La industria no levanta cabeza
El cierre de Nissan en Barcelona y los despidos de Alcoa vuelven a mostrar la p¨¦rdida de peso del sector manufacturero en Espa?a, con reformas pendientes desde hace a?os y falta de recursos p¨²blicos
El cierre de Nissan en Barcelona dejar¨¢ a unos 3.000 trabajadores en la calle. El fabricante de aluminio Alcoa despedir¨¢ a 534 personas de su planta de San Cibrao (Lugo) despu¨¦s de vender las de A Coru?a y Avil¨¦s (Asturias). Continental se deshar¨¢ de su planta de Rub¨ª (Barcelona), con una plantilla de 760 operarios. Ninguno de esos anuncios est¨¢ vinculado a la crisis del coronavirus, sino al imparable empeque?ecimiento que sufre la industria en Espa?a. Antes llegaron los cierres de Vestas en Le¨®n, de Siemens Gamesa (Miranda de Ebro, Burgos), de La Naval (Sestao, Bizkaia) y de otras muchas comp...
El cierre de Nissan en Barcelona dejar¨¢ a unos 3.000 trabajadores en la calle. El fabricante de aluminio Alcoa despedir¨¢ a 534 personas de su planta de San Cibrao (Lugo) despu¨¦s de vender las de A Coru?a y Avil¨¦s (Asturias). Continental se deshar¨¢ de su planta de Rub¨ª (Barcelona), con una plantilla de 760 operarios. Ninguno de esos anuncios est¨¢ vinculado a la crisis del coronavirus, sino al imparable empeque?ecimiento que sufre la industria en Espa?a. Antes llegaron los cierres de Vestas en Le¨®n, de Siemens Gamesa (Miranda de Ebro, Burgos), de La Naval (Sestao, Bizkaia) y de otras muchas compa?¨ªas que pasaron m¨¢s desapercibidas.
La Comisi¨®n Europea fij¨® un objetivo para que la industria pesara un 20% este a?o en el PIB, pero Espa?a, lejos de acercarse, se aleja con apenas un 16% (incluida la generaci¨®n de energ¨ªa) en 2018, seg¨²n los datos del Ministerio de Industria. La encuesta de poblaci¨®n activa (EPA) certifica una p¨¦rdida de 132.000 trabajadores en el sector durante la ¨²ltima d¨¦cada. Pese a no estar tras los efectos de esa destrucci¨®n, la covid-19 s¨ª amenaza ¡ªcomo ha admitido el sector de la automoci¨®n¡ª con hacer estragos en el mercado y acelerar el proceso de desaparici¨®n de actividad industrial, por lo que la Uni¨®n Europea ha doblado su apuesta con una nueva estrategia para un sector que cree imprescindible para el futuro.
Nadie sabe si el actual proceso responde a una tercera oleada de deslocalizaciones, como ocurri¨® a principios de los a?os noventa tras la entrada en el Mercado ?nico Europeo, o a principios de este siglo, fruto de la ampliaci¨®n de la Uni¨®n Europea. Pero, entre otros factores, el cierre de Alcoa se explica por la competencia asi¨¢tica ¡ªdicen fuentes de la compa?¨ªa¡ª y Nissan prev¨¦ trasladar a otras instalaciones su producci¨®n de Catalu?a.
La ministra de Industria, Reyes Maroto, demandaba este mi¨¦rcoles en el Congreso ¡°un pacto por la industria, porque es m¨¢s importante que nunca¡±. No es nueva la propuesta, que ha pasado sucesivamente por el argumentario de los ¨²ltimos Gobiernos. ¡°Tras la crisis, en 2016¡±, cuenta Agust¨ªn Mart¨ªn, secretario general de la federaci¨®n de Industria de CC OO, ¡°sindicatos y patronales propusimos un pacto con las l¨ªneas estrat¨¦gicas para una pol¨ªtica industrial robusta y de futuro, con tres pilares: un modelo energ¨¦tico estable con un precio competitivo; un pacto educativo para potenciar la formaci¨®n profesional en un momento disruptivo de la transformaci¨®n industrial; y un pacto con las Administraciones para reforzar la pol¨ªtica industrial¡±. Pedro Hojas, secretario general de UGT-FICA, recuerda: ¡°Ya dijimos que era un momento crucial en el que deb¨ªamos hacer un pacto por la industria atemporal, coordinado con todas Administraciones¡±.
Lo cierto es que no se ha logrado forjar un acuerdo pese a las bondades que se atribuyen al sector. Un reciente informe del Consejo Econ¨®mico y Social remarcaba su capacidad de resiliencia ante crisis econ¨®micas y que la actividad manufacturera (descontada la generaci¨®n de energ¨ªa) es capaz de impulsar la productividad necesaria para abrir una etapa de crecimiento sostenible. La industria es asimismo la base del 70% de las exportaciones y del 80% de la inversi¨®n en I+D espa?olas. Genera empleo m¨¢s estable que el resto de actividades y con unas condiciones salariales superiores a la media.
Y, pese a todo ello, esa petici¨®n larvada en la Declaraci¨®n por la Industria de 2016 sigue durmiendo el sue?o de los justos y muchas de las demandas que ha realizado el sector en los ¨²ltimos a?os siguen pendientes: desde la rebaja de los costes energ¨¦ticos ¡ªel estatuto electrointensivo para los grandes consumidores energ¨¦ticos acumula a?os de espera¡ª, hasta la mejora de algunas infraestructuras del transporte ¡ªsobre todo ferroviarias, con sus conexiones portuarias¡ª o la escasa inversi¨®n en I+D.
¡°No me atrevo a decir que Espa?a no tenga pol¨ªtica industrial, la cuesti¨®n es cu¨¢l es el modelo de pa¨ªs que queremos¡±, cuestiona Joan Tristany, director general de Amec, una organizaci¨®n que defiende la competitividad de la empresa exportadora. Se refiere tambi¨¦n a la falta de recursos con los que cuenta el Ministerio para asumir sus obligaciones e, incluso, alude a su organigrama como una muestra de desconsideraci¨®n hacia la actividad secundaria: dos de sus ¨¢reas, Comercio y Turismo, penden de una secretar¨ªa de Estado mientras que Industria cuelga de una secretar¨ªa general, de menor rango. Pero tambi¨¦n que otras ¨¢reas del Gobierno vinculadas dependan de otros ministerios. ¡°Hace tiempo que pedimos un ¨®rgano de coordinaci¨®n que dependa del Ministerio de Industria¡±, coincide el director general de Feique, la patronal qu¨ªmica, Juan Antonio Labad.
¡°Poner a salvo la industria de la situaci¨®n pol¨ªtica es absolutamente necesario¡±, reconoce Ra¨²l Blanco, secretario general de Industria. Tras dos a?os en el Ministerio, se dice dispuesto a la ¡°autocr¨ªtica¡±, pero acto seguido enumera: ¡°Estamos a¨²n con los presupuestos de 2018, dise?ados en 2017 por otro Gobierno y que se aplican en 2020 con una situaci¨®n incomparable. Eso limita mucho¡±. Y sigue con ¡°la inestabilidad de dos periodos electorales en dos a?os¡±. ¡°Consenso, presupuesto y colaboraci¨®n p¨²blico-privada¡±, pide una y otra vez, para acometer proyectos de futuro que permitan captar fondos del plan de reactivaci¨®n europeo.
Falta de recursos
El secretario de Industria se?ala tambi¨¦n que a Espa?a le faltan centros de decisi¨®n de multinacionales que puedan aportar un voto de calidad a la hora de asignar inversiones. En ese punto, todos los consultados piden armon¨ªa entre Administraciones y lamentan declaraciones como la de la ministra de Transici¨®n Ecol¨®gica, Teresa Ribera, sobre la ¡°muerte del di¨¦sel¡±, realizada en 2018, que molest¨® sobremanera al sector de la automoci¨®n. ¡°Si en Jap¨®n escucharon eso, se frotar¨ªan las manos a la hora de decidir el cierre de Nissan¡±, lamentan fuentes de Confemetal, la patronal metal¨²rgica, que achaca el mal momento a la ¡°competencia desleal de pa¨ªses con baj¨ªsimos est¨¢ndares laborales y medioambientales¡±.
Rafael Myro, catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid, asegura que la estructura industrial espa?ola cuenta con todos los elementos formales de una pol¨ªtica industrial si no fuera por dos problemas: ¡°Tendr¨ªa que dedicar recursos en cuant¨ªa suficiente y no tiene un verdadero ecosistema de innovaci¨®n entre negocios industriales y entre sector p¨²blico y sector privado. Eso sucede porque Espa?a no tiene conciencia clara de que es un pa¨ªs industrial y no ha fomentado esa cultura. El Pa¨ªs Vasco s¨ª lo ha hecho¡±.