La Gran Reclusi¨®n dinamita el mercado petrolero
Demanda por los suelos, almacenes llenos y productores en jaque: la semana que llev¨® el crudo a n¨²meros rojos por primera vez en su historia
Tres horas bastaron el lunes para desbaratar siglo y medio de historia en el mercado petrolero estadounidense: las que transcurrieron para que el barril de crudo texas pasara de cambiarse por 10 d¨®lares a hacerlo por -40 para acabar cerrando la sesi¨®n en -31 billetes verdes. Un hundimiento diario que por momentos lleg¨® a ser de hasta el 300% y que dio rienda a suelta a la madre de todas las paradojas ¡ªcobrar por recibir crudo; pagar por entregar¡ª e inyect¨® una dosis adicional de nerviosismo en unos mercados financieros ya de por s¨ª muy inquietos ante la lenta remisi¨®n del coronavirus. S...
Tres horas bastaron el lunes para desbaratar siglo y medio de historia en el mercado petrolero estadounidense: las que transcurrieron para que el barril de crudo texas pasara de cambiarse por 10 d¨®lares a hacerlo por -40 para acabar cerrando la sesi¨®n en -31 billetes verdes. Un hundimiento diario que por momentos lleg¨® a ser de hasta el 300% y que dio rienda a suelta a la madre de todas las paradojas ¡ªcobrar por recibir crudo; pagar por entregar¡ª e inyect¨® una dosis adicional de nerviosismo en unos mercados financieros ya de por s¨ª muy inquietos ante la lenta remisi¨®n del coronavirus. Sin demanda y con las opciones de almacenaje muy restringidas ¡ªapenas hay espacio libre y el que queda se paga a precio de oro¡ª, la br¨²jula se ha desimantado en una semana extrema.
El clich¨¦ del oro negro es hoy menos cierto que nunca. Incluso tras el estir¨®n a partir del mi¨¦rcoles y con los precios ya en verde, pr¨¢cticamente ning¨²n barril que se extraiga estos d¨ªas del subsuelo es rentable: el petr¨®leo es, en t¨¦rminos reales, m¨¢s barato que en los ¨²ltimos 150 a?os. Un periodo en el que la inflaci¨®n se ha disparado ¡ªeche el lector a volar la imaginaci¨®n y las matem¨¢ticas¡ª casi un 3.000%. ¡°Si alguien sabe de un activo financiero que valga hoy menos que siglo y medio atr¨¢s, por favor, que nos avise¡±, remarcan Jim Reid y Nick Burns, de Deutsche Bank, con una sorna que no resalta la enajenaci¨®n transitoria del mercado.
El mercado de petr¨®leo
y la pandemia
La debacle provocada por la Covid
ha dejado el precio y la demanda
de petr¨®leo en m¨ªnimos hist¨®ricos.
El precio m¨¢s bajo
del registro hist¨®rico
Precio del barril texas en d¨®lares,
en t¨¦rminos reales
Crisis del
petr¨®leo
de 1973
Crisis
financiera
de 2008
200
150
100
50
0
–50
1870
1900
1930
1960
1990
2020
Cae la demanda
Oferta menos demanda
en millones de barriles
2.0
M¨¢s demanda
que oferta
1.0
0.0
-1.0
-2.0
M¨¢s oferta
que demanda
Crisis financiera
-3,0
2006
2008
2010
2012
2014
2016
2018
2020
M¨¢s reservas que nunca
en la OCDE
En millones de barriles
Previsi¨®n actual
Previsi¨®n antes de la pandemia
3,500
3,300
3,100
2,900
Media
2010-2014
2,700
2,500
2012
2014
2016
2018
2020
Fuente: Deutsche Bank y Bernstein.
EL PA?S
El mercado de petr¨®leo
y la pandemia
La debacle provocada por la Covid ha dejado el precio y la demanda de petr¨®leo
en m¨ªnimos hist¨®ricos.
El precio m¨¢s bajo
del registro hist¨®rico
Precio del barril texas en d¨®lares,
en t¨¦rminos reales
Crisis del
petr¨®leo
de 1973
Crisis
financiera
de 2008
200
150
100
50
0
–50
1870
1900
1930
1960
1990
2020
Cae la demanda
Oferta menos demanda en millones de barriles
2.0
M¨¢s demanda
que oferta
1.0
0.0
-1.0
-2.0
M¨¢s oferta
que demanda
Crisis financiera
-3,0
2006
2008
2010
2012
2014
2016
2018
2020
M¨¢s reservas que nunca
en la OCDE
En millones de barriles
Previsi¨®n actual
Previsi¨®n antes de la pandemia
3,500
3,300
3,100
2,900
Media
2010-2014
2,700
2,500
2012
2014
2016
2018
2020
Fuente: Deutsche Bank y Bernstein.
EL PA?S
El mercado de petr¨®leo y la pandemia
La debacle provocada por la Covid ha dejado el precio y la demanda
de petr¨®leo en m¨ªnimos hist¨®ricos.
El precio m¨¢s bajo del registro hist¨®rico
Precio del barril texas en d¨®lares, en t¨¦rminos reales
Crisis del
petr¨®leo de 1973
Crisis financiera
de 2008
200
150
100
50
0
–50
1870
1885
1900
1915
1930
1945
1960
1975
1990
2005
2020
Cae la demanda
Oferta menos demanda en millones de barriles
2.0
M¨¢s demanda
que oferta
1.0
0.0
-1.0
-2.0
M¨¢s oferta
que demanda
Crisis financiera
-3,0
2006
2008
2010
2012
2014
2016
2018
2020
M¨¢s reservas que nunca en la OCDE
En millones de barriles
Previsi¨®n actual
Previsi¨®n antes de la pandemia
3,500
3,300
3,100
2,900
Media
2010-2014
2,700
2,500
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
2019
2020
Fuente: Deutsche Bank y Bernstein.
EL PA?S
Como en el juego de la patata caliente, el lunes ¡ªy parte del martes¡ª el barril de crudo con entrega en mayo quemaba en las manos de los inversores. Por contraintuitivo que parezca ¡ªlo es¡ª, con el consumo hundido y los dep¨®sitos privados cerca de m¨¢ximos lo mejor era pagar para que alguien se quedase con los 42 galones o 159 litros de marras que quebrarse la cabeza buscando acomodo para un bien que, por ahora, nadie quiere. ¡°Hay muchos actores que compran esos contratos para especular, sin intenci¨®n de quedarse el petr¨®leo. Y entre ellos se ha disparado la preocupaci¨®n por que no pudieran deshacerse de ellos¡±, resume Lisa Viscidi, jefa de Energ¨ªa del think tank Inter-American Dialogue.
Lejos del glamour, el epicentro de este terremoto semanal no ha sido ni el parqu¨¦ de Nueva York ni el Chicago ni el de Londres sino una peque?a localidad de apenas 8.000 habitantes y rectas infinitas llamada Cushing y enclavada en Oklahoma, en pleno Medio Oeste estadounidense, que alberga tanques con cabida de hasta 76 millones de barriles ¡ªlas tres cuartas partes de lo que produce el mundo en un d¨ªa¡ª y que est¨¢ a punto de colgar el cartel de ¡°completo¡±. Esa ha sido, en realidad, la ¨²ltima se?al de alerta de un mercado que lleva meses arrastr¨¢ndose hasta una situaci¨®n l¨ªmite: nadie ten¨ªa en sus esquemas un crudo en negativo, pero tampoco una pandemia ni una Gran Reclusi¨®n como esta.
La secuencia es, m¨¢s o menos, como sigue: la demanda de carburante, bajo m¨ªnimos, reduce la actividad en las estaciones de servicio, que compran menos gasolina a las refiner¨ªas. Estas, a su vez, recortan su producci¨®n y dejan de comprar crudo. Los bombeos tambi¨¦n caen, claro, pero a un ritmo mucho menor ¡ªcerrar un pozo petrolero no es cerrar el grifo de la cocina¡ª y los excedentes se amontonan sin apenas margen para el almacenamiento. C¨ªrculo cerrado con un ganador a cort¨ªsimo plazo ¡ªel medio ambiente¡ª y dos perdedores por encima del resto: los pa¨ªses y las empresas productoras, y los incautos que han invertido en crudo, muchos de ellos no profesionales.
La mejor -y casi ¨²nica- forma de hacer dinero con el crudo no es hoy ni extraerlo ni refinarlo ni distribuirlo sino almacenarlo. Son ellos, los due?os de los puntos de almacenaje, los que est¨¢n haciendo el agosto en abril, con una avalancha de solicitudes de quienes esperan a que el panorama se despeje para poder dar salida a sus reservas y casi manos libres para fijar precios a antojo. ¡°Casi todos los espacios de nuestras terminales est¨¢n comprometidos¡±, deslizaba esta semana el primer ejecutivo de la firma holandesa Vopak, uno de los l¨ªderes europeos del sector. En EE UU, como deja claro el caso de Oklahoma, la tensi¨®n es a¨²n mayor, con todas las previsiones apuntando a mediados de mayo como fecha l¨ªmite para que los tanques de almacenamiento digan basta.
Quienes observan el mercado desde la barrera, como reconoce Christian Gattiker, jefe de an¨¢lisis del banco Julius Baer, siguen qued¨¢ndose sin superlativos. Pero algunas cosas van quedado claras: primero, que ning¨²n escenario, ni siquiera el m¨¢s remoto, es descartable en tiempos ignotos, de pandemia. Segundo, que las secuelas econ¨®micas ¡ªy psicol¨®gicas¡ª ser¨¢n objeto de estudio futuro en las facultades. Tambi¨¦n en lo puramente petrolero se pueden empezar a pasar a limpio algunos apuntes, como la lecci¨®n de que cuando la demanda entra en barrena ¡ªy estamos, como recuerda Oswald Clint, de Bernstein, ante el mayor colapso de siempre en esta variable¡ª, ni siquiera el mayor tajo de la historia sobre la oferta es suficiente para renivelar las fuerzas del mercado. Un intento decoroso, pero que se ha quedado muy corto: es intentar apagar un incendio forestal a cubetazos.
Los precios negativos han puesto en el ojo del hurac¨¢n a las empresas de fracking (fracturaci¨®n hidr¨¢ulica), las que lograron aupar a EE UU a la pr¨¢ctica autosuficiencia y al primer lugar del podio mundial de productores pero para las que las tensiones de tesorer¨ªa distan mucho de ser una novedad. Y una oleada de quiebras en ese sector, avisan cada vez m¨¢s voces autorizadas, desplazar¨ªa la tensi¨®n a los bancos. 2008 est¨¢ todav¨ªa demasiado pr¨®ximo en la memoria de todos como para olvidar qu¨¦ puede significar eso. Pero el zarpazo de los precios bajos se extiende m¨¢s all¨¢ del gigante norteamericano. Hacia el sur, M¨¦xico, Venezuela o Ecuador ven c¨®mo los precios se alejan cada vez m¨¢s de lo presupuestado en sus cuentas p¨²blicas, ampliando el boquete fiscal. Y hacia el este, donde el contrasentido crece: Arabia Saud¨ª y Rusia ¡ªque agravaron el desequilibrio en el mercado con una fugaz pero brutal guerra de precios en el peor momento, mediados de marzo, cuando la demanda ya hab¨ªa empezado a despe?arse por los parones de actividad en China, Jap¨®n y Corea del Sur¡ª estar¨¢n entre los que m¨¢s sufran las consecuencias de una crisis parcialmente autoinfligida. La pandemia, de por s¨ª, iba a reventar las costuras de las arcas p¨²blicas en pa¨ªses ricos y emergentes. Pero este giro de guion complica mucho m¨¢s las cosas en las naciones petroleras.
Instalado en la mayor monta?a rusa de su historia, el crudo ha dado el estir¨®n desde m¨ªnimos en la segunda mitad de la semana. El texas ha salido con creces de n¨²meros rojos y el brent, aunque a¨²n en m¨ªnimos de dos d¨¦cadas, ha superado de nuevo los 20 d¨®lares. No porque haya novedades alentadoras sobre la desescalada de los confinamientos, sino debido al mero efecto rebote y a un Donald Trump m¨¢s activista que nunca, que ha vertido una nueva amenaza directa -por Twitter, c¨®mo si no- sobre el quinto productor mundial (Ir¨¢n) y que ha dejado caer que llenar¨¢ hasta los topes las reservas estrat¨¦gicas.
?Volver¨¢n a repetirse los negativos en el mercado estadounidense? Lo m¨¢s probable es que no, pero visto lo visto todo el mundo habla con la boca peque?a. ¡°Creemos que ser¨¢ una excepci¨®n¡±, desliza Marcelo Teixeira, de la consultora Wood Mackenzie. ¡°Lo del lunes fue una cuesti¨®n t¨¦cnica¡±, completa Gattiker, de Julius Baer. Pero la respuesta m¨¢s apropiada a la pregunta es, en realidad, depende. De un factor por encima de todo: que el regreso del consumo a la normalidad -o lo que quiera que signifique eso- no se demore mucho. Ese futuro aceler¨®n de la demanda, siempre sobre la base de que no haya nuevos rebrotes del virus y de que la econom¨ªa vaya volviendo poco a poco a la vida, deber¨ªa mejorar las cosas en la segunda mitad del a?o. Pero la locura del lunes ya ha quedado grabada a fuego tanto en la memoria de los principales actores de la industria como en los libros de historia econ¨®mica. Y ha reforzado una m¨¢xima que no conviene olvidar: en los mercados financieros nada, nunca se puede dar por seguro. Ni siquiera que alguien pueda pagar para deshacerse del crudo que un d¨ªa compr¨® para especular.
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