Invisibles tras los muros de la c¨¢rcel

Mar es funcionaria de prisiones desde hace 21 a?os. Vigila los m¨®dulos y los patios de la c¨¢rcel de Oca?a I, un peque?o presidio en la provincia de Toledo en el que est¨¢n recluidos cerca de 450 internos. Su trabajo ha sido catalogado por el Gobierno como esencial, aunque es invisible para gran parte de la sociedad. Desde que se decret¨® el estado de alarma, dos cosas llaman la atenci¨®n de Mar al llegar a su puesto de trabajo: un olor a lej¨ªa m¨¢s intenso de lo que era habitual y la mayor distancia que todos, presos y funcionarios, mantienen entre s¨ª. ¡°Lo primero que hacemos es desinfectar todo c...

Mar es funcionaria de prisiones desde hace 21 a?os. Vigila los m¨®dulos y los patios de la c¨¢rcel de Oca?a I, un peque?o presidio en la provincia de Toledo en el que est¨¢n recluidos cerca de 450 internos. Su trabajo ha sido catalogado por el Gobierno como esencial, aunque es invisible para gran parte de la sociedad. Desde que se decret¨® el estado de alarma, dos cosas llaman la atenci¨®n de Mar al llegar a su puesto de trabajo: un olor a lej¨ªa m¨¢s intenso de lo que era habitual y la mayor distancia que todos, presos y funcionarios, mantienen entre s¨ª. ¡°Lo primero que hacemos es desinfectar todo con lo que vamos a tener contacto: cerrojos, tel¨¦fonos, las llaves¡­¡±, se?ala. Esta funcionaria asegura que los presos han estado ¡°inquietos¡± ¡ªel jueves se produjo un conato de plante en esta c¨¢rcel¡ª, sobre todo durante los primeros d¨ªas del aislamiento, justo despu¨¦s de prohibirse a mediados de marzo visitas de familiares y permisos de salida. ¡°Estamos haciendo una importante labor did¨¢ctica con ellos¡±, se?ala.

Ella es una de los cerca de 24.000 trabajadores penitenciarios que se encargan de custodiar a 50.800 reclusos en las c¨¢rceles dependientes de Interior. Hasta el pasado mi¨¦rcoles, se hab¨ªan registrado 185 positivos por coronavirus entre los funcionarios y 21 m¨¢s entre los reclusos. Una interna de la prisi¨®n de Estremera (Madrid) y un funcionario de la de Fontcalent (Alicante) han fallecido. Adem¨¢s, alrededor de 810 trabajadores penitenciarios y 390 reclusos est¨¢n bajo observaci¨®n m¨¦dica o cuarentena, seg¨²n datos oficiales. La mayor incidencia de la enfermedad entre los funcionarios que entre la poblaci¨®n reclusa se traslada a las conversaciones entre ambos colectivos. ¡°Muchos presos nos piden que nos cuidemos; saben que el virus lo podemos traer de fuera. Es curioso. Antes ¨¦ramos nosotros los que tem¨ªamos que ellos nos transmitieran enfermedades¡±. Quien habla as¨ª es Juanjo, un trabajador penitenciario con 22 a?os de servicio ahora en la prisi¨®n de Alcal¨¢-Meco, en Madrid. Su principal queja estos d¨ªas ha sido la tardanza de Instituciones Penitenciarias en dotarles de mascarillas. Tambi¨¦n reclama que, como servicio esencial que son, se les hagan los test para detectar los contagios. ¡°Los presos est¨¢n tranquilos y no hay m¨¢s conflictos que antes de la crisis, pero si esto se extiende en el tiempo y hay m¨¢s contagios, no s¨¦ qu¨¦ puede pasar¡±, se?ala.

Nuestro trabajo no podr¨ªan hacerlo ni polic¨ªas ni militares¡±

dice un funcionario

Marcos est¨¢ destinado en la prisi¨®n de A Lama (Pontevedra). Vigila el m¨®dulo de aislamiento, donde est¨¢n los presos m¨¢s conflictivos. All¨ª s¨ª se ha notado ¡°algo¡± un aumento de la tensi¨®n por el coronavirus. ¡°Algunos internos lo utilizan como baza para presionarte. Te echan en cara que ya no pueden comunicarse con sus familias. Son presos que no est¨¢n acostumbrados a la frustraci¨®n y muchos no quieren ver lo que est¨¢ pasando en Espa?a con la enfermedad¡±, se?ala. Marcos tambi¨¦n ha tenido que cambiar sus rutinas por el virus. ¡°Nos hemos tenido que acostumbrar a trabajar a m¨¢s distancia con los otros compa?eros, lo que a veces no es f¨¢cil, cuando no imposible¡±. Su vida privada tambi¨¦n se ha visto afectada. ¡°No veo a mis padres desde el 4 de marzo¡±, se lamenta.

Daroca (Zaragoza) es una c¨¢rcel peque?a, con algo m¨¢s de 400 reclusos. All¨ª trabaja Daniel, funcionario de prisiones desde hace 15 a?os. ¡°Al ser un centro peque?o ha sido m¨¢s f¨¢cil organizarse ante el coronavirus¡±, asegura. Charlas a los presos para que extremen la limpieza de sus celdas y de los espacios comunes, y crear grupos de trabajo estancos para que si se detecta un infectado sea f¨¢cil limitar el contagio han sido algunas de las medidas que se han tomado en esta c¨¢rcel. ¡°Hemos ido por delante de las decisiones de Interior¡±, destaca.

Daniel insiste en que su trabajo es tan invisible como imprescindible: ¡°Muchos creen que lo podr¨ªan hacer los polic¨ªas o los militares, pero no es as¨ª. Adem¨¢s de custodiar, hacemos una labor de reeducaci¨®n que ellos no podr¨ªan asumir¡±, recalca. En ese sentido, admite que una de sus preocupaciones es ocupar el tiempo de los presos ahora que se han suspendido las comunicaciones con familiares, no hay permisos ni actividades educativas ni funcionan los talleres. ¡°Por mucho que la gente lo olvide, la reinserci¨®n es la funci¨®n ¨²ltima de las c¨¢rceles. Lo dice la Constituci¨®n¡±, explica.

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