Condonar la deuda
Se trata de solventar los problemas de los m¨¢s vulnerables con una perspectiva solidaria
La crisis financiera y del euro de 2008-2010 se resolvi¨® con la conversi¨®n de inmensos vol¨²menes de deuda privada en deuda p¨²blica, para cuya financiaci¨®n se aplic¨® una dr¨¢stica austeridad que signific¨® un injusto recorte del gasto social. En Espa?a, por ejemplo, entre 2007 y 2019, la deuda privada se redujo del 193% al 131% del PIB a costa de aumentar la p¨²blica desde el 36% al 98%. En s¨ªntesis: las irresponsables pr¨¢cticas financieras las pagaron quienes m¨¢s precisaban de los servicios social...
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La crisis financiera y del euro de 2008-2010 se resolvi¨® con la conversi¨®n de inmensos vol¨²menes de deuda privada en deuda p¨²blica, para cuya financiaci¨®n se aplic¨® una dr¨¢stica austeridad que signific¨® un injusto recorte del gasto social. En Espa?a, por ejemplo, entre 2007 y 2019, la deuda privada se redujo del 193% al 131% del PIB a costa de aumentar la p¨²blica desde el 36% al 98%. En s¨ªntesis: las irresponsables pr¨¢cticas financieras las pagaron quienes m¨¢s precisaban de los servicios sociales.
La crisis econ¨®mica, generada por la covid-19, se est¨¢ solventando, por el momento, con gigantescas ayudas p¨²blicas que han provocado un aumento del endeudamiento sin precedentes. Las previsiones de la Comisi¨®n Europea indican que la deuda p¨²blica alcanzar¨¢ este a?o el 120% del PIB en Espa?a. En Italia y Grecia superar¨¢ el 159% y 207%, respectivamente. Mientras que en Alemania se mantendr¨¢ en el 71%.
La bajada de los tipos de inter¨¦s decidida por el Banco Central Europeo (BCE) hasta tasas negativas, que estos d¨ªas se celebran con tanta alegr¨ªa, puede dar una imagen equivocada de la realidad. La idea de que Espa?a gana dinero al poder colocar su deuda a tasas negativas puede contribuir a esta ilusi¨®n.
La realidad, sin embargo, es otra. A pesar de los baj¨ªsimos tipos de inter¨¦s, Espa?a e Italia deben dedicar un 2,4% y un 3,6% del PIB, respectivamente, al pago de su deuda. Un esfuerzo muy superior al de Alemania, que destina s¨®lo el 0,7% de su PIB.
No hay que ser muy avispado para entender que el milagro de los tipos de inter¨¦s negativos es tan excepcional como incomprensible. Algunos analistas consideran ya que se est¨¢n infravalorando los riesgos de inflaci¨®n. Un aumento de los tipos de inter¨¦s de solo uno o dos puntos ser¨¢ catastr¨®fico para ciertos pa¨ªses y entonces volver¨¢n los recortes.
En este panorama ha reaparecido la cuesti¨®n de la condonaci¨®n de la deuda. Nada menos que el presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, ha se?alado en La Repubblica que la condonaci¨®n de la deuda es una hip¨®tesis de trabajo interesante que hay que conciliar con el principio cardinal de su sostenibilidad. En el entorno del Gobierno de Roma se considera la posibilidad de que el BCE amortice los bonos italianos que posee o extienda su vencimiento a perpetuidad.
Grecia es un buen ejemplo para comprender que este pa¨ªs nunca podr¨¢ pagar su endeudamiento actual y precisar¨¢ de una nueva condonaci¨®n.
David Graeber en su libro En deuda, una historia alternativa de la econom¨ªa, tras un exhaustivo recorrido por la historia, apunta que el principio de pagar las deudas es ¡°una flagrante mentira¡±. Indica que ¡°resulta que no todos hemos de pagar nuestras deudas, solo algunos¡±. La historia est¨¢ llena de ejemplos de pa¨ªses a los que se perdonaron las deudas en circunstancias excepcionales. Alemania sin ir m¨¢s lejos en 1953. Entre los que perdonaron entonces figuraba Grecia. Hay que considerar la deuda no como una fuga hacia adelante, sino para solventar los problemas de los m¨¢s vulnerables con una perspectiva solidaria.