Un gigante desnudo
Gebrselassie se despide despu¨¦s de ganar Bekele los 10.000 metros
Como condenados a no poder salirse de su papel en todas las finales ol¨ªmpicas, como si el paso del tiempo lo ¨²nico que hiciera fuera a?adir la p¨¢tina del clasicismo a las mismas situaciones, los mismos corredores que brillaron en la final de Atenas repitieron ayer, cuatro a?os despu¨¦s, en un estadio vanguardista, la misma carrera de 10.000 metros con cuatro segundos de diferencia los mismos tiempos, con una peque?a variante el mismo podio, con la misma emoci¨®n, la misma despedida, la de Haile Gebrselassie, que regres¨® de la carretera al tart¨¢n para otra final ol¨ªmpica.
"Las noticias de mi muerte eran exageradas", dijo, recordando a Mark Twain, Gebrselassie, de 35 a?os, que mejor¨® en 21s su tiempo de la final ateniense, pero perdi¨® un puesto: termin¨® sexto en vez de quinto. Gan¨®, como en Atenas, Kenenisa Bekele, quien ya iguala a dos t¨ªtulos ol¨ªmpicos a su compatriota mayor, el atleta que le motiv¨® para superarle. "Es ir¨®nico", dijo Gebrselassie, campe¨®n ol¨ªmpico en Atlanta y Sidney, donde protagoniz¨® el mejor final de un 10.000 que se recuerda, un el¨¦ctrico esprint con el keniano Paul Tergat: "Yo me hice atleta para convertirme en una leyenda como Zatopek o Bikila. Y Bekele, para superarme a m¨ª, para ser m¨¢s grande a¨²n. Y el ejemplo de Bekele, a su vez, me ha servido para tratar yo de ser mejor a¨²n en el marat¨®n...".
De la Ossa, el mejor de los espa?oles, aguant¨® hasta que se aceler¨® la carrera
S¨®lo que, enfermo de asma y temiendo que la contaminaci¨®n de Pek¨ªn pudiera agravar su mal, Gebrselassie, plusmarquista mundial de marat¨®n, decidi¨® regresar al 10.000 dispuesto a ser, una vez m¨¢s, protagonista de un ya visto fascinante en el que todos cumplieron brillantemente con su obligaci¨®n en el festival africano. Primero, los eritreos, corregidos y aumentados. Si en Atenas s¨®lo corri¨® Zersenay Tadese, el madrile?o, entre tanto vecino et¨ªope, anoche le acompa?aron su hermano y otro m¨¢s. Y si hace cuatro a?os Tadese consigui¨® el bronce aguantando hasta el l¨ªmite el ritmo que impusieron en los segundos 5.000 metros entre Bekele y Shihine, ayer fueron los de Asmara quienes se arriesgaron, quienes marcaron el ritmo hasta morir en el intento, lo que permiti¨® que se aprovecharan los kenianos para sacar del podio al mayor de los Tadese. Por detr¨¢s, la pareja et¨ªope controlaba pensando en Gebrselassie en la mejor t¨¢ctica que permitiera a su gur¨² despedirse de la pista desde el podio. En Atenas lo intentaron frenando el ritmo en las ¨²ltimas vueltas para dejarle enlazar; en Pek¨ªn, aguantando sus ganas de reventar la carrera hasta el momento inevitable, hasta la ¨²ltima vuelta. Entonces, cuando el viejo les dio el permiso, los dos aceleraron. Bekele, con su estilo habitual, con su velocidad demoledora, cubri¨® los ¨²ltimos 400 metros en 53,42s, apenas 1s m¨¢s que en Atenas. Y Shihine, detr¨¢s, tambi¨¦n termin¨® segundo de una carrera que como entonces tambi¨¦n fue m¨¢s r¨¢pida en su segunda mitad (13m 13s) que en la primera (13m 48s).
A esos ritmos, Juan Carlos de la Ossa, el mejor de los espa?oles, aguant¨® hasta los momentos en que se aceler¨® la carrera. El africano de Taranc¨®n termin¨® 17?, y segundo blanco tras el estadounidense Galen Rupp, con una marca de 27m 54, 20s.
"No me arrepiento de haber decidido no correr el marat¨®n pese a que sea la carrera que m¨¢s magia ol¨ªmpica conserva", dijo Gebrselassie, quien, terminada la vuelta de honor en compa?¨ªa de sus compatriotas -Bekele se permiti¨® un gesto de poder¨ªo similar al de Bolt-, fue reclamado por el pu?ado de et¨ªopes que animaron ruidosos. "Hay que ser fiel a las decisiones que se toman, no darles m¨¢s vueltas". Emocionado, el viejo atleta, que no puede dejar de correr porque por su sangre corre el atletismo pese a que su cuerpo, sus tendones machacados, sus pies que sangran tras cada carrera, le pida un descanso, les envi¨®, entre v¨ªtores, una bandera, la que hab¨ªa exhibido en las celebraciones. Sin ella se qued¨® desnudo, pero gigante, preparado para volver dentro de cuatro a?os a unos Juegos, al marat¨®n de Londres.
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