Los desaf¨ªos que llegan con 2021
Si consolidamos los pasos dados en solidaridad, medio ambiente y formas de trabajo en 2020, el futuro ser¨¢ mejor
El pasado fue un a?o sin parang¨®n. Nos trajo una pandemia que ni siquiera ten¨ªa nombre hace 12 meses; una recesi¨®n econ¨®mica sin precedentes en la historia reciente; el tambaleo de las instituciones en dos grandes democracias gracias al Brexit y al turbulento proceso electoral en EE UU. Tras este terremoto que ha sacudido al mundo entero, ?qu¨¦ nos espera en el a?o 2021?
Sorprendentemente, al margen de las preocupaci...
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El pasado fue un a?o sin parang¨®n. Nos trajo una pandemia que ni siquiera ten¨ªa nombre hace 12 meses; una recesi¨®n econ¨®mica sin precedentes en la historia reciente; el tambaleo de las instituciones en dos grandes democracias gracias al Brexit y al turbulento proceso electoral en EE UU. Tras este terremoto que ha sacudido al mundo entero, ?qu¨¦ nos espera en el a?o 2021?
Sorprendentemente, al margen de las preocupaciones inmediatas por la vacuna y los nuevos rebrotes de la covid-19, los retos de 2021 siguen siendo los del a?o anterior. Entre ellos, destacan la creciente desigualdad, el alto endeudamiento, la ola antiglobalizaci¨®n, la tecnolog¨ªa y los retos medioambientales. La buena noticia es que lo que hemos aprendido y ensayado juntos en la pandemia puede prepararnos para enfrentarnos mejor a estos problemas, que a su vez condicionar¨¢n el futuro de la econom¨ªa mundial durante este a?o y los venideros.
Aunque los desaf¨ªos sean los mismos, algunos problemas, como la desigualdad, se han hecho m¨¢s acuciantes en 2020. Tanto dentro de pa¨ªses como entre ellos, la pandemia ha golpeado con m¨¢s fuerza a los m¨¢s pobres. Los de menos renta y menores cualificaciones laborales se han encontrado sin posibilidades de trabajar en remoto, sin recursos para enfrentarse a la crisis sin apoyo p¨²blico, y m¨¢s vulnerables a la automatizaci¨®n de sus puestos de trabajo. A nivel internacional, aunque todos empezamos 2021 m¨¢s endeudados que nunca, los pa¨ªses pobres ser¨¢n los primeros en contemplar posibles impagos en su deuda soberana si no hay ayudas de pa¨ªses m¨¢s ricos e instituciones multilaterales durante los meses venideros. Incluso en los pa¨ªses desarrollados, la manera en que se resuelva el alto endeudamiento incidir¨¢ en la evoluci¨®n de la desigualdad: ?se subir¨¢n impuestos a empresas y ricos para reducir deuda o se recortar¨¢n las prestaciones que apoyan m¨¢s a las clases medias y bajas? Y donde hay programas de rescate hist¨®ricos, como las ayudas europeas o el nuevo paquete americano, ?se utilizar¨¢n estos fondos para realizar las inversiones necesarias para crear nuevos modelos productivos? ?O se difuminar¨¢n en gastos corrientes y poco productivos, perdi¨¦ndose una oportunidad hist¨®rica?
En cuanto a la globalizaci¨®n, aunque la ¡°guerra comercial¡± del presidente Trump est¨¦ casi olvidada, el Brexit se ha hecho realidad (y puede tener mayor efecto econ¨®mico sobre la econom¨ªa brit¨¢nica que la covid-19), y el comercio y la migraci¨®n se han visto golpeados por la pandemia en general. No est¨¢ claro que se recuperen en el corto plazo. Quedar¨¢n restricciones, miedos y resquicios de esta crisis que puedan incidir en los flujos comerciales y de personas. No hay pa¨ªs que conozca esa realidad m¨¢s de cerca que la Espa?a tur¨ªstica. El retroceso en la globalizaci¨®n, si perdura, reducir¨¢ nuestro crecimiento a futuro. Pero tambi¨¦n es cierto que tras la pandemia, tendremos que pensar muy bien qu¨¦ nueva normalidad queremos, y conseguir que se pueda viajar y comerciar con garant¨ªas de salud y seguridad.
El reto donde muchos expertos coinciden en que la pandemia est¨¢ trayendo mejoras es la protecci¨®n del medio ambiente. Los shocks de las cuarentenas han provocado un efecto positivo e inmediato de reducci¨®n de emisiones, mejora en la calidad del aire y recuperaci¨®n de los espacios naturales. Hemos visto cu¨¢nto se puede conseguir con medidas dr¨¢sticas pero sencillas. Al empezar 2021, debemos preguntarnos si podemos consolidar estas mejoras y hacerlas compatibles con una vuelta al crecimiento. Varios pa¨ªses ya han anunciado planes para ir a econom¨ªas de emisiones cero en un futuro pr¨®ximo, entre ellos China, Jap¨®n, Corea del Sur y Estados Unidos, que volver¨¢ al Acuerdo de Par¨ªs tras la salida de Trump. La nueva secretaria del Tesoro de EE UU habla de impuestos sobre el carbono y el mercado europeo de carbono parece haber recobrado vida. Incluso parece factible que los objetivos del Acuerdo de Par¨ªs para finales de este siglo se cumplan. Si no nos olvidamos de esta experiencia, la pandemia podr¨¢ servir como impulso hacia un futuro m¨¢s sano y sostenible para todos.
A pesar de todos estos desaf¨ªos globales, quiz¨¢s sea en el ¨¢mbito de la vida econ¨®mica personal donde vamos a ver los cambios m¨¢s dr¨¢sticos a lo largo del 2021. Tardaremos alg¨²n tiempo en darnos cuenta hasta qu¨¦ punto la pandemia ha acelerado cambios que est¨¢n alterando nuestras vidas diarias: nuestros modos de trabajar, de comprar y de relacionarnos con los dem¨¢s. Cuando todo el mundo est¨¦ vacunado y el virus ya no nos condicione la vida, ?volveremos a trabajar en los centros corporativos tradicionales u optaremos por ahorrar el coste en oficinas y el desplazamiento diario al centro de trabajo? ?Afectar¨¢ este cambio a la estabilidad de nuestros puestos de trabajo o a los salarios y prestaciones o a la carga que soportan los padres, sobre todo la mujer, reconciliando vida personal y laboral? ?C¨®mo ser¨¢n las nuevas formas de gestionar el trabajo a distancia? ?Seguiremos haciendo viajes de negocio o aceptaremos Zoom como un sustituto barato y eficaz? ?Volveremos a las tiendas y los restaurantes o habremos cogido el gusto por la comodidad del comercio digital y la entrega a domicilio? ?El turismo se volver¨¢ m¨¢s local o viajaremos m¨¢s que nunca para recuperar el tiempo perdido?
La pandemia y sus restricciones han durado tanto que es posible que los nuevos h¨¢bitos cambien nuestras vidas diarias de forma permanente, para bien o para mal. Tenemos una oportunidad, posiblemente ¨²nica, para consolidar unas relaciones laborales m¨¢s dignas y para crear una econom¨ªa que sea m¨¢s friendly para el peque?o empresario y que fomente m¨¢s la innovaci¨®n.
Nadie pronostic¨® la debacle que ha sido el 2020. Y quiz¨¢s, habi¨¦ndolo sabido, nadie hubiera esperado que pudi¨¦ramos salir de una crisis tan hist¨®rica dando pasos positivos hacia la solidaridad internacional, la protecci¨®n del medio ambiente y unas nuevas relaciones laborales. A pesar de la confusi¨®n, el p¨¢nico y m¨¢s de 1,5 millones de muertos, se han conseguido peque?os avances hacia un mundo m¨¢s humano y m¨¢s solidario. Si consolidamos estos pasos en 2021, podemos andar juntos hacia un mundo mejor.
Gayle Allard es profesora de Entorno Econ¨®mico de IE University.