Antonio Brufau: ¡°Nuestra econom¨ªa est¨¢ en la UCI y hay que salvarla¡±
El presidente de Repsol subraya la importancia de la industria para superar la crisis y alerta del riesgo de ruptura del mercado ¨²nico
El presidente de Repsol, Antonio Brufau, de 72 a?os, analiza el impacto geopol¨ªtico, social, econ¨®mico y energ¨¦tico de la pandemia. Subraya la crisis del multilateralismo, reclama apoyo decidido a las empresas y ve imparable la transici¨®n energ¨¦tica.
Pregunta. ?Qu¨¦ cambios supondr¨¢ la pandemia para las empresas y para la sociedad?
Respuesta. A¨²n es pronto para prever. Es muy posible que se aceleren los procesos y tendencias que ya estaban ah¨ª: un mayor peso de la tecnolog¨ªa, la digitalizaci¨®n y la robotizaci¨®n, que adem¨¢s no son susceptibles de ser atacados por el virus, y de nuevas modalidades de trabajo que faciliten la conciliaci¨®n. La robotizaci¨®n aumentar¨¢ la productividad, pero tambi¨¦n agravar¨¢ las dificultades de los segmentos de poblaci¨®n menos cualificados, a los que habr¨¢ que dar respuesta. Por otro lado, tras la covid, podemos asistir a la paradoja de una sociedad civil m¨¢s tecnol¨®gica y digital y, al mismo tiempo con fuertes tendencias localistas y ultranacionalistas. Tambi¨¦n es posible que resulte una sociedad m¨¢s fuerte, organizada e influyente pol¨ªticamente, pero m¨¢s vulnerable y con menos libertad en la vida cotidiana.
P. ?Qu¨¦ tendencias geopol¨ªticas cambian o se aceleran?
R. La pandemia ha puesto de manifiesto la crisis larvada en el multilateralismo. Ha faltado una gobernanza global. Las organizaciones multilaterales surgidas de la Segunda Guerra Mundial, como la ONU o la OMS, han jugado un papel confuso y muy poco relevante. Desde el punto de vista europeo, tambi¨¦n han faltado acciones coordinadas. Las respuestas sanitarias a la pandemia han sido demasiado locales. He echado de menos un poco m¨¢s de cohesi¨®n y generosidad, lo cual ha dispersado los esfuerzos y ha generado frustraci¨®n. Espero que ahora, desde una perspectiva financiera, las decisiones a nivel europeo respondan a las necesidades de los pa¨ªses m¨¢s afectados como el nuestro.
P. ?Sale China como ganadora pese a ser el origen del virus?
R. Nadie sale de esto ganando. China se ha mostrado como el gran fabricante del mundo. Durante los ¨²ltimos a?os se ha presionado en exceso a muchas empresas europeas y americanas y, por costes laborales, menor presi¨®n sindical o pol¨ªticas medioambientales m¨¢s laxas, el tejido industrial se ha desplazado hacia China, que se ha beneficiado al considerarla un pa¨ªs emergente que necesitaba ayuda para crecer. Hoy ya es una gran potencia industrial, y eso lleva a cuestionarnos si es el resultado de un sistema pol¨ªtico, social y laboral que le otorga evidentes ventajas para competir en un mundo global, frente a nuestras econom¨ªas liberales. A m¨ª no me sorprende que Estados Unidos y pa¨ªses europeos relevantes cuestionen este modelo de ceder a China el protagonismo industrial y pol¨ªtico, cuando no se ve una contrapartida ni un avance de los valores democr¨¢ticos.
P. ?Se repatriar¨¢ industria?
R. China ten¨ªa la imagen de ser un proveedor muy fiable, pero con el material sanitario se ha demostrado que no es tan cierto. Ser conscientes de que el pulm¨®n industrial del mundo est¨¢ en China nos lleva a repensar las pol¨ªticas globales sobre seguridad de suministro y reservas estrat¨¦gicas. Hay muchos pa¨ªses, entre ellos europeos, que piensan que hay que reubicar procesos clave en el propio territorio, es decir, ser m¨¢s autosuficientes.
P. ?Esa tendencia aut¨¢rquica tambi¨¦n se producir¨¢ en Europa?
R. Si la respuesta econ¨®mica europea no es com¨²n, el riesgo de ruptura del mercado ¨²nico es una realidad. En Europa los pa¨ªses con menor deuda y m¨¢s ricos pueden facilitar mayores ayudas a sus empresas, generando una clara ventaja competitiva. Tiene que haber un debate sobre c¨®mo esta pandemia ha afectado al mercado ¨²nico y qu¨¦ debemos hacer para recuperar los principios fundamentales de la Uni¨®n Europea.
P. ?Qu¨¦ se puede hacer para reactivar la econom¨ªa?
R. Nuestra econom¨ªa est¨¢ en la UCI y hay que salvarla. Debemos adoptar medidas de choque y aplicarlas con rapidez para salvar el tejido econ¨®mico y el empleo. No hay que centrarse en mejorar la calidad de vida. Cuando salgamos de la UCI ya pensaremos en ello. Si a partir de un gran problema pretendemos reformular el modelo econ¨®mico, nos vamos a equivocar de ra¨ªz y a destruir tejido productivo de forma sustancial. La nueva industria tiene que llegar complementando y sum¨¢ndose a la actual y no pretendiendo desplazarla bruscamente. Esto tendr¨ªa un grave impacto sobre el empleo y el equilibrio territorial. De esta crisis hay que salir maximizando las fortalezas que ya tenemos, que son muchas. Es verdad que Espa?a y Europa tienen debilidades. Ya las atacaremos, ahora consolidemos las fortalezas. Queremos una Espa?a m¨¢s productiva y m¨¢s sostenible a medio plazo, para el presente y las futuras generaciones. Hay que apoyar a nuestro tejido empresarial, nuestro turismo, industria y construcci¨®n para dar respuesta a esta situaci¨®n. Nuestro pa¨ªs va a necesitar un sector p¨²blico eficiente y muy dedicado a subsanar las carencias que la pandemia ha puesto de manifiesto. Pero no veo c¨®mo se puede financiar ¨¦ste sin mantener sano nuestro actual tejido productivo y empresarial.
P. ?Qu¨¦ papel corresponde a la industria?
R. Los pa¨ªses que mejor han resistido esta pandemia son aquellos cuyo peso industrial es m¨¢s importante. ?Por qu¨¦? Porque la industria genera empleos de calidad y una sociedad m¨¢s avanzada. Lamentablemente, en Europa y en Espa?a llevamos mucho tiempo perdiendo industria y eso nos ha hecho m¨¢s vulnerables. Europa defini¨® que la industria deb¨ªa tener un peso del 20% en el PIB, estamos en el 16% y nadie habla de ello. La industria hace a un pa¨ªs m¨¢s resiliente, especialmente en la parte baja de los ciclos econ¨®micos. Apoyar a la industria nos sacar¨¢ antes de esta crisis.
P. ?Por qu¨¦ ha perdido peso la industria?
R. Algunas de las normas medioambientales de la Uni¨®n Europea no han tenido en cuenta las situaciones de desventaja en que han colocado a su industria. Muchas empresas se han visto obligadas a trasladar sus centros de producci¨®n a pa¨ªses con una legislaci¨®n ambiental m¨¢s laxa. Europa, que solo representa el 9% de las emisiones del planeta, pretende un liderazgo ambiental que, lamentablemente, no es asumido por las grandes potencias emisoras, por m¨¢s que en las cumbres sobre el clima se alcancen acuerdos formales que no tienen car¨¢cter obligatorio para los pa¨ªses. Hay que entender que las emisiones son globales. Tiene el mismo efecto para nosotros y el planeta emitir en Almer¨ªa que en Pek¨ªn. Si no hay una fuerte gobernanza global sobre las pol¨ªticas de clima, se producir¨¢n efectos indeseados. Tal y como se ha evidenciado en esta pandemia, cuando en Europa est¨¢bamos confinados las emisiones mundiales crec¨ªan por la actividad de Asia.
P. ?Debe apostar la industria espa?ola por la tecnolog¨ªa o por los costes laborales?
R. Un pa¨ªs avanzado tiene que centrarse en sectores con m¨¢s tecnolog¨ªa y de mayor valor a?adido y no en aquellos en los que el principal mecanismo de competitividad sean los costes laborales. Necesitamos de la tecnolog¨ªa, la digitalizaci¨®n y la rob¨®tica. Lo deseable es una sociedad m¨¢s competitiva y sostenible, en la que el empleo con valor a?adido tenga un protagonismo importante.
P. Para salir de la UCI, ?es m¨¢s momento de apoyar a las empresas o a los trabajadores?
R. Lo que hay que apoyar es el empleo. Y esto se consigue cuidando a las empresas, que generan riqueza, y a los trabajadores. Es el momento para darlo todo en apoyo a las empresas para que generen riqueza y puedan pagar buenos salarios a los empleados, y para que paguen los impuestos que tengan que pagar. Es mejor distribuir riqueza que repartir pobreza, si bien en estos momentos es prioritario ayudar a todas las personas que se han quedado atr¨¢s por esta crisis.
P. Los empresarios han estado pidiendo esta semana seguridad jur¨ªdica y consensos.
R. Espa?a tiene seguridad jur¨ªdica. La estabilidad regulatoria y la previsi¨®n son necesarias a largo plazo, pero tambi¨¦n hay voces interesadas, empresarios con negocios muy regulados, que pretenden tener demasiada influencia en el BOE, no por seguridad jur¨ªdica, sino para influir en la regulaci¨®n, para tener garantizada su retribuci¨®n y que sus negocios no asuman riesgo, sino que sea el Estado el que haga el trabajo. En Repsol no es as¨ª, siempre funcionamos afrontando riesgo empresarial. Parece que ahora se pretende influir para que, por ejemplo, la distribuci¨®n de las electrolineras vaya a cargo de las cuentas p¨²blicas y, por tanto, las pague el ciudadano. Yo creo que las debe pagar quien se va a beneficiar de ellas.
P. ?Y los consensos?
R. En momentos de crisis son necesarios los grandes consensos pol¨ªticos. No me parece que estemos dando una buena imagen como pa¨ªs, como democracia asentada, sin entrar en qui¨¦n tiene raz¨®n y qui¨¦n no. Deber¨ªamos tener m¨¢s una visi¨®n de largo plazo, de qu¨¦ queremos conseguir entre todos, encontrar consenso sobre lo que queremos para la sociedad espa?ola a medio y largo plazo.
P. ?Imagin¨® alguna vez ver cotizar el petr¨®leo en negativo? Que se pagase por no tener petr¨®leo.
R. Estuvo en negativo solo unas horas. Fue algo muy puntual del WTI, el crudo de referencia en EE UU, por el vencimiento de los contratos de futuros sobre este ¨ªndice. Se produjo una situaci¨®n excepcional de p¨¢nico que a las pocas horas se ajust¨®. Lo que ser¨ªa preocupante es que el Brent, que es el ¨ªndice de referencia universal, hubiese estado en esta situaci¨®n. Esto s¨ª que habr¨ªa sido complicado, pero no para las petroleras, para todos, porque un precio bajo del crudo significa que el mundo no est¨¢ creciendo.
P. ?Qu¨¦ pasar¨¢ ahora con el precio?
R. La volatilidad es muy evidente. El mundo necesita un petr¨®leo con un precio competitivo, que permita a las compa?¨ªas invertir para continuar suministrando. Si el precio est¨¢ a 20 o 30 d¨®lares/barril, la inversi¨®n tender¨¢ a desaparecer, desaparecer¨¢ la nueva producci¨®n y el mundo entero entrar¨¢ en crisis. Quer¨¢moslo o no, el petr¨®leo continuar¨¢ siendo una parte importante de la matriz energ¨¦tica, y es importante que su producci¨®n y precios sean estables.
P. ?Esta crisis acelerar¨¢ la transici¨®n energ¨¦tica?
P. No lo creo. En todo caso, la transici¨®n energ¨¦tica es imparable. La reinvenci¨®n en nuestro sector ya se est¨¢ dando. Lo que s¨ª cambiar¨¢ quiz¨¢s con la pandemia es la necesidad de repensar el camino a seguir, priorizando m¨¢s al ciudadano y el coste que debe soportar, as¨ª como la competitividad de nuestra industria. Hay un discurso algo banal que dice que ¡°o salimos verdes o no salimos¡±. No s¨¦ qu¨¦ quieren decir con eso. Creo m¨¢s en sumar, que en prohibir. Tenemos que respetar la neutralidad tecnol¨®gica. Si los combustibles ecol¨®gicos que hemos presentado esta semana tienen ¨¦xito, los motores de combusti¨®n interna van a ser cero emisiones. ?Sirve de algo prohibir el motor de combusti¨®n interna si puede ser cero emisiones? ?Lo vamos a conseguir? No lo s¨¦. Pero lo que s¨ª s¨¦ es que lo vamos a intentar y la tecnolog¨ªa es muy tozuda y sus avances son exponenciales. El reto medioambiental es tan colosal que necesitamos que todas las tecnolog¨ªas aporten su grano de arena. Hay que dejarlas competir, ello abaratar¨¢ el coste para los ciudadanos y acelerar¨¢ la consecuci¨®n de los objetivos medioambientales.
P. ?C¨®mo puede afectar la pandemia a la movilidad?
R. A corto plazo puede haber cierta aversi¨®n a compartir, lo que puede afectar al transporte p¨²blico, al coche compartido o al alquiler de veh¨ªculos. Esto ir¨ªa en favor del mayor uso de veh¨ªculos privados. Pero creo que esta tendencia no va a durar mucho, que volveremos a la situaci¨®n precovid.
P. Hay inversores institucionales que han puesto en la lista negra a las petroleras. ?C¨®mo le hace sentir eso?
R. En nuestro sector somos una de las compa?¨ªas con mayor proporci¨®n de fondos socialmente responsables en nuestro capital. Esto es as¨ª porque nos consideran punteros en la transici¨®n energ¨¦tica. Fuimos la primera petrolera en anunciar que seremos neutros en emisiones en 2050. Nuestra estrategia es p¨²blica, trazable y visible. Hay una voluntad de los fondos de inversi¨®n de forzar a las petroleras a seguir el camino de la transici¨®n energ¨¦tica, pero en eso nosotros vamos muy por delante. En todo caso, hay que reconocer que desde hace m¨¢s de 120 a?os el petr¨®leo es el art¨ªfice del estado del bienestar. Evidentemente, tiene que evolucionar, pero dejar de producir petr¨®leo es castigar a la mitad del planeta sin los recursos de los que nos hemos beneficiado los pa¨ªses desarrollados. Hay que producir responsablemente petr¨®leo y sus productos descarbonizados.
P. ?C¨®mo ha actuado Repsol en esta crisis?
R. Durante la pandemia hemos continuado trabajando porque cre¨ªamos y creemos que nuestro trabajo es esencial. Nuestra prioridad ha sido mantener la actividad, aunque fuera a p¨¦rdidas, para suministrar bienes y servicios de primera necesidad y mantener el empleo. No ha habido ninguna actividad industrial ni comercial que haya cerrado. Todas nuestras estaciones de servicio han estado abiertas para todos, ambulancias, transportistas, bomberos, servicios de asistencia, polic¨ªa¡ Nuestras ventas bajaron el primer d¨ªa m¨¢s de un 70%. Hoy estamos viendo c¨®mo se est¨¢ recuperando la actividad a un buen ritmo, aunque todav¨ªa estamos un 30% por debajo de lo habitual. Por otra parte, nuestra gente ha tenido un comportamiento ejemplar, valiente y sensible con la situaci¨®n. Por ejemplo, transformamos nuestro centro de tecnolog¨ªa para producir hidrogeles para hospitales, donamos equipos de protecci¨®n a sanitarios y hemos intentado colaborar en todo aquello que hemos podido. Me siento muy orgulloso porque, en unos momentos que han sido muy dolorosos y de riesgo para todos, nuestra gente ha ido a trabajar, con todas las medidas de seguridad a su disposici¨®n y de todos aquellos que requer¨ªan nuestros servicios.
P. ?Obliga esta pandemia a cambiar su estrategia?
R. No. Tenemos una estrategia claramente definida de compromiso con la transici¨®n energ¨¦tica y que lidera con brillantez nuestro consejero delegado, Josu Jon Imaz. Se basa en tres pilares. El primero, pone su foco en el cliente y en c¨®mo satisfacer sus necesidades. Es decir, suministrarle todo tipo de energ¨ªas, renovable, ecocombustibles, etc¨¦tera. El segundo pilar consiste en mantener el liderazgo tecnol¨®gico y de eficiencia en nuestros centros industriales. Esta misma semana Josu Jon ha presentado dos proyectos muy innovadores para producir combustibles limpios, cero emisiones, que adelantan lo que ser¨¢ la refiner¨ªa del futuro. Y el tercer pilar es la resiliencia, con activos de exploraci¨®n y producci¨®n de m¨¢xima calidad, que van a continuar siendo muy importantes en los pr¨®ximos 20, 30 ¨® 40 a?os.
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