La biodiversidad no tiene precio
Solo a trav¨¦s de la internalizaci¨®n de costes y de beneficios se podr¨¢n dise?ar estrategias efectivas para mitigar el cambio clim¨¢tico
La Uni¨®n Europea sigue trabajando por la resiliencia ante el cambio clim¨¢tico con los recientes avances hacia la Ley Europea del Clima y con la definici¨®n de una estrategia sobre biodiversidad para los pr¨®ximos diez a?os. Ahora, el inter¨¦s y las negociaciones est¨¢n en el presupuesto y el nuevo NGEU, unos programas financieros que solo alcanzan hasta 2027. Un poco m¨¢s all¨¢, hasta 2030, llega el objetivo cuantitativo de reducci¨®n de emisiones de gases de efecto invernadero: 55% menos de lo emitido en 1990. Pero con eso no bas...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
La Uni¨®n Europea sigue trabajando por la resiliencia ante el cambio clim¨¢tico con los recientes avances hacia la Ley Europea del Clima y con la definici¨®n de una estrategia sobre biodiversidad para los pr¨®ximos diez a?os. Ahora, el inter¨¦s y las negociaciones est¨¢n en el presupuesto y el nuevo NGEU, unos programas financieros que solo alcanzan hasta 2027. Un poco m¨¢s all¨¢, hasta 2030, llega el objetivo cuantitativo de reducci¨®n de emisiones de gases de efecto invernadero: 55% menos de lo emitido en 1990. Pero con eso no basta, hay que plantear pol¨ªticas de m¨¢s largo plazo y con ¨¢mbitos m¨¢s amplios que los actuales l¨ªmites al carbono. Habr¨¢ que poner precio a otras externalidades negativas para corregir la sobreexplotaci¨®n del medioambiente, m¨¢s all¨¢ de la que se produce en la capacidad de almacenar gases en la atm¨®sfera.
Esto ocurre con la biodiversidad, la variedad (cada vez menor) de organismos que forman la biosfera terrestre, y que en t¨¦rminos econ¨®micos constituye el capital natural que permite la vida, y que junto al capital productivo y al humano, proporciona servicios para la actividad econ¨®mica. Los microorganismos existentes en el suelo que hacen posible la siembra, la polinizaci¨®n que permite llegar a tener cosechas, o los bosques que act¨²an como sumideros de carbono (sin los que ser¨¢ imposible cumplir los objetivos de emisiones) son solo algunos ejemplos de los servicios de la biodiversidad, y que no se miden ni se incorporan por tanto a la corriente de ingresos y costes, estos ¨²ltimos por su sobreexplotaci¨®n.
La ciencia econ¨®mica se ocupa cada vez m¨¢s del an¨¢lisis de la biodiversidad, incluso tratando de cuantificar algunos de los servicios proporcionados por el capital natural, una tarea compleja dada su disparidad y la conocida ¡°tragedia de lo com¨²n¡± que aqueja al medio ambiente: no dar valor a lo que no tiene precio por no tener asignados derechos de propiedad. As¨ª, el an¨¢lisis econ¨®mico considera necesario el establecimiento de precios que revelen los costes (externalidades) de las emisiones de carbono, y por ese camino avanzan, m¨¢s o menos decididamente, las pol¨ªticas.
La estrategia de biodiversidad europea para 2030 no est¨¢ tan adelantada como la de carbono. Para lograr la protecci¨®n efectiva del 30% de la superficie mar¨ªtima y terrestre de la Uni¨®n Europea se est¨¢ a la espera de propuestas jur¨ªdicamente vinculantes y de evaluaciones de impacto, etapas por las que ya han pasado las emisiones de efecto invernadero. Es el comienzo de un camino en el que solo a trav¨¦s de la internalizaci¨®n de costes y de beneficios de la biodiversidad se podr¨¢n dise?ar estrategias efectivas para mitigar el cambio clim¨¢tico. Porque la biodiversidad no tiene precio, pero lo necesita.
J. Juli¨¢n Cubero, de BBVA Research