Tesla conduce entre riqueza y dudas
La empresa vale m¨¢s de 346.000 millones de d¨®lares y abre ¡®gigafactor¨ªas¡¯ pese a su controvertido fundador
Elon Musk, consejero delegado de la empresa de cohetes SpaceX y fabricante de los coches el¨¦ctricos Tesla, parece un personaje del dramaturgo Tennessee Williams. Es una enciclopedia universal de las profundidades del alma estadounidense. Talento, vulnerabilidad, desesperaci¨®n, soledad, ¨¦xito, individualidad, constancia en la persecuci¨®n de un amor, una obsesi¨®n; una idea. ...
Elon Musk, consejero delegado de la empresa de cohetes SpaceX y fabricante de los coches el¨¦ctricos Tesla, parece un personaje del dramaturgo Tennessee Williams. Es una enciclopedia universal de las profundidades del alma estadounidense. Talento, vulnerabilidad, desesperaci¨®n, soledad, ¨¦xito, individualidad, constancia en la persecuci¨®n de un amor, una obsesi¨®n; una idea. Musk, con 47 a?os, lleva 17 persiguiendo su revoluci¨®n del coche el¨¦ctrico. Y como los protagonistas del escritor, paga un precio. Trabaja 120 horas a la semana, no se ha cogido una semana de vacaciones desde 2001 (cuando enferm¨® de malaria), en ocasiones permanece encerrado durante cuatro d¨ªas consecutivos en las f¨¢bricas resolviendo problemas, casi se pierde la boda de su hermano, Kimbal, en Catalu?a, cuando era el padrino y toma Ambien para dormir. Su salud mental, reconoce con franqueza en The New York Times, ¡°no es muy buena actualmente. Tengo amigos que est¨¢n realmente preocupados¡±, admite.
La preocupaci¨®n, como revela el peri¨®dico, por su sobrecarga de trabajo ha llegado al consejo de administraci¨®n. Hace un par de a?os la compa?¨ªa habl¨® con Sheryl Sandberg, la segunda ejecutiva de Facebook, pero no hubo acuerdo. El consejo busca un lugarteniente que rebaje la tensi¨®n de Musk, cuyo comportamiento err¨¢tico es imprevisible. ?l niega la b¨²squeda. Pese a todo, el mercado le respalda. ¡°Como consejero delegado es un revolucionario y, aunque ha sido poco ortodoxo, muchos inversores prefieren que lidere la empresa¡±, observa Brad Gastwirth, jefe de tecnolog¨ªa de Wedbush Securities. ?Pero aguantar¨¢ Musk o se quebrar¨¢ al igual que un personaje de Tennessee Williams? ¡°Pens¨¦ que lo peor hab¨ªa pasado. De verdad, lo pens¨¦¡±, admite en The New York Times. ¡°Lo peor ha pasado para Tesla desde un punto de vista operativo. Sin embargo, desde un punto de vista de sufrimiento personal, lo peor est¨¢ a¨²n por llegar¡±.
Los inversores tienen otra visi¨®n. El 7 de agosto, camino del aeropuerto, en Los ?ngeles, tuite¨® desde su Tesla Model S que podr¨ªa privatizar Tesla a 420 d¨®lares la acci¨®n. El incendio fue inmediato. Nadie del consejo sab¨ªa que iba a lanzar ese tuit, el t¨ªtulo se dispar¨® un 11% y la Securities and Exchange Commission (SEC) pidi¨® explicaciones a la compa?¨ªa. Musk ten¨ªa una justificaci¨®n, la enorme cantidad de posiciones cortas abiertas por los especuladores ¡ªde la que se queja desde 2017¡ª complica mucho gestionar el largo plazo de la empresa. Los vendedores a corto han llegado a endeudarse en 20.000 millones de d¨®lares para apostar a la baja. La mayor cantidad nunca vista en esta estrategia.
Por eso, el 31 de julio, Musk se reuni¨® en la factor¨ªa de San Francisco Bay Area con Yasir al Rumayyan, director general del fondo soberano de Arabia Saud¨ª. El consejero delegado de Tesla quer¨ªa conseguir que el pa¨ªs ¨¢rabe financiara la privatizaci¨®n. Pero no estaban dispuestos. ¡°?Pueden los saud¨ªes permitirse una costosa fiesta de compras en este momento, con el precio del petr¨®leo tan bajo?¡±, se pregunta Susannah Streeter, analista de Hargreaves Lansdown. Las ganancias trimestrales del gigante petrolero saud¨ª Aramco han ca¨ªdo un 73%. Adem¨¢s, el fondo saud¨ª y sus 325.000 millones de d¨®lares ya han estado buscando ¡°gangas¡± con la pandemia. ¡°Tesla tiene una valoraci¨®n deslumbrante de 346.000 millones y tomar una participaci¨®n significativa requiere mucho nervio¡±, advierte la experta. Otra opci¨®n podr¨ªa ser utilizar SpaceX para financiar la privatizaci¨®n de Tesla. El espacio ya no es una frontera. El 11 de agosto pasado, el valor de mercado superaba al de Toyota y Ford juntos. Nada importa que controle solo el 0,8% del sector.
Por ahora, los clientes mantienen un profundo lazo emocional con sus veh¨ªculos. Seg¨²n la consultora J. D. Power ¡ªque mide el atractivo de las ense?as¡ª, Tesla consigui¨® 896 puntos sobre 1.000, mejor que ninguna marca. La siguiente fue Porsche, con 881. De hecho, el Tesla Model 3, describe el analista del sector Matthias Schmidt, ¡°fue el autom¨®vil el¨¦ctrico puro m¨¢s vendido durante 2019 en Europa Occidental, con 94.000 peticiones. El doble que el siguiente, el Renault Zoe (45.700)¡±. Da lo mismo que Tesla no haya tenido beneficios ning¨²n ejercicio completo. Los n¨²meros les suenan a los expertos como trigo agitado por el viento. Standard & Poor¡¯s (S&P) calcula que su caja de 8.600 millones del segundo trimestre le da ¡°gran flexibilidad¡± para financiar su ambiciosa expansi¨®n. Pero la firma no consigui¨® el pase en la revisi¨®n del ¨ªndice S&P 500 de hace una semana, lo que desplom¨® el valor.
Expansi¨®n
La planta de Fremont (California), donde montan el Model 3 y el Model Y, puede pasar ¡ªacorde con S&P¡ª este a?o de 400.000 a 500.000 unidades. Al otro lado del oc¨¦ano, su gigafactor¨ªa de Shan?gh¨¢i podr¨ªa producir cada unidad a un precio m¨¢s bajo, la planta en Berl¨ªn (Model Y) es un caballo de Troya dentro de uno de los mayores mercados europeos y la compa?¨ªa ha anunciado la apertura de nuevas instalaciones en Austin (Texas), donde fabricar¨¢ su camioneta (Cybertruck). Musk ha comentado que la planta ser¨¢ ¡°un para¨ªso ecol¨®gico¡± que estar¨¢ ¡°abierto al p¨²blico¡±.
Pero el responsable de Tesla no desciende esas aguas solo. Europa se ha unido a la competencia el¨¦ctrica. ¡°Este a?o gracias a los incentivos fiscales para los veh¨ªcu?los el¨¦ctricos, en ciertos mercados, donde antes la elecci¨®n era, m¨¢s o menos, Tesla o Tesla, se ofrecer¨¢n muchos m¨¢s modelos¡±, reflexiona Schmidt. Sin duda, los el¨¦ctricos se van a beneficiar de las ayudas tributarias al cambio verde. ¡°Han terminado los d¨ªas en los que la firma dominaba los veh¨ªculos el¨¦ctricos de las carreteras europeas¡±, aventura. Volkswagen y la alianza entre Nissan y Renault vendi¨® este a?o m¨¢s coches en el Viejo Continente que la compa?¨ªa de Musk. Tesla salta los baches del mercado como una gata sobre un tejado de zinc caliente.
¡®Tulipoman¨ªa¡¯ sobre ruedas
Parece m¨¢s posible que las acciones de Tesla lleguen antes a Marte que sus cohetes. Desde que el 31 de agosto la compa?¨ªa hizo efectivo su split (desdoblamiento de los t¨ªtulos), la acci¨®n ha ascendido y descendido los Alpes. Si ese d¨ªa cerr¨® a 498 d¨®lares por t¨ªtulo, el viernes pasado lo hac¨ªa en cerca de 370. Sin embargo una especie de tulipoman¨ªa (especulaci¨®n sobre los precios de los bulbos de tulip¨¢n que se vivi¨® en los Pa¨ªses Bajos en el siglo XVII) se ha apoderado de los inversores. Cerca de medio mill¨®n de estadounidenses operan con el valor solo con la aplicaci¨®n Robinhood. Una locura. ¡°La acci¨®n ciertamente puede subir m¨¢s, pero est¨¢ m¨¢s impulsada por los minoristas que por los inversores institucionales¡±, advierte Brad Gastwirth, de la firma de Bolsa Wedbush Securities. Poco importa. Pese a la ca¨ªda del 21% del martes (por su no inclusi¨®n en el ¨ªndice S&P 500), los t¨ªtulos casi han triplicado su valor desde enero. Y las luces contin¨²an iluminando la escena. ¡°Musk es el actor principal en la mayor telenovela que jam¨¢s se haya visto. Construye techos solares, cohetes, coches, y es una apuesta controvertida, pero cumple, y nunca hab¨ªamos visto tanto inter¨¦s a corto plazo como ahora¡±, comenta en Bloomberg Bob Sloan, fundador de S3 Partners.