Econom¨ªa de excepci¨®n para la nueva normalidad

La pol¨ªtica econ¨®mica se ha esforzado desde marzo en evitar el cierre masivo de empresas y moderar el incremento del paro, algo que ser¨ªa devastador para la sociedad y la propia econom¨ªa. Esta estrategia de corte defensivo ten¨ªa su plena justificaci¨®n en la etapa inicial de la pandemia y conserva en buena medida su vigencia. Sin embargo, las se?ales de debilitamiento de las ¨²ltimas semanas ¡ªy la sombra que planea como consecuencia de los rebrotes¡ª ponen en evidencia la necesidad de un nuevo impulso.

En primer lugar, porque los instrumentos disponibles, como los cr¨¦ditos ICO y ...

La pol¨ªtica econ¨®mica se ha esforzado desde marzo en evitar el cierre masivo de empresas y moderar el incremento del paro, algo que ser¨ªa devastador para la sociedad y la propia econom¨ªa. Esta estrategia de corte defensivo ten¨ªa su plena justificaci¨®n en la etapa inicial de la pandemia y conserva en buena medida su vigencia. Sin embargo, las se?ales de debilitamiento de las ¨²ltimas semanas ¡ªy la sombra que planea como consecuencia de los rebrotes¡ª ponen en evidencia la necesidad de un nuevo impulso.

En primer lugar, porque los instrumentos disponibles, como los cr¨¦ditos ICO y los ERTE, no son los adecuados para hacer frente a la situaci¨®n de algunas empresas que, tras meses de par¨®n, no son viables. En tales circunstancias, estas ayudas solo sirven para mantener a flote artificialmente actividades y puestos de trabajo que no tienen futuro (retrasando las transiciones que tendr¨¢n que ocurrir tarde o temprano), al igual que no hubieran salvado a numerosas empresas de construcci¨®n tras el estallido de la burbuja inmobiliaria de hace m¨¢s de una d¨¦cada.

No es f¨¢cil determinar si un negocio es inviable o solo padece problemas transitorios de tesorer¨ªa, especialmente en tiempos de pandemia. Pero se pueden establecer criterios que facilitan una mayor selectividad de las ayudas. Se puede considerar que el grado de incertidumbre es mayor en algunos sectores, por ejemplo, en el caso de ciertas actividades ligadas al turismo y la hosteler¨ªa, algo que justificar¨ªa la prolongaci¨®n de las ayudas actuales en esos casos. Para otros, en cambio, se podr¨ªa aplicar una degresividad (porcentaje de garant¨ªa de cr¨¦dito o incentivos a la vuelta al empleo que se reducen con el tiempo). Tambi¨¦n conviene considerar medidas de reestructuraci¨®n para actividades insolventes, de modo que los trabajadores tengan oportunidad de recolocarse y las p¨¦rdidas no pesen sobre el cr¨¦dito a los sectores que ofrecen perspectivas de crecimiento.

Los recursos disponibles se podr¨ªan poner a disposici¨®n de medidas centradas en el crecimiento, apoyando la recalificaci¨®n de personas en exclusi¨®n social y la recuperaci¨®n en marcha en algunos sectores, como la industria o los servicios que est¨¢n reactiv¨¢ndose. Entre abril y julio, las altas a la Seguridad Social se duplicaron y facilitaron la salida del ERTE de cerca de 2,3 millones de trabajadores. Una tendencia que se fren¨® en agosto, por causa de la relajaci¨®n del control de contagios.

Este giro en la estrategia hacia un mayor activismo ser¨ªa compatible con el plan europeo de recuperaci¨®n y permitir¨ªa un mejor aprovechamiento de las tan ansiadas ayudas. Francia, por ejemplo, acaba de anunciar un programa de est¨ªmulos por 100.000 millones con una apuesta por la promoci¨®n del sector del hidr¨®geno, la rehabilitaci¨®n de viviendas y la recalificaci¨®n de personas en riesgo de paro. Este programa parece a priori m¨¢s acertado que el alem¨¢n, centrado en ayudas de car¨¢cter pasivo a las empresas y recortes de impuestos (algo que, sin embargo, el erario p¨²blico de ese pa¨ªs se puede permitir).

La l¨®gica de activismo en nuestro pa¨ªs abogar¨ªa por un mayor ¨¦nfasis en la financiaci¨®n del crecimiento de las pymes, bas¨¢ndose en la experiencia de las garant¨ªas de cr¨¦dito del ICO, el lanzamiento de partenariados con el sector privado para la digitalizaci¨®n y el cambio de modelo energ¨¦tico, y la puesta en marcha de un instrumento de capacitaci¨®n y colocaci¨®n de desempleados de larga duraci¨®n. Unas pol¨ªticas que son compatibles con el plan europeo, adem¨¢s de ejercer un importante efecto multiplicador.

Finalmente, ninguna de las iniciativas servir¨¢ de acicate para la reactivaci¨®n de la econom¨ªa sin un control m¨¢s eficaz de los contagios. La contrataci¨®n de rastreadores, la conexi¨®n de la aplicaci¨®n Radar a los sistemas sanitarios de cada autonom¨ªa y el fortalecimiento de la atenci¨®n primaria all¨ª donde sea necesario tienen un coste insignificante con respecto a los beneficios generados en t¨¦rminos de seguridad sanitaria, movilidad de las personas y confianza del consumidor.

Raymond Torres es director de coyuntura en Funcas. En Twitter: @RaymondTorres_