La empresa que prescinde de los jefes

En 2016, diez a?os despu¨¦s de esa cerveza que puso punto y final a su vida laboral en una empresa cl¨¢sica, Vincit ¡ªcon una facturaci¨®n de 26 millones de euros en 2015 y un valor de mercado de 70 millones¡ª ha sido este a?o galardonada como la mejor compa?¨ªa en toda Europa para trabajar, seg¨²n un estudio que el Instituto Great Place to Work elabor¨® entre 2.250 compa?¨ªas del Viejo Continente.

"Nadie me dice c¨®mo debo hacer mi trabajo ni cu¨¢ndo tengo que hacer mis horas diarias", explica Mikael Lepist?, trabajador de la empresa desde hace cuatro a?os. Uno de los secretos de Vincit ¡ªen lat¨ªn, conquistar o ganar¡ª es poner "del rev¨¦s", en palabras de Kuitunen, la estructura organizativa en general y de gesti¨®n de los trabajadores en particular.

Cuanto m¨¢s libre se vea un trabajador, m¨¢s responsable se siente y por tanto, mejor trabaja, sostiene en fundador de la empresa

En esta empresa integrada por poco m¨¢s de 300 personas y que tiene su sede en Helsinki (Finlandia) no existen jefes "a menos que lo pidan los empleados". El fundador explica orgulloso su modelo de negocio en uno de los pocos espacios reservados al silencio dentro de la inmensidad de Slush, un evento que congrega cada a?o a centenares de startups (este 2016 fueron m¨¢s de 2.500) de todo el mundo. Finlandia es uno de los pa¨ªses m¨¢s innovadores del mundo gracias a la inversi¨®n p¨²blica en investigaci¨®n, desarrollo e innovaci¨®n (dedicaron el 3,3% del PIB en 2014 seg¨²n el Banco Mundial, un punto y dos d¨¦cimas m¨¢s que la media mundial). "Los trabajadores nos piden, y nosotros como empresa hacemos realidad sus demandas", resume.

Kuitunen, con formaci¨®n universitaria en negocios y finanzas, ha revolucionado el sector empresarial y, sobre todo, el de los recursos humanos en su oficina en la capital finesa y tambi¨¦n en la de Palo Alto, Estados Unidos (EE UU). All¨ª abri¨® sus puertas el verano pasado. ?l, citando un estudio de la Universidad de Harvard de octubre de 2016, asegura que las empresas en EE UU gastan anualmente tres billones ¡ª"billones", repite con insistencia por si no se le ha escuchado con nitidez¡ª de d¨®lares en la gesti¨®n de personal, en la organizaci¨®n de los equipos, de los departamentos, en velar por los derechos de los trabajadores y en hacer cumplir sus deberes. Lo encuentra "est¨²pido" ya que cree que nadie quiere ni necesita estas directrices. "As¨ª que en Vincit quitamos de en medio los obst¨¢culos de la gesti¨®n y nos centramos m¨¢s en la persona", sostiene.

Todo esto debe ir acompa?ado de cierta responsabilidad que el propio sistema fin¨¦s, por su libertad, ofrece. "Cuanto m¨¢s libre se vea un trabajador, m¨¢s responsable se siente y por tanto, mejor trabaja", sostiene el empresario que ahora ocupa el puesto de desarrollador. Aunque suene ut¨®pico, la felicidad y estabilidad del trabajador es un eje principal del modelo de negocio en esta empresa. "Nos cuidan mucho para que no nos estresemos demasiado", concede Lepist?.

Cero despidos

Y funciona. En tan solo diez a?os de vida como compa?¨ªa, las personas que se han ido voluntariamente no suman la decena. No ha habido ning¨²n despido, aunque la direcci¨®n s¨ª ha mantenido "ciertas conversaciones", confiesa Kuitunen, con "docenas" de empleados, lo que de ninguna modo significa su despido, sino lo que com¨²nmente se conoce como un toque de atenci¨®n.

la empresa recibe una media de mil solicitudes de empleo al a?o

Vincit super¨® hace tiempo el eterno debate de saber conciliar la vida laboral con la vida personal. "No debe haber divisi¨®n. Nos centramos en todo el c¨ªrculo vital del trabajador", dice el fundador de la compa?¨ªa. Y eso, en esencia, es buscar su tranquilidad y felicidad. "Si trabajas aqu¨ª, Vincit te apoya en todos los aspectos de tu vida", asegura. Para Lepist?, Vincit es un lugar que le respeta, un lugar donde puede "crecer para ser mejor" en su trabajo y en su vida personal. La empresa, incluso, ha puesto a servicio de los trabajadores tutores para el sue?o en el caso de que alg¨²n hijo de un empleado tenga problemas de insomnio y le cueste descansar. El propio Kuitunen se aprovech¨® de esta medida, admite.

Adem¨¢s, si un trabajador quiere dejar su empleo pero no encuentra ad¨®nde irse, esta empresa ¡ªdonde parece que no existen los problemas serios m¨¢s all¨¢ de los inconvenientes del d¨ªa a d¨ªa¡ª le seguir¨¢ pagando un salario hasta que encuentre el puesto deseado. Y lo mismo ocurre cuando un empleado decide irse dentro de los cuatro primeros meses de contrato: "Ofrecemos, desde el momento en que comunicas que te vas, 5.000 euros para que esa persona pueda despegar sola", dice. Tras hacer una leve pausa admite que para ello el Gobierno fin¨¦s ofrece "ciertas" ayudas. Con estas condiciones, no resulta extra?o el siguiente dato: la empresa, incluso ofrecer puestos de trabajo, recibe anualmente una media de mil solicitudes de empleo de personas de todo el mundo.

En Vincit no existen los horarios, los turnos de trabajo o la obligatoriedad de acudir 35 o 40 horas de lunes a viernes a la oficina. S¨®lo existe, pues, el compromiso de unos trabajadores contentos con una empresa que es m¨¢s que un trabajo; se integra y complementa sus vidas.