La econom¨ªa verde como palanca para impulsar la reconstrucci¨®n

El coronavirus ha cambiado el gran dilema sobre c¨®mo salir de una crisis. El debate entre la austeridad y los est¨ªmulos que marc¨® la Gran Recesi¨®n ha sido superado a favor de los segundos. Ya no se trata de si los Gobiernos tienen o no que gastar, sino c¨®mo se debe dise?ar ese gasto. Y ah¨ª la discusi¨®n se produce entre quienes prefieren dar prioridad al corto plazo, con ayudas indiscriminadas para salvar sectores y empleos, y quienes defienden que los Estados deben pedirles a las empresas algo a cambio. M¨¢s aportaci¨®n a la econom¨ªa verde, mayor compromiso social, menores dividendos, rebajas de...

El coronavirus ha cambiado el gran dilema sobre c¨®mo salir de una crisis. El debate entre la austeridad y los est¨ªmulos que marc¨® la Gran Recesi¨®n ha sido superado a favor de los segundos. Ya no se trata de si los Gobiernos tienen o no que gastar, sino c¨®mo se debe dise?ar ese gasto. Y ah¨ª la discusi¨®n se produce entre quienes prefieren dar prioridad al corto plazo, con ayudas indiscriminadas para salvar sectores y empleos, y quienes defienden que los Estados deben pedirles a las empresas algo a cambio. M¨¢s aportaci¨®n a la econom¨ªa verde, mayor compromiso social, menores dividendos, rebajas del sueldo de los directivos. Ese tipo de condicionalidad o compromiso empresarial, defendido por economistas como la italiana Mariana Mazzucato, ha hecho fortuna en los ¨²ltimos meses, hasta convertirse en el gran protagonista de la primera sesi¨®n del foro Proyecto Zero, organizado por EL PA?S y la compa?¨ªa el¨¦ctrica Iberdrola.

Bajo el lema El empresariado espa?ol ante el reto de una recuperaci¨®n verde, el evento ha reunido a directivos, instituciones internacionales o asociaciones sectoriales en torno a una pantalla y dos ideas: el crecimiento futuro debe basarse en la econom¨ªa sostenible y los Gobiernos tienen la obligaci¨®n de promoverla.

La oportunidad resulta inmejorable. Al abrigo de la generosa pol¨ªtica monetaria de los bancos centrales, las principales potencias mundiales se han lanzado a una ambiciosa carrera de est¨ªmulos para reactivar el mercado, que en la Uni¨®n Europea encuentra su expresi¨®n en el fondo para la recuperaci¨®n. Gonzalo S¨¢enz de Miera, director de cambio clim¨¢tico de Iberdrola, tiene muy claro qu¨¦ hacer con los 750.000 millones de euros que se pondr¨¢n sobre la mesa de los Estados: ¡°Hay que integrar los objetivos ambientales y laborales a trav¨¦s de medidas que permitan reducir las emisiones [contaminantes] y crear los trabajos del futuro¡±.

El llamado Green New Deal ya era un proyecto antes de la crisis del coronavirus, pero, seg¨²n S¨¢enz de Miera, la pandemia ha acelerado todas las tendencias y puesto de relieve nuestra vulnerabilidad. Mar¨ªa Luz Castilla, secretaria general t¨¦cnica del Grupo Espa?ol de Crecimiento Verde (GECV), ha recordado una sencilla lecci¨®n que deja la covid-19: ¡°Prevenir siempre es mejor que curar¡±. Y eso se puede aplicar a la lucha contra el cambio clim¨¢tico. A diferencia de 2008, esta vez ya no se trata de una visi¨®n rom¨¢ntica, sino de una misi¨®n eficiente y rentable.

Las energ¨ªas limpias ya son m¨¢s baratas que las tradicionales, y se han convertido en la mejor alternativa para garantizar la resiliencia del sistema ante las nuevas crisis globales, como otra pandemia o el calentamiento del planeta. Pero algunos echan en falta m¨¢s voluntad pol¨ªtica para dar un paso definitivo hacia su hegemon¨ªa en el mix energ¨¦tico. Francesco La Camera, director general de la Agencia Internacional de las Energ¨ªas Renovables, ha advertido contra la tentaci¨®n de rescatar a determinados sectores que ya no eran competitivos antes de la crisis del coronavirus ¡ªel del petr¨®leo en Estados Unidos constituye el mejor ejemplo¡ª, ya que hacerlo supone un freno para la transformaci¨®n irreversible a la que se enfrenta la humanidad: ¡°Tenemos que correr hacia las renovables, es la mejor f¨®rmula de crear puestos de trabajo y de calidad¡±.

Varios de los participantes han cifrado en nueve millones el n¨²mero de empleos netos que pueden generar las energ¨ªas limpias en los pr¨®ximos a?os, y han destacado la necesidad de recuperar una pol¨ªtica industrial que permita la autosuficiencia y la consolidaci¨®n de cadenas de valor m¨¢s sostenibles. Aunque las instituciones juegan un papel fundamental en lo que S¨¢enz de Miera ha calificado como la ¡°nueva revoluci¨®n industrial¡±, Nigel Topping, una de las figuras destacadas en la pr¨®xima cumbre clim¨¢tica COP26, ha reivindicado el papel de la empresa y de la sociedad civil en este proceso, que, como todos, tendr¨¢ ganadores y perdedores. Entre los ¨²ltimos, destaca Estados Unidos. ¡°Detroit [el gran polo de la industria automovil¨ªstica en el pa¨ªs] no va a resistir. Los europeos, chinos y japoneses van a construir los coches el¨¦ctricos que los americanos consumir¨¢n en el futuro¡±, ha profetizado.

Espa?a parte de una buena posici¨®n, ya que es el pa¨ªs de Europa con mayor potencial de energ¨ªas renovables. Ahora falta por ver si aprovecha la oportunidad para convertirse en un l¨ªder de la econom¨ªa que viene. El margen fiscal resulta escaso, pero el fondo europeo aporta la liquidez suficiente para reducir la respuesta a una cuesti¨®n de voluntad pol¨ªtica. Carlos Sall¨¦, director de pol¨ªticas energ¨¦ticas de Iberdrola, ha puesto a su empresa como ejemplo de que cambiar las cosas resulta posible: ¡°El coste de la descarbonizaci¨®n es mucho menor que el coste de no descarbonizar. Invertir en la econom¨ªa sostenible es un buen negocio¡±.

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