El Parlamento Europeo pide nuevos impuestos para financiar el fondo de recuperaci¨®n
Las principales fuerzas advierten de que solo aprobar¨¢n el presupuesto si incluye nuevos recursos propios
La Uni¨®n Europea hace planes para elevar el gasto a umbrales impensables hace solo unos meses, en los tiempos previos a la pandemia, pero mientras se prepara para discutir y aprobar un fondo de recuperaci¨®n de 750.000 millones de euros, ya piensa en c¨®mo se devolver¨¢ el dinero. ¡°Un plan de reembolso cre¨ªble solo puede financiarse con nuevos recursos propios¡±, afirma una carta conjunta remitida a los jefes de Gobierno por los primeros espada...
La Uni¨®n Europea hace planes para elevar el gasto a umbrales impensables hace solo unos meses, en los tiempos previos a la pandemia, pero mientras se prepara para discutir y aprobar un fondo de recuperaci¨®n de 750.000 millones de euros, ya piensa en c¨®mo se devolver¨¢ el dinero. ¡°Un plan de reembolso cre¨ªble solo puede financiarse con nuevos recursos propios¡±, afirma una carta conjunta remitida a los jefes de Gobierno por los primeros espadas de las principales fuerzas del Parlamento Europeo.
En la v¨ªspera de la cumbre que se celebra en Bruselas, populares, socialistas, liberales, verdes y miembros de la izquierda unitaria han aunado fuerzas, en un raro ejercicio de unanimidad, para exigir a los socios europeos que pongan en marcha una bater¨ªa de nuevos impuestos para financiar el enorme desembolso por venir. ¡°Es la ¨²nica forma de reducir la necesidad de transferencias directas de los tesoros nacionales y, por lo tanto, aliviar la presi¨®n sobre los ciudadanos. El dinero debe encontrarse en otro lugar: en los bolsillos de las grandes tecnol¨®gicas, los grandes contaminadores y los evasores de impuestos¡±, se?ala el texto.
Los europarlamentarios no quieren que la falta de ambici¨®n o la amenaza de represalias por parte de EE UU si se implanta la denominada tasa Google tiren por tierra el compromiso de la Comisi¨®n Europea de crear los tributos. No solo porque estos supondr¨ªan un alivio para las saturadas haciendas nacionales, sino tambi¨¦n porque aportar¨ªan seguridad a los inversores. ¡°Los mercados de deuda necesitan saber c¨®mo van a recuperar el dinero¡±, sostienen.
En su cierre de filas, la Euroc¨¢mara se muestra determinada. Avisa a la Comisi¨®n Europea y a los Veintisiete de que no se contentar¨¢n con vagas promesas de futuro o grupos de trabajo de alto nivel, las f¨®rmulas que en otras ocasiones han servido para suavizar las desavenencias. Esta vez exigen leyes vinculantes y un calendario concreto para los nuevos impuestos, cuyo tama?o debe cubrir el capital y los intereses que Bruselas pida a los mercados. De lo contrario, advierten de que bloquear¨¢n el presupuesto. ¡°El Parlamento dar¨¢ su consentimiento al pr¨®ximo marco financiero solo si se introduce una nueva cesta de recursos propios¡±.
Fuentes comunitarias ven factible que, a medio plazo, se pueda producir alg¨²n avance hacia la creaci¨®n de recursos propios de la UE basados en una tasa al pl¨¢stico no reciclado y en el mercado de emisiones de Co2. La tasa a las importaciones de pa¨ªses con exceso de emisiones de di¨®xido de carbono y la tasa Google parecen iniciativas mucho menos maduras, seg¨²n las mismas fuentes. Sin embargo, la decisi¨®n de EE UU de romper la negociaci¨®n para una tasa digital a escala global puede acelerar el lanzamiento de un proyecto europeo de imposici¨®n, a?aden las fuentes consultadas.
Los grupos aparcan en la misiva la controversia en torno a las eventuales condiciones que puedan exigirse a los pa¨ªses receptores del dinero, escenificada en los ¨²ltimos d¨ªas en la intenci¨®n del PP europeo de ¡°evitar el uso del dinero para proyectos ideol¨®gicos¡±. Las cinco fuerzas se limitan a insistir en que el plan de recuperaci¨®n debe servir para financiar inversiones futuras que aporten valor a?adido, apuntalar la transici¨®n a una econom¨ªa verde, relanzar la transformaci¨®n digital, crear empleo o apoyar al sector industrial.
El mensaje va acompa?ado de un prop¨®sito de enmienda tras la decepci¨®n generada por la lenta e insuficiente respuesta europea a la Gran Recesi¨®n. ¡°La ¨²ltima crisis dej¨® un amargo sabor de boca en muchos de nuestros ciudadanos. Nuestros votantes nos dicen que las respuestas colectivas que encontramos erosionaron a veces su confianza en nuestra capacidad de actuar juntos. Debemos hacerlo bien esta vez¡±.