconsiderar su presencia en los cuadros, al haberse convertido en un elemento amenazante para los cabezas de serie y, en especial, para los fueras de serie. Sobre su 1,91 y esa fisonom¨ªa perfectamente armada, su nombre ya es toda una advertencia. Que nadie se relaje: Botic, se le llama.