A comer menos galletas
Hay que continuar posicion¨¢ndose en la recuperaci¨®n c¨ªclica, que ser¨¢ efectiva en poco tiempo
Una de las realidades que ha quedado probada en esta pandemia que nos ha tocado vivir es que tendemos a recrearnos en el dulce para mitigar las penas. Ya dec¨ªa Jean de la Fontaine, en el XVII, que ¡°cosa dulce es un amigo verdadero¡±, un recurso al que recurrimos cuando sentimos la irremediable necesidad de compensar la ausencia de interacci¨®n social, espacio y libertad.
Desde el inicio de la pandemia del coronavirus, el consumo de galletas en Francia se ha disparado un 61%, en Reino Unido un 55% y, en Estados Unidos, las estad¨ªsticas dicen que un 40% de los norteamericanos come m¨¢s de 48...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
Una de las realidades que ha quedado probada en esta pandemia que nos ha tocado vivir es que tendemos a recrearnos en el dulce para mitigar las penas. Ya dec¨ªa Jean de la Fontaine, en el XVII, que ¡°cosa dulce es un amigo verdadero¡±, un recurso al que recurrimos cuando sentimos la irremediable necesidad de compensar la ausencia de interacci¨®n social, espacio y libertad.
Desde el inicio de la pandemia del coronavirus, el consumo de galletas en Francia se ha disparado un 61%, en Reino Unido un 55% y, en Estados Unidos, las estad¨ªsticas dicen que un 40% de los norteamericanos come m¨¢s de 48 cookies al mes y una cuarta parte de la poblaci¨®n est¨¢ ingiriendo m¨¢s de cinco galletas al d¨ªa.
Una tendencia que continuar¨¢ aumentando porque la propagaci¨®n de la pandemia nos encamina hacia unas Navidades con limitaciones renovadas. Tras casi mes y medio de severas restricciones en Europa, no se ha conseguido frenar al virus de manera contundente y se extienden los cierres de bares y restaurantes, as¨ª como las limitaciones de actividades no esenciales, derecho de reuni¨®n o viajes de ocio, mientras que se cierran los colegios. En Alemania esta situaci¨®n se prolongar¨¢ por lo menos hasta el 10 de enero, en los Pa¨ªses Bajos hasta el 19 de enero, mientras que Londres declara la alerta m¨¢xima y en Francia, aunque los contagios mejoran y se levanta el confinamiento, entra en vigor un toque de queda a partir de las ocho de la tarde.
?Ser¨¢ posible dulcificar estas extra?as y limitadas Navidades del 2020? S¨ª, pero m¨¢s que con galletas, se endulzar¨¢n con vacunas. De manera parad¨®jica, a medida que se nos amarga el invierno y las estrictas restricciones se prolongan, la luz al final del t¨²nel se encuentra m¨¢s cercana con la llegada de las primeras vacunas. Asumiendo los pron¨®sticos de producci¨®n de vacunas de Pfizer, Moderna y AstraZeneca, en oto?o se habr¨¢ conseguido la inmunidad de reba?o en los principales pa¨ªses desarrollados (as¨ª lo corroboraba esta misma semana el Doctor Fauci, director del instituto de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos y nuevo asesor de Joe Biden).
Aunque el dr¨¢stico aumento de consumo de galletas augura un comportamiento del consumidor comedido, tengamos paciencia y no nos dejemos llevar por el pesimismo. En esta ¨²ltima ola de pandemia, los indicadores de movilidad caen casi la mitad que en marzo y, a medida que se produzca la vacunaci¨®n, continuar¨¢n revitaliz¨¢ndose. En 2021, el mundo pasar¨¢ ya a crecer por encima del 5,5% y los beneficios empresariales un 27,4%. M¨¢s que galletas, consumo estable o sectores defensivos, hay que continuar posicion¨¢ndose en la recuperaci¨®n c¨ªclica, que ser¨¢ efectiva en poco tiempo.
Joan Bonet Maj¨® es director de estrategia de mercados de Banca March